Con Iván Azón en el campo siempre pasan cosas. El canterano, que ya fue clave en la salvación del Zaragoza la pasada temporada, es un experto en producción, como lo demuestra que, desde que está en el primer equipo, ya ha provocado cinco penaltis. Así, el punta, que entre la pasada campaña y la actual ha disputado un total de 1.282 minutos con el Real Zaragoza, logra una pena máxima para su equipo cada 256, es decir, menos de tres partidos. Solo él es capaz de semejante registro. De hecho, de los últimos seis penaltis señalados a favor del Real Zaragoza, cinco han sido cometidos sobre Azón.

Tres de ellos tuvieron lugar la pasada campaña. El primero, nada más entrar al campo ante el Fuenlabrada, cuando el encuentro ya expiraba con empate sin goles gracias a que Cristian Álvarez había detenido un penalti en la primera parte. El canterano buscó un balón en el área y protegió con su cuerpo la entrada de Pulido, que cayó en la trampa y derribó al zaragocista. Tejero no falló desde los once metros y el equipo de JIM se traía tres puntos de oro de tierras madrileñas (0-1).

El segundo penalti provocado por Azón no tardaría en llegar. Fue cuatro jornadas después, en Lugo, donde el meta local Varo golpeó al delantero aragonés en la cabeza al intentar despejar de puños. Adrián convertía la pena máxima en el 1-1, aunque el Lugo volvería a marcar después y Cristian empataba al final con un tanto que ya es historia. 

Los dos penaltis provocados por Azón suponían cuatro puntos para un Zaragoza que todavía disfrutaría de un lanzamiento más desde los once metros gracias a otra acción del canterano. Fue en la antepenúltima jornada en La Romareda frente al Castellón (3-0). El ariete, que ya había marcado el segundo gol de su equipo, fue objeto de penalti por parte del defensa levantino Gálvez, aunque tuvo que ser el árbitro del VAR el que avisara al colegiado de campo. Tejero, de nuevo, sentenciaba la contienda y certificaba la salvación del equipo aragonés.

En los siete encuentros disputados de esta temporada, Azón ha seguido produciendo para el Zaragoza, si bien no ha estado certero de cara al gol, sobre todo en Valladolid, donde dispuso de dos claras ocasiones para marcar. Principalmente, una de ellas, a puerta vacía y casi en la línea de gol, pero el aragonés estrelló el balón en el poste. 

Marcó en Fuenlabrada, sí, pero el tanto, justo al final del partido, fue anulado por un ajustado fuera de juego que privó al Zaragoza de la victoria (1-1). Pero, poco antes, el delantero zaragozano había provocado otro penalti, el cuarto en su cuenta particular desde que es jugador del primer equipo. Fue tras cabecear un saque de esquina y de que el balón golpeara en el brazo extendido de un defensa local. La clara infracción, detectada por el VAR, daba la oportunidad a Vada para nivelar la contienda. Y el argentino no fallaba.

En Lugo, Azón dio continuidad a su productividad forzando la quinta pena máxima y la segunda de la temporada. Fue, además, en un momento clave, apenas un par de minutos después de que el equipo gallego se adelantara en el marcador. Ros también caía en la trampa de Azón y le derribaba de forma clara a apenas unos metros del árbitro. Esta vez, Borja Sainz fue el que asumió la responsabilidad y quien devolvió las tablas al luminoso del Anxo Carro.

Azón vuelve a ser el delantero más productivo de un Zaragoza que rescató al canterano en Lugo para el once inicial tras cuatro partidos fuera (dos de ellos con la selección sub-21). Y el atacante fue, junto a Eguaras y Jair, el mejor zaragocista de la primera parte. Sin embargo, JIM sorprendió a todos dejando a Azón en la ducha al descanso y situando a Narváez como punta de lanza. La decisión privaba al Zaragoza de uno de sus jugadores más productivos. La pasada campaña marcó tres goles y provocó tres penaltis en 1.058 minutos a pesar de ser titular en solo diez partidos. En la actual ya ha provocado dos más en 224 minutos.