La victoria se le resiste a este Zaragoza necesitado, con solo un triunfo en Alcorcón y tras ocho empates consecutivos, en la zona baja de la tabla, con los mismos puntos que el descenso tras 12 jornadas. Por eso, el mensaje de Juan Ignacio Martínez no tiene paños calientes, ni elude la urgencia de ganar, algo que no se ha logrado en La Romareda, donde el equipo vuelve este domingo para jugar ante el Mirandés. “Somos el Real Zaragoza que está herido en ese orgullo, está en todo lo alto y hay que sacarlo desde el minuto uno”, proclama el entrenador, en una frase que tenía preparada para la ocasión y que deja a las claras la obligación de un triunfo para no aumentar más una crisis de resultados por culpa de tantos empates consecutivos. “Te cuestionas cosas, pero no hago reproches al equipo, porque el esfuerzo y el compromiso están ahí. El futbolista se deja todo y quiero transmitir esa confianza porque deseamos que ya sea el próximo partido el de ganar, eso que tanto cuesta. Pero no queremos hablar tanto, queremos actuar más”, sentencia.

"Esa confianza estamos intentando transmitirla entre todos, pero no podemos vender historias, tenemos que hablar y actuar en el campo. El jugador, por su compromiso y esfuerzo, tiene que tener su recompensa"

El entrenador alicantino llegó en diciembre pasado a un Zaragoza que caminaba hacia Segunda B y su giro fue brutal para sellar la salvación, una conquista donde la capacidad de transmisión del mensaje, la moral y la confianza que insufló fueron vitales. Y eso JIM está convencido de que se mantiene en su forma de trabajar en ese vestuario. “Mi motivación supuestamente le llega al jugador porque así lo percibo. Creo firmemente en mi trabajo. Siempre me cuestiono cada entrenamiento y cada jugada y el día en que no esté preparado para estar en el Zaragoza seré el primero en decirlo. Esto es un reto. Yo no vine para salvar al equipo, pero en aquel momento la situación era caótica. Llegué para cotas mayores, aunque ahora mismo estamos en una situación de ganar, sobre todo en La Romareda para que el equipo crezca en autoestima y en todo lo que hace”, indica, con la seguridad absoluta en lo que hace y en una labor que debe volver a dar sus frutos, en forma de una victoria en casa. “No se trata de liberar, se trata de ganar. No hay más historia. Esa confianza estamos intentando transmitirla entre todos, pero no podemos vender historias, tenemos que hablar y actuar en el campo. El jugador, por su compromiso y esfuerzo, tiene que tener su recompensa y a ver si vienen ya bien rodadas”

Para eso es fundamental, en una semana con tres partidos, Mirandés, Burgos y Sporting, y con dos citas en La Romareda, retomar la senda victoriosa, en un Municipal donde espera este domingo primero el equipo burgalés y dentro de una semana el conjunto asturiano, dos partidos para dar sendas alegrías a la afición. “Lo que palpo en el vestuario es muchas más ganas, porque ese ambientazo en La Romareda es único y por ese reto personal de dar esa alegría a esas personas que han sufrido tanto. Nuestro hándicap grande está en casa, de local no estamos siendo fiables. Y ahí es donde queremos romper esa dinámica”.

“Tengo el convencimiento de que esta semana les toca mojar a Álvaro y a Nano Mesa. Y si no, que la meta un defensa"

Para ello es fundamental mejorar en la estadística goleadora, ahora además sin Narváez y Vada, que han anotado 6 de los 8 goles del Zaragoza, el menos realizador del campeonato. El foco apunta a todo el equipo, pero en especial a Álvaro Giménez y Nano Mesa, los delanteros que llegaron en verano. “Tengo el convencimiento de que esta semana les toca mojar a ellos. Por decir esos dos compañeros. Y si no ,que la meta un defensa. Son los delanteros y tienen más posibilidades, pero luego también está el balón parado, las transiciones… Los goles pueden llegar de muchas maneras”, asevera, consciente de que sin esa mejoría en ataque los registros en defensa, que señalan al Zaragoza como el menos goleado y también a su portero como uno de los que menos intervienen valen de poco. “Es que si no fuera así, estaríamos en una situación mucho más crítica de la que estamos. Es como mires la botella, las jornadas que llevas sin perder o sin ganar. El equipo hace muchas cosas bien, pero hago empatía con la afición, que quiere vernos vencer ya”.

“Hasta mi hija me dijo que, si no nos meten goles, cómo nos marcaban en el 87 en Gerona. Es un bofetón con la mano abierta. Es una jugada encadenada de muchos errores. Esos detalles no pueden suceder si somos tan fiables"

Para ello habrá que mejorar “en los detalles que diferencian en el fútbol, esos fallos que hacen que los triunfos se te queden en el camino”, reconoce. Uno muy claro se cometió en el gol del Girona faltando muy poco para el final y cuando el Zaragoza ya rozaba la victoria. “Hasta mi hija me dijo que, si no nos meten goles, cómo nos marcaban en el 87. Es un bofetón con la mano abierta. Es una jugada encadenada de muchos errores. Esos detalles no pueden suceder si somos tan fiables defensivamente”.

Las dos caras del Mirandés

Eso lo examinará un Mirandés, que tiene dos caras, “en Anduva y fuera. Es un equipo muy ofensivo. Juega muy bien a la contra, en las transiciones, con futbolistas cedidos y jóvenes con talante muy atacante”, destaca JIM, que como siempre no da pistas en el once, donde habrá cambios tras la revolución de ocho novedades en Montilivi, pero que ratifica el buen partido de Petrovic, lo que le da opciones de seguir como titular. “El club hizo un gran esfuerzo por traerlo. Llegó, jugó unos partidos y no estaba del todo en forma. Esa precipitación se le volvía en contra a él y al equipo. Es un buen futbolista y nos puede dar muchas cosas”.

"Petrovic llegó, jugó unos partidos y no estaba del todo en forma. Esa precipitación se le volvía en contra a él y al equipo. Es un buen futbolista y nos puede dar muchas cosas”

Jair y los cambios

En ese once zaragocista es un fijo Jair, de los pocos que no rotaron en Gerona. “Está en un buen momento. Incluso le pido disculpas a Clemente porque es ahora el jugador que no ha actuado, pero preferí para no mover tanto mantener a Jair. A Clemente lo conocéis, lo hizo ya muy bien aquí, ha sido internacional y llegará su momento”, sentencia, elogiando al central zaragozano, en pleno proceso para renovar, sin acuerdo, y aparcando por ahora la idea de los tres centrales, que solo ve como “una variante más”, ya que todo apunta que ante el Mirandés JIM repetirá estilo en el 4-1-4-1, aunque con varias novedades como Francés, Álvaro Giménez, Eguaras, Zapater o hasta César Yanis. 

Acortar plazos con Narváez y Vada

JIM no quiso dar fechas para los retornos de Narváez y Vada, que sufren lesiones musculares, pero dejó claro que la idea es acortar en todo lo que se pueda los plazos y la visión es optimista con la vuelta de ambos. El argentino, que sufrió en Montilivi el pasado lunes una microrrotura de en el aductor izquierdo, se ha marcado el reto de volver ante el Sporting el 7 de noviembre, aunque parece más factible que lo haga ante Las Palmas, seis días después. El colombiano se lesionó ante la Ponferradina el 21 de octubre con una rotura pequeña en el cuádriceps y no está descartado para llegar al estadio de Gran Canaria, aunque es más posible que pueda hacerlo ante el Leganés el 22 o, como mucho, frente al Amorebieta en la última jornada en noviembre. "Están los temas de Narváez y Vada, su evolución va siendo buena, pero es muy precipitado aún para este partido. Los plazos muchas veces se pueden acortar por las sensaciones buenas. Y los jugadores quieren jugar, Juanjo por ejemplo se subió en el bus a Lugo pese a sus molestias y al final tuvimos que echar mano de él. Los demás están todos, con ligeras molestias algunos, pero disponibles", destaca JIM, que tampoco puede contar con Vigaray y Lasure, ambos con problemas de larga duración.