Cada jornada es casi como un círculo infernal, una pequeña tortura en cierto modo. El Real Zaragoza, ya demasiadas veces pese a que la temporada está todavía en su etapa más inicial, ha hecho más que méritos para la victoria, ha generado decenas de ocasiones y no ha conseguido el premio en forma de puntos que se esperaba. Cada fin de semana lo mismo, sin poder salir de allí. Un día tras otro, hasta el día en el que se ponga fin.

Pero vuelve este domingo el equipo aragonés a Lugo (20.30 horas, Gol), el lugar en el que San Cristian obró su último gran milagro, el más magnífico de todos. El Anxo Carro ya es un lugar especial no solo para el portero argentino, también para un zaragocismo sediento de buenas noticias. Aquel 30 de abril el meta hizo creer al equipo y a la afición con un gol en el descuento de cabeza, una proeza, un tanto de épicas connotaciones y que catapultó definitivamente al conjunto de Juan Ignacio Martínez a la permanencia. Fue un punto de inflexión evitar aquella derrota y, desde entonces, siete puntos de nueve y la permanencia más difícil de esta ya casi década en la categoría de plata solventada.

Por esa aura tan mística que tiene el Anxo Carro, el Real Zaragoza se encomienda casi a otro milagro. Sí, es exagerado, pero dentro del conjunto aragonés y de la afición se habla de mala suerte o de mano negra con el gol y el encuentro en Lugo, donde Cristian hizo historia, es el escenario ideal para que, de una vez por todas, el cuadro blanquillo rentabilice sus ocasiones, al fin logre adelantarse en el marcador, cierre su portería y gane. En definitiva, sepultar todos sus males y que, igual que el gol del portero argentino, sea un punto de inflexión.

Lo necesita un Real Zaragoza que se encuentra en los puestos bajos de la clasificación pese a no ser merecedor de ello y, aunque para JIM la situación en la tabla «es anecdótica», tampoco escurrió el bulto y recalcó que «es real» y que todos quieren y necesitan vencer ya para reforzar ese buen trabajo que está realizando el equipo aragonés.

Pero aparte del ataque, también urge cerrar la defensa. Se ha encajado en cada uno de los últimos cinco encuentros y en todos ellos se ha adelantado al rival, lo que obliga a un equipo con la puntería desviada a remontar. Así, casi imposible. Se está erigiendo como otra vía de agua a taponar y Lugo, un lugar en el que «siempre pasan cosas en las dos áreas», tal y como expuso el preparador alicantino, y donde siempre hay goles, supondría un golpe de efecto mantener la portería a cero.

En cuanto al once, Juan Ignacio Martínez es de pocos cambios y no se prevén grandes modificaciones. De hecho, posiblemente solo haya una, la vuelta de Fran Gámez al lateral derecho después de cumplir el partido de sanción por la expulsión contra el Fuenlabrada y el regreso de Francés al puesto de central en detrimento de Lluís López.

Las bajas del Lugo

Es decir, retornará el once tipo de JIM, el que alineó en el Fernando Torres. Solo algunas flojas sensaciones de Narváez, que ha estado tocado esta semana por una lumbalgia, o la inclusión de Vada, el máximo goleador del Zaragoza en lugar de Francho o Zapater, podrían trastocar los planes del técnico, pero en principio no tocará gran cosa.

Jair, Chavarría y Eguaras son fijos en el once inicial y el tridente de ataque, pese a sumar solo un tanto entre los tres, se está compenetrando bien y dejan la sensación de que cualquier día pueden explotar, por lo que Álvaro Giménez, Narváez y Nano Mesa tendrán continuidad.

El otro aliciente será ver si en la segunda mitad aparece César Yanis, el gran desconocido del equipo aragonés y el último en llegar. JIM está encantado con el final de semana que ha realizado en los entrenamientos, como así lo hizo saber en rueda de prensa, y es posible que debute oficialmente con el equipo aragonés en Lugo.

En cuanto al cuadro gallego, en cierto modo se puede mirar en el espejo del Real Zaragoza. Está llegando más que el curso pasado y generando arriba (menos que los aragoneses, eso sí), pero no termina de definir y, sobre todo, cuenta con problemas para cerrar su propia portería.

Sobre las bajas, en Cartagena no pudo contar por lesión con el portero zaragozano Óscar Whalley, Álex Pérez, Juanpe Jiménez, José Ángel Carrillo, Alberto Rodríguez, Sebas Moyano y Pedro López. De todos, solo uno, cuyo nombre no reveló el técnico Albés, podría estar disponible para la cita con el Zaragoza.