Una temporada más, y ya van cinco, Íñigo Eguaras se mantiene como el elemento más estable del Real Zaragoza. Sigue siendo un futbolista de vitola de titular, difícilmente sustituible y continúa contando con la confianza de cada uno de los entrenadores con los que ha trabajado el navarro, que han sido siete ni más ni menos.

Ya en la pretemporada se podía intuir, por las alineaciones elegidas por Juan Ignacio Martínez, que Eguaras iba a partir de inicio contra el Ibiza. Y así fue. El navarro, esté mejor o peor físicamente o en finura en su fútbol, sigue siendo un futbolista inamovible de los planes de los técnicos que han pasado por la silla caliente que es el banquillo del Real Zaragoza. Solo las lesiones o ligeras pérdidas de confianza, que nunca han sido especialmente duraderas, le han sacado del equipo.

Desde que llegase al conjunto aragonés en el verano de 2017 como uno de los primeros fichajes de Lalo Arantegui, Eguaras ha disputado 140 partidos y en 128 de ellos ha sido titular. Un espectacular 91%, un número que ejemplifica a la perfección el peso específico que tiene dentro del equipo aragonés.

En su primer curso disputó 38 partidos, todos menos tres desde el once inicial. En aquella mágica segunda vuelta en la que el Real Zaragoza soñó y rozó el ascenso, el navarro fue capital como punta hundida de un rombo que guio al equipo aragonés hasta casi tocar la gloria. El Numancia acabó con aquel anhelo colectivo.

Aquel nivel, que en muchos partidos rozó la perfección, muy posiblemente no lo ha vuelto a mostrar más que a cuentagotas, pero eso no significa que no sea importante para el equipo. Porque aunque no esté, tiene la capacidad de aparecer en cualquier momento. Esa temporada tan buena la terminó más que tocado físicamente, con una pubalgia que le apartó todo el verano y el inicio con Idiakez. Fue su único lunar, pero cuando volvió fue casi indiscutible otra vez: 29 partidos, 26 de ellos como titular, le avalan.

Tercera temporada, otra para soñar con subir y más de lo mismo. Eguaras fue partícipe en 37 partidos y todos menos uno, casualmente en la primera jornada, desde el once inicial. Solo Raúl Guti y Luis Suárez jugaron más minutos que él, pero se quedó muy cerca de ellos. Y el curso pasado, el de más sufrimiento, no estuvo a su mejor nivel. Como casi nadie, de hecho, pero sí que jugó otros 35 partidos, 30 de titular. 

Eso sí, JIM le dejó en el banquillo en cuatro duelos clave en plena pelea por la salvación, que fueron ante el Almería, Girona, Sporting de Gijón y Lugo, pero regresó al once en los tres choques que sí que cerraron definitivamente la permanencia: Espanyol, Las Palmas y Castellón.

Contra el Ibiza salió de titular, pero en el minuto 70 tuvo que ser sustituido por pequeñas molestias. Este lunes, de hecho, en el regreso al trabajo tras guardar el domingo de descanso, se ejercitó al margen pero por precaución. Francho y Petrovic pueden jugar en su posición, pero por sus características volverá a ser difícil que Eguaras no sea fundamental en el Real Zaragoza una temporada más. Como en las otras cuatro.