Nada. Ni entradas, ni salidas, ni renovaciones. La parálisis preside la actualidad del Real Zaragoza desde que el balón dejó de rodar aquel 30 de mayo. Entonces, el Leganés goleaba (0-5) al equipo aragonés en La Romareda para culminar una temporada dramática con un colofón tan amargo como bochornoso. Comenzaba una nueva etapa marcada por el cambio de propiedad.

Sin embargo, un mes después de que el árbitro diera por finiquitado el ejercicio, no ha pasado nada, al menos, en lo que a la confección de la plantilla se refiere. Las eternas negociaciones que deben desembocar en un cambio de dueños de la entidad mantienen atado de pies y manos al director deportivo, Miguel Torrecilla, a la espera de saber con exactitud con cuánto dinero puede contar y, sobre todo, a quién rendirá cuentas. Al menos, eso sí, tanto él como JIM sí saben que seguirán porque así se lo trasladó el club tras escuchar a los que apuntan a ser los nuevos propietarios, con la sociedad Spain Football Capital al frente. 

Pero las demoras se acumulan en una operación que sigue sin cerrarse y que mantiene la inactividad en un plantel que volverá al trabajo la semana que viene sin caras nuevas y con numerosos jugadores que no cuentan. La ausencia de movimientos en el primer equipo, en todo caso, concluirá cuando se consuma el relevo en la Sociedad Anónima, algo que sigue sin producirse a falta de apenas un mes y medio para el retorno de la competición.

Las únicas novedades anunciadas en todo este tiempo han afectado a canteranos no pertenecientes a la primera plantilla. Es el caso de Marc Aguado, que seguirá cedido en el Andorra de Piqué tras haber renovado su contrato con el Zaragoza. O Carbonell y el meta Acín, que, ante la escasez de efectivos, realizarán la pretemporada a las órdenes de JIM, que ya no contará con otro portero de la casa, Juan Carlos Azón, que ha sido cedido al Tarazona en busca de minutos.

Aunque, en realidad, todos los integrantes de la plantilla conocen cuál es su posición y las intenciones del club respecto a ellos. Entre ellos figura Enrique Clemente, que volverá tras su cesión al Logroñés y al que se pretende renovar. Hasta aquí llegan las novedades en un equipo que, eso sí, ya conoce la hoja de ruta de una pretemporada en la que se medirá a rivales

Un mes después, todo es quietud y silencio. Ninguna explicación y cero autocrítica.