El plan de JIM, el agonismo y la llegada de Álvaro Giménez

Para que Juan Ignacio Martínez lograra lo que logró la temporada pasada, salvar al Real Zaragoza del descenso en el momento más crítico y embarazoso de esta esperpéntica travesía por Segunda, que este verano todavía sigue viviendo su nudo gordiano más grotesco, tuvo que suceder lo que sucedió. Que el entrenador alicantino pulsara las teclas anímicas, personales, colectivas y futbolísticas justas. JIM cimentó la resurrección del equipo en la fortaleza en La Romareda y, sobre todo, en el orden defensivo, las porterías a cero y la optimización máxima de cada gol a favor. Sin pólvora arriba, con una nómina de delanteros para el peor de los recuerdos, el técnico apostó por meter dinamita atrás.

El plan le salió perfecto. Desde el punto de vista del juego, el primer partido de esta nueva Liga, saldado con un empate a cero contra el Ibiza, un recién ascendido, fue una repetición de lo que en trazos gordos ocurrió la campaña anterior. Con lo mismo, y durante muchos minutos básicamente fue lo mismo más Fran Gámez, pasó lo mismo. El Real Zaragoza fue un equipo ordenado, que dejó la portería a cero otra vez, pero que tuvo enormes dificultades para crear fútbol y generar oportunidades. Ya no digamos para hacer gol, misión imposible.

El Real Zaragoza anuncia el fichaje del delantero Álvaro Giménez

Por el momento, JIM mantiene las líneas maestras de su plan de la temporada 20-21. Ese agonismo italiano, resistir, luchar, ayudarse, aguantar, ordenarse, sufrir, pelear cada segundo, no encajar y buscar un golito de cualquier manera y en cualquier acción. Con lo que tenía entre manos hasta ahora las aventuras daban para poco más. La llegada de Álvaro Giménez, delantero de postín en la temporada 18-19 en el Almería, devaluado luego pero con condiciones para volver a ser lo que fue, debe ser el primer paso para que el Real Zaragoza trate de ser algo más de lo que ya tiene consolidado. El equipo necesita los goles que JIM nunca ha tenido a su disposición, pero también buscarlos con más ahínco. La base de la propuesta del entrenador no cambiará. Empieza las casas por los cimientos, pero arriba ha de intentar, generar y conseguir más para aspirar a cotas mayores.