La situación de provisionalidad que se vive en el Real Zaragoza, con la negociación para la venta del club, tiene en la parcela deportiva que comanda Miguel Torrecilla al gran damnificado, con una clara situación de bloqueo. Al director deportivo, con contrato en vigor por un año más, le está siendo imposible trabajar en la configuración de la plantilla porque no sabe en qué escenario económico se mueve y el nivel exacto del proyecto, por no hablar de las lógicas dudas sobre su continuidad que cualquier profesional de alto rango puede tener con nuevos propietarios, por mucho que los actuales le hayan trasladado un mensaje inequívoco, tanto a él como a JIM, de que siguen. Y a ambos se les ha dicho que el Zaragoza tendrá el dinero para un proyecto competitivo para subir, pero eso de momento solo son palabras.

Dando por descontada en teoría esa continuidad de Torrecilla, el director deportivo está a la espera de que la nueva propiedad, cuando se produzca la venta a Spain Football Capital, porque es la negociación más avanzada, aunque siga latiendo una segunda vía, le marque los márgenes que tendrá en el límite salarial de la plantilla. Sabe que el desembolso va a poder implicar que el Zaragoza se mueva en un límite algo superior al de esta temporada, que fue de 8,8 millones en verano y 300.000 euros menos después, pero no tiene la confirmación. Además, si no hubiera movimientos en la propiedad del club, la situación sería de mucha menor capacidad y los traspasos de Francés o Francho se convertirían en obligados, además del de Juanjo Narváez, con el que ya se cuenta, también por el deseo del ariete de jugar en Primera.

Torrecilla ha dibujado una revolución con unas 12 bajas de la anterior plantilla y al menos nueve fichajes, con un ataque nuevo, con tres delanteros y dos extremos, dos centrocampistas, un lateral derecho y un portero. Eso como mínimo, salvo que haya alguna salida más imprevista, como las antes citadas de Francho o Francés, o las de Chavarría o Bermejo. Sin embargo, el director deportivo no ha podido cerrar ninguna negociación en materia de fichajes todavía. Se ha movido en el mercado, priorizando apuestas por jugadores con experiencia en España y en Segunda, pero solo eso. Y, además, cualquier futbolista, y más su agente, es reticente a llegar a un club en una nebulosa en la propiedad hasta que se aclare el panorama, por lo que las dudas vienen por los dos lados.

El Zaragoza se ha movido en ataque por Stoichkov (Mallorca), que tiene más que avanzado su acuerdo para irse al Eibar, Paulino (Logroñés), el inviable fichaje por ahora de Enric Gallego (Osasuna) o la dura competencia por Cristo González (Udinese), además del interés en Álex Millán (Villarreal), sin duda la operación más factible por sus niveles económicos de todas. En la medular se ha pedido al Levante la cesión de Pepelu y se busca un stopper, un pivote defensivo, y un centrocampista con llegada, con muchos nombre en la agenda de Torrecilla. En el lateral la prioridad es Víctor Gómez, del Espanyol, y en la portería se busca un buen segundo para Cristian, algo que no es sencillo de cumplir como lo ha hecho Ratón, que ya ha comunicado su deseo de salir y busca un destino que podría estar en Sabadell.

Las salidas, tampoco

Si en los fichajes no ha podido avanzar apenas Torrecilla, con muchos jugadores tanteados (su lista incluye entre ocho o diez nombres por cada demarcación a incorporar) y de momento sin margen para cerrar a ninguno de ellos, en las salidas ocurre lo mismo. Larra, Vuckic, dos despedidas imprescindibles por su elevado nivel salarial, y Atienza saben que deben buscar un destino, lo mismo que Javi Ros, aunque este se cierra en banda a hacerlo, y por James se va a escuchar cualquier oferta que llegue, aunque en ningún caso saldría libre. Y Eguaras, por ejemplo, tampoco tiene su sitio seguro. Sin embargo, tampoco en ese terreno ha podido avanzar en demasía Torrecilla, que sí intuye que va a ser imposible que esa 'Operación salida' no tenga una obligada y nutrida partida en indemnizaciones. Lo más avanzado que tiene el director deportivo es la continuidad de Sanabria, de nuevo cedido por el Atlético, aunque aún resten temas por pulir, empezando por la cláusula mínima de partidos, pero ahí va a primar el deseo del centrocampista por seguir con JIM. El fichaje en propiedad de Peybernes también está adelantado, pero hay que solucionar su salida del Almería.

Así, el Zaragoza, además de planificar su pretemporada, apenas ha podido renovar a Marc Aguado, con una cesión pactada en la práctica con el Andorra para que siga allí y la marcha de Carlos Azón, portero del Aragón, al Tarazona. Clemente, que regresa de su cesión del Logroñés, está a la espera de una oferta en firme para renovar que se le ha anunciado y Lasure, que sigue en recuperación de su tumor testicular, sabe que va a tener sitio fijo en la plantilla tras su préstamo al Leganés en cuanto se recupere. El resto de cedidos, Jannick Buyla, Bikoro o Baselga, regresan para volver a salir, en algún caso como en el de Buyla quizá ya desvinculado, pero nada se les ha dicho y Mingotes sí sabe que no se va a ejecutar la opción para prorrogar su contrato.