El Real Zaragoza no tiene nada que celebrar. El equipo aragonés se ha olvidado de ganar y avanza a duras penas y con paso lento en una categoría que no espera a nadie. El Zaragoza suma mucho de uno en uno y casi nunca de tres, algo que solo ha hecho en una ocasión hasta ahora. La única victoria la logró en Alcorcón (1-2) ante el colista, pero no ha podido repetir ni ante rivales mayores ni menores. Ni contra aspirantes a la zona noble ni frente a recién ascendidos a la categoría. Casi todo el mundo suma contra un Zaragoza que no gana para disgustos.

Aunque la sequía de victorias no alcanza exclusivamente a lo que se lleva de temporada. Porque la pasada, envuelta en drama hasta que llegó JIM para salvar al equipo del cadalso, tampoco acabó bien en este sentido. De hecho, el Zaragoza solo ganó dos de los últimos ocho encuentros de un campeonato para olvidar, si bien la cosecha anterior de puntos sumada con el técnico alicantino fueron determinantes para conseguir la salvación. En total, el Zaragoza solo ha salido victorioso en tres de los últimos quince partidos oficiales que ha disputado (los siete de la actual campaña y los ocho últimos de la anterior). Una ruina para un equipo abonado al empate y cuya aspiración en el actual ejercicio, tras haberse librado por poco del abismo en el anterior, era estar «en la pomada» de los equipos que pelearán por el ascenso. Tiempo tiene para ello, pero se impone empezar a sumar de tres en tres cuanto antes.

Porque uno más uno no son tres y el Zaragoza se está especializando en firmar tablas. De hecho, casi la mitad de esos 15 últimos encuentros han terminado en empate (7), algo que ha sucedido en cuatro duelos de la temporada 21-22 (en casa ante Ibiza y Real Sociedad B y en Fuenlabrada y Lugo) y en otros tres de la 20-21 (sin goles en La Romareda frente a Sporting y Espanyol y el 2-2 con gol salvador de Cristian en Lugo). 

La acumulación de empates provoca que las derrotas no sean mayoría durante este periodo con JIM al mando. En total, el Zaragoza ha perdido un tercio (5) de esos 15 choques, repartido en dos en esta campaña (0-1 ante el Cartagena y 2-0 en Valladolid) y tres más en la anterior (3-0 en Girona, 2-1 en Mallorca y el 0-5 con el que el equipo aragonés despidió una bochornosa temporada frente al Leganés). 

El Zaragoza no gana y lo está pagando en una clasificación en la que ningún otro rival ha vencido menos partidos que un equipo aragonés que aventaja en un solo punto al primer equipo que descendería a Primera RFEF y que está cuatro por debajo de las posiciones que otorgan derecho a disputar el playoff de ascenso a Primera. El ascenso directo está ya a ocho.

A remolque siempre

Esta acuciante necesidad de ganar se sustenta sobre la extrema incapacidad del cuadro aragonés para adelantarse en el marcador. De hecho, el Zaragoza es el único equipo de toda la categoría que aún no ha sido capaz de marcar antes que su oponente, lo que le ha impedido afrontar un partido con cierta comodidad. En cambio, los de JIM han ido a remolque en seis de los siete choques y solo se libró en el estreno liguero ante el Ibiza, saldado con empate sin goles. En el resto, el rival siempre anotó antes y solo en Alcorcón (1-2) el Zaragoza fue capaz de remontar, algo que no sucedía desde junio del 2020. La última vez que el conjunto blanquillo se adelantó en el marcador dando antes que su adversario fue en la penúltima jornada de la pasada campaña. Fue en Mallorca, donde Zanimacchia marcó pronto de penalti, si bien el cuadro balear acabaría remontando para llevarse el triunfo (2-1) y celebrar un ascenso a Primera que ya había logrado la jornada anterior.

El Zaragoza no gana, sobre todo, porque no tiene gol. El mal continúa, pues, castigando a un equipo en el que sus delanteros siguen con la pólvora mojada. Solo Narváez ha conseguido estrenar su cuenta goleadora y fue de rebote ante la Real Sociedad B. Y no será por falta de movimiento en vanguardia, donde JIM rescató para la titularidad a Azón el pasado sábado ante el Lugo después de que Álvaro Giménez llevara cuatro encuentros consecutivos ejerciendo de jugador más adelantado del equipo. 

Pero, sorprendentemente, el canterano solo jugó los primeros 45 minutos a pesar de ser uno de los zaragocistas más destacados en un primer periodo en el que forzó el penalti que propició el empate apenas dos minutos después de que el Lugo se adelantara en el marcador. En una decisión que solo tendría lógica en caso de que el aragonés sufriera algún tipo de problema físico, Narváez, que había sido suplente por primera vez en la temporada, pasó a ser la referencia ofensiva del equipo en la segunda mitad. Pero el colombiano, lejos de un buen nivel, tampoco acertó a marcar a pesar de disponer de una clara ocasión.

El cafetero es el atacante que más minutos ha jugado (581) mientras que Azón es el que menos (224). Nano Mesa (256) tampoco ha logrado anotar a pesar de disponer de varias oportunidades claras mientras que Álvaro Giménez, que ya acumula 324 minutos sobre el campo, apenas ha dispuesto de ellas. La mejor fue una chilena en Fuenlabrada que se estrelló en el portero. El Zaragoza no gana...para disgustos.