El gol sobre todo

El gol por encima de todo. El Real Zaragoza necesita con urgencia la llegada cuanto antes de dos delanteros que aumenten el casi inexistente caudal ofensivo de un equipo que ya careció de referencias ofensivas la pasada campaña más allá de Narváez, tirado a banda durante gran parte de la temporada. De hecho, JIM solo tiene en la plantilla a un delantero centro nato: Iván Azón, que es el jugador más joven del plantel con apenas 18 años recién cumplidos. El canterano cumple siempre, pero ni puede estar solo ni debe cargar sobre su espalda la responsabilidad atacante de un Zaragoza que precisa dos puntas más.

En principio, Álvaro Giménez será uno de ellos. Si no hay sorpresas de última hora, el delantero será anunciado en las próximas horas como nuevo jugador del equipo aragonés. Máximo realizador de la categoría en la 2018-19 en las filas del Almería, la llegada de Álvaro añadirá mordiente a una escuadra con dientes de leche. Pero no basta.

Porque el Zaragoza busca otro atacante. Miguel Torrecilla, director deportivo del club, lleva tiempo a la caza de otro delantero que, en principio, responderá a un perfil distinto al de Álvaro, cuya principal cualidad es su oportunismo. El ilicitano es un rematador, un delantero de área, pero el debut liguero ante el Ibiza dejó patente que el equipo aragonés necesita, además, dinamismo y velocidad, dos características que brillan por su ausencia en un Zaragoza plano, lento y castigado por su extrema dificultad para elaborar en estático.

Por eso, Torrecilla persigue un segundo punta con mayor presencia y protagonismo. Un futbolista dinámico capaz de combinar, tocar y correr. Un elemento diferente que permitiera al Zaragoza cierta solvencia a la contra. Y es que da la sensación de que el conjunto de JIm se encuentra más a gusto cuando acude a espacios abiertos pero pocas veces tiene éxito porque apenas dispone de jugadores rápidos. De hecho, el Zaragoza casi siempre juega al pie, lo que sigue siendo un serio problema.

Esa querencia por el juego en corto aboca al fracaso cada envío largo procedente de los centrales cuando el mediocampo rival tapona a Eguaras, algo cada vez más habitual entre los adversarios de un Zaragoza que ante el Ibiza apeló a James o Francho como recurso. Pero el ritmo no se alteró demasiado ante la ausencia de enlaces en la mediapunta y de efectivos ofensivos que ataquen el espacio. Todo ello provoca una insoportable sensación de atasco continuado. «El equipo ha estado agarrotado y prácticamente no ha creado peligro. Necesitamos más calma y personalidad», asumió Adrián al término de un choque en el que el Zaragoza ni siquiera fue capaz de tirar entre los tres palos. En casa y ante un recién ascendido.

Pero esa carencia de fluidez y dinamismo tan habitual durante la pasada campaña y propiciada por el estudio de un rival consciente de las dificultades del otro para generar, no es el único problema de un Zaragoza que ante el Ibiza dejó patente otra serie de defectos a mejorar. Entre ellos emerge la falta de profundidad de un equipo amparado en la capacidad de llegada de sus laterales. No queda otra ante la insistencia en situar a Narváez y Bermejo a banda cambiada cuando ambos piden a gritos más presencia en el centro. La entrada de Borja Sainz, que sí ha llegado para jugar por fuera, parece solo cuestión de tiempo. Con el vasco, el Zaragoza ganará en descaro, atrevimiento, velocidad y uno contra uno. O así debería ser. Suena a gloria bendita.

Al Zaragoza, plano y previsible, ni le sobra calidad física ni le falta solvencia atrás. Lo segundo sigue siendo la principal virtud de la escuadra de JIM, convencido de que la llegada de Petrovic contribuirá a rebajar los efectos de lo primero. Pero el serbio, que ya lo había advertido en la previa, dejó claro el viernes que todavía no está para jugar. Los canteranos son, de hecho, los que más aportan en esta faceta. Eguaras, James y Bermejo no acabaron el partido. 

Otro problema es la estrategia. Sobre todo, si no está Zapater, el futbolista con mejor pie de la plantilla para ejecutar este tipo de jugadas. Sin él, la cosa queda en manos de Bermejo o Eguaras. Y no es lo mismo. Al menos, el equipo volvió a dar muestras de solvencia en la defensa del balón parado, aunque cedió hasta media docena de saques de esquina al Ibiza. Y solo dispuso de uno a favor. En casa y ante un recién ascendido. Mal asunto para un Zaragoza con mucho trabajo por delante y que pide delanteros a gritos. Y cuanto antes. 

En las próximas horas se debe anunciar el fichaje de Álvaro Giménez, que será pues una opción más en ataque para JIM en Valladolid, que solo cuenta ahora con Azón, si bien el técnico ubicó a Narváez en punta tras sustituir al canterano en los últimos minutos del partido ante el Ibiza. Además de Álvaro, Torrecilla pretende incorporar en breve otro delantero y un central, además de dar salida a Larra y Ros, aunque el tudelano ya ha dejado claro que no piensa irse. Para todo ello, el director deportivo tiene dos semanas.