El Real Zaragoza, después de muchos meses de negociación con Spain Football Capital, en un proceso iniciado a principios de año y acelerado en marzo para que se llegara a un acuerdo a comienzos de julio, se cansa de esperar a esta sociedad, encabezada por el abogado barcelonés Francisco 'Kiko' Domínguez y los hermanos Álvarez del Campo, y ha anunciado a través de su página web y sus redes sociales que "tiene abierto a través del despacho de abogados de Cuatrecasas un proceso ordenado de entrada de capital, para estudiar y valorar todas las propuestas que se reciben". El grupo inversor con el que la entidad cerró el acuerdo de compraventa no paga y el club se lanza ahora a por nuevos inversores. "Como es nuestra obligación, seguimos trabajando en encontrar la mejor solución para asegurar el futuro del Real Zaragoza", asegura. La SAD, sin mencionar de forma explícita a la sociedad compradora, cuya oferta llegó al club a través del consejero Fernando de Yarza, añade que "es conocido que en las últimas fechas habíamos mantenido conversaciones con un grupo inversor interesado en adquirir las participaciones mayoritarias de la sociedad. Las negociaciones avanzaron hasta concretarse la redacción de un contrato que las dos partes aprobaron y acordaron, y de la que no ha llegado la oferta económica vinculante".

El comunicado supone la confirmación de que el proceso de venta de la entidad a Spain Football Capital se ha descartado de forma casi definitiva, después de que el propio presidente del club, Christian Lapetra, asegurara el pasado 4 de agosto tras el Trofeo Ciudad de Zaragoza Memorial Carlos Lapetra que la operación  "en lo que se refiere a sus detalles contractuales, está cerrada desde hace tiempo. Falta la rúbrica y la llegada de los fondos”. Sin embargo, desde el club se asegura que esos fondos o esas garantías no han llegado aún y que en consecuencia todavía no se ha dispuesto una fecha para la firma de un contrato por el que según algunas fuentes la inversión iba a ser de 50 millones de euros, más de 20 de ellos en el desembarco inmediato. Desde la entidad compradora no se han hecho declaraciones a lo largo del proceso y se mantiene ese silencio, aunque la explicación que se da desde otras vías es la falta de acuerdo en la Fundación para esa venta, sobre todo por la oposición a esa operación de la familia del máximo accionista principal, César Alierta.

El caso es que ese proceso de venta a la sociedad comandada por los hermanos Álvarez del Campo y Kiko Domínguez, que según se asegura tenía una fecha límite del 31 de agosto en los términos de su contrato, ha pasado ya a un segundo plano y la SAD con su actual composición accionarial sigue adelante y con la precariedad económica y la búsqueda de inversores como necesidades latentes. El discurrir del verano ya fue abriendo la posibilidad de esa continuidad en la situación actual del club, algo a lo que ayudó tanto la prórroga en el pago del plazo del concurso de acreedores hasta septiembre de 2022 como el acuerdo de LaLiga con el fondo CVC, y el comunicado lo ratifica, asegurando que "la intención desde nuestra entrada en la propiedad del Real Zaragoza ha sido siempre la de incorporar capital para mejorar su viabilidad. Y hasta la fecha han sido muchos los ofrecimientos; sin embargo, la delicada situación financiera de la entidad ha provocado que la práctica totalidad de las negociaciones no prosperaran".

César y Ander

En esa búsqueda de opciones a través del despacho de abogados Cuatrecasas hay una que lleva dos años latente, desde junio 2019, con la entrada en el accionariado de Ander Herrera y César Sánchez aportando una cantidad, que en un principio, en los días previos a la ampliación de capital que le dio la mayoría absoluta a César Alierta, iba a ser de dos millones de euros. Ya en diciembre pasado esa vía no estuvo lejos de consolidarse y desde el club se asegura que esa negociación lleva en el mismo punto desde entonces, sin ningún avance.

"A pesar de nuestras estrecheces económicas, hemos conseguido reducir la deuda del club en estos siete años a la mitad, disputando tres promociones de ascenso, por lo que tenemos que estar agradecidos a todo nuestro personal por su dedicación y empeño. Sin ellos, no hubiera sido posible", termina el comunicado. Esa deuda, de 71 millones de euros a 30 de junio, es la losa más pesada en el día a día de la entidad y la que obliga a esa búsqueda de inversores en la que la Fundación Zaragoza 2032, si bien esta entidad hace tiempo que no funciona como un ente unido, lleva ya bastantes meses. La Fundación aglutina casi el 91% del capital social del club (6,36 millones en total),  ya que la familia Alierta cuenta con el 50'56% mientras que Fernando de Yarza, Juan Forcén y Carlos Iribarren, a través de sus sociedades, disponen de un 13,46% cada uno.