Sucedió el curso pasado y se repite en el actual. El Girona era el segundo club con el límite más bajo, con 4,15 millones tras la revisión de enero, después de que en la 19-20 tuviera más de 29 por la ayuda al descenso tras bajar la temporada anterior. En esta ocasión ni siquiera tiene un equipo por debajo en potencial económico. Sus posibilidades en teoría son las más bajas de la categoría de plata, 3,9 millones, mientras que el Zaragoza por ejemplo cuenta con 5,7, siendo el decimoséptimo en ese ranking, aunque también en su margen no hay que dejar de lado la aportación a través del acuerdo global con el fondo CVC. ¿Encaja esa cifra en una plantilla del Girona en la que están Stuani, Samu Saiz, Bernardo, Borja García, Aleix García...? Lo cierto es que no.

El delantero uruguayo, antes de la última modificación de su contrato, ya tenía una ficha que rondaba los tres millones, que se bajó, pero solo su salario actual ya cubriría una buena parte de ese límite ficticio de un Girona que en teoría es el último en potencial económico, pero en realidad solo tendría al Eibar, al Valladolid, al Leganés, al Huesca, a la Real Sociedad B y a Las Palmas, si bien de los 10,3 millones que tiene el Almería también habría mucho que hablar sobre su realidad en el coste de la plantilla del equipo andaluz.

Parte del exceso de esta temporada se subsana en la siguiente con una ampliación de capital ya suscrita y de 20 millones de euros

El Girona, que forma parte del City Group desde 2015 y que este año eso ha supuesto que repitan cesión Pablo Moreno y Nahuel Bustos y llegue Sarmiento, puede excederse, como lo hizo el curso pasado, en más de seis millones en su límite salarial para ubicarlo en algo más de 10,5 con la autorización de LaLiga, a sabiendas de que la próxima temporada comenzará con ese saldo negativo, que será subsanado, en parte, con las dos ampliaciones de capital, por un valor global de 20 millones y que quedaron cubiertas a finales de septiembre. 

El club catalán, presidido por el exfutbolista Delfi Geli y en el que la propiedad se la dividen Pere Guardiola, el hermano de Pep (16%), el empresario boliviano Marcelo Claure (35%) y el City Group, que controla el 47%, tuvo unas pérdidas el curso pasado que rondaron los 8 millones de euros por la pandemia, pero el músculo financiero de sus máximos accionistas sujeta la economía de la entidad, que cuenta ahora mismo con algo más de 9.000 socios. Tiene la pretensión de retornar a la máxima categoría, si bien ha perdido potencial en su plantilla, donde se han ido jugadores como Mamadou Sylla (Alavés), Mojica y Gumbau (Elche), o Ramalho (Osasuna), y un delantero del nivel y la capacidad de Stuani no es el que era ya hace solo unos años. El comienzo irregular, con un equipo no adaptado al estilo con Míchel para buscar más posesión, ha puesto más caro el objetivo para el club catalán, que tocó la élite en 2017 y que bajó dos años después.

El caso es que ahora, con Míchel de regreso a la idea del 5-1-2-2 para jugar con tres centrales, el esquema más utilizado en los últimos años en Montilivi y con un equipo con mucho potencial en el medio, pero algo escaso de pegada si Stuani no recupera nivel, busca una nueva tentativa de ascenso después de que en los dos últimos cursos se haya quedado a las puertas de subir a Primera en la final por el 'playoff'.