Tras no ver puerta en Alcorcón, donde Dani Jiménez y Bellvís le negaron esa suerte, hasta 15 partidos y 1.209 minutos lleva sin anotar un gol Juanjo Narváez en partido oficial con el Zaragoza, las últimas 11 jornadas del campeonato pasado, en las que solo fue suplente en Mallorca y con la salvación sellada, y las cuatro del actual, donde ha jugado todos los partidos y casi todos los minutos, salvo el tramo final en Santo Domingo. Al colombiano, la mejor referencia de la Liga pasada, la única de cierto peso con esas 9 dianas que anotó, se le han hecho pequeñas las porterías y hay que viajar hasta Las Gaunas, al duelo ante la UD Logroñés, el 27 de marzo pasado, tras un envío de Zapater que el ariete puso en las malla de Miño, para contemplar su última diana, una sequía que se está haciendo eterna para el colombiano y para el Zaragoza, porque es indiscutible que el curso pasado era el futbolista con más pólvora de la plantilla y también parece serlo en el actual equipo.

Pero Narváez acumula ya demasiados minutos sin marcar, escorado a la izquierda, posición que conoce bien y que ya desempeñó en muchos partidos en Las Palmas, vive más lejos del área, pero tiene libertad de movimientos para llegar al remate. Lo que no llega es ahora mismo al gol, también víctima en muchos partidos de la temporada pasada de la escasa generación ofensiva del Zaragoza, que en Valladolid y ante el Cartagena sí ha creado más ocasiones, pero Narváez se ha topado con el palo en una buena falta en Pucela y dos veces con Marc Martínez en el duelo ante el Cartagena.

El colombiano, el único futbolista del equipo que jugó en las 42 jornadas del curso pasado, siendo titular en 40, pudo marcharse en enero pasado al Elche, cuando recién pasado el ecuador liguero ya sumaba siete dianas y era el mejor jugador de un Zaragoza derruido. El club rechazó la oferta ilicitana de dos millones, el equipo se levantó con JIM y el jugador cafetero mantuvo su rol de indiscutible, aunque cada vez acumulando más minutos en el costado izquierdo y con una producción goleadora en claro declive.

La oferta del Elche

Pero queda dicho que no hay una relación exclusivamente directa entre un cosa y otra, que Narváez tiene libertad de movimientos y que entrando desde la izquierda se perfila mejor para el disparo en el balcón del área, jugada que por cierto tienen muy conocida los rivales. Desde febrero, solo anotó en la derrota en Vallecas y el ya mencionado tanto en Logroño. Desde entonces, la nada, con un verano en el que ha estado en la rampa de salida por la necesidad del club y también por el lícito deseo del futbolista de querer jugar en Primera, pero nadie ha llegado a los 4 millones que el Zaragoza pidió por él. El Elche, eso sí, no se quedó lejos, con hasta 3 con incentivos, y Narváez sigue en Segunda y con la pólvora mojada.

El final del mercado el pasado martes, con la puerta cerrada hasta al menos enero para su salida, debe ayudar a que el jugador se reencuentre con su mejor versión, superior a la actual y que ya ha dado en el Zaragoza, y que el equipo vuelva a recuperar esos goles que tanto echa en falta. Más de 1.200 minutos y 15 partidos con el de este domingo en Alcorcón sin ver puerta son demasiados. A ver si el maleficio se rompe con el Fuenlabrada...