Decía esta semana pasada Miguel Torrecilla, el martes pasado en concreto, que el mercado estaba muy parado y que no habían tenido que tachar hasta ahora muchos nombres de su lista. La realidad es que esa aseveración ya no se ajusta tanto a la verdad, porque el movimiento en Segunda empieza a ser más acusado y solo en la semana pasada se han registrado tantos fichajes como desde que acabó la temporada, con ya 67 incorporaciones en los clubs de la categoría de plata. Y, ahora, son solo cinco los equipos que no han incorporado a ningún jugador hasta el momento.

Entre ellos está un Real Zaragoza con el director deportivo paralizado a la hora de cerrar cualquier gestión mientras no se produzca el desembarco de la nueva propiedad, también porque los jugadores a los que se pretende fichar prefieren esperar a que lleguen esos cambios antes de dar el sí definitivo. Junto al club blanquillo están el Sporting, centrado en dar salidas pero que tiene ya dos jugadores cerrados y pendientes solo de la oficialidad de su fichaje, Kravets y Cristian Rivera, el Sanse, cuya consideración de filial no admite una comparación con el resto de equipos, el Girona, que acaba de fichar a su entrenador, Míchel, y que acabó la temporada más tarde que nadie tras quedarse a las puertas del ascenso a Primera, y el Valladolid, recién descendido y con cambio de director deportivo y de entrenador y ahora metido de lleno en la 'Operación salida', con 36 jugadores en nómina, aunque con muchos recursos económicos cuando llegue el momento de fichar.

La Ponferradina, con ocho refuerzos hasta el momento, y el Mirandés, el Eibar y el recién ascendido Amorebieta, que suman siete cada uno, aunque el club vasco empezó esta semana pasada a anunciarlos, son los reyes de un mercado que empezó muy parado, pero que ya coge color. El Eibar, con los 600.000 euros que abonó por Óscar Sielva (Ponferradina) y el millón que puso sobre la mesa para incorporar a Corpas (Almería), es el único que ha mostrado músculo financiero. En el resto de incorporaciones, los cedidos y los jugadores con la carta de libertad son los indiscutibles protagonistas del mercado.

También lo serán para el Real Zaragoza cuando se ponga en marcha, teniendo en cuenta que debe realizar no menos de ocho fichajes, aunque en función de las salidas que haya serán hasta más. En la lista de la compra zaragocista están un lateral derecho, otro polivalente, un central, con el objetivo prioritario de Peybernes, dos centrocampistas, dos jugadores de banda, y dos o tres delanteros en función de un adiós de Narváez que parece cantado, además de un portero si se va Ratón.