El Real Zaragoza juega bien, genera fútbol, crea ocasiones y tiene a La Romareda contenta, pero su desesperante falta de gol y errores definitivos en las dos áreas le han abocado a las posiciones de descenso tras seis jornadas disputadas. Más allá de las buenas sensaciones, la tabla clasificatoria imparte justicia y castiga los defectos y tareas pendientes como esa necesidad urgente de encontrar la senda hacia el marco contrario.
En este sentido, JIM pide paciencia porque, afirma, «Pido paciencia. Estamos en el camino correcto, en la buena línea», aseveró al término del partido del pasado sábado ante la Real Sociedad B, pero el técnico es consciente de que el Zaragoza debe salir cuanto antes de una zona baja a la que ha quedado abocado tras sumar solo seis puntos de los 18 puestos en disputa, lo que supone la tercera cosecha más pobre de JIM desde que es entrenador. Los dos precedentes peores se remontan a la temporada 2007-08, cuando dirigió al Salamanca también en Segunda, y en la 2013-14, al frente del Valladolid en Primera.
Con el conjunto charro, JIM apenas logró sumar cuatro puntos en las seis primeras jornadas como consecuencia de una sola victoria (3-1 al Granada 74) y un empate (1-1 en casa con el Hércules). Los otros cuatro envites se saldaron con derrotas frente a Málaga (3-0), Sevilla Atlético (0-1), Cádiz (1-0) y Tenerife (2-1). JIM consiguió enderezar la nave hasta conducir al Salamanca a la séptima posición en la que acabó la temporada.
Como preparador del Valladolid, el entrenador alicantino únicamente consiguió cinco puntos en los seis primeros encuentros de la temporada tras derrotar en la tercera jornada al Getafe (1-0) y empatar contra Elche (0-0) y Levante (1-1). Athletic (1-2), Villarreal (2-1) y Atlético de Madrid (0-2) sumaron los tres puntos en sus enfrentamientos contra el equipo pucelano, que acabaría descendiendo a Segunda.
En el resto de su carrera, JIM siempre ha logrado más puntos que ahora tras sus seis primeros partidos al frente de un equipo. De hecho, su mejor balance en Segunda lo firmó la pasada temporada, cuando se hizo cargo de un Zaragoza a la deriva que deambulaba directo al abismo. El alicantino sumó 13 puntos en sus seis primeros encuentros en el banquillo aragonés tras conseguir cuatro victorias (1-0 al Lugo, 2-0 al Logroñés, 1-0 a la Ponferradina y 1-2 en Málaga) y empatar en Cartagena (1-1).
En ese periplo, el Zaragoza de JIM solo sufrió una derrota por la mínima en Albacete en un encuentro marcado por un arbitraje muy polémico y por la superioridad del equipo aragonés.
La siguiente mejor marca del alicantino la logró en la 2009-10 al mando del Cartagena, también en Segunda. Entonces, el equipo murciano sumó 12 puntos tras la primera media docena de encuentros, uno más que los que había cosechado en la 2006-07 con el Alcoyano, del que se hizo cargo en la jornada 13 y al que llevó a la tercera plaza de su grupo en Segunda B, y los mismos que acumularía después, en la 2010-11 como técnico del Levante en Primera.
Esa temporada, el equipo levantino completó una gran temporada culminada con la clasificación para la disputa de la Copa de la UEFA como recompensa a la sexta posición final en la clasificación de la competición liguera.
