Con evidentes problemas de liquidez, pero el Real Zaragoza va abonando a la plantilla sus emolumentos. Tal y como se comprometió, a lo largo del pasado mes de noviembre abonó a los jugadores, pero al cuerpo técnico y a los trabajadores también, la nómina de octubre. Primero, la mitad en un pago que ya se hizo aproximadamente hace un par de semanas y después, tal y como prometió a los futbolistas, en otro que ha tenido lugar de forma más reciente. Ahora, el club tiene que abonar la de noviembre, algo que ha prometido que hará a sus trabajadores en la mayor brevedad, con el esperado ingreso de CVC Capital Partners como punto clave para solucionar los problemas de liquidez de la SAD.

Esos problemas de tesorería han obligado a priorizar el pago de las mensualidades a jugadores y trabajadores del club sobre otros pagos, como indemnizaciones tras rescisiones, despidos o devolución de mensualidades de préstamos. Hasta hace unos años, los jugadores cobraban su ficha en una parte pequeña en mensualidades y la mayor dividida en dos plazos, en junio y en diciembre, pero ahora la inmensa mayoría la cobra de forma mensual. En todo caso, la palabra dada sobre los emolumentos de octubre se ha cumplido a rajatabla y en el vestuario hay absoluta tranquilidad en cobrar en breve la nómina de noviembre. La SAD siempre ha cumplido en estos años con sus obligaciones con los jugadores y así lo exige también el control económico de LaLiga

La SAD sostiene que cada temporada hay un déficit de caja en torno a los 10 o 12 millones. Es cierto, eso sí, que han ayudado mucho en este curso el aplazamiento del pago de la anualidad del concurso de acreedores, de 2,47 millones, tras la modificación del convenio a septiembre de 2022 y sobre todo el préstamo del fondo CVC a los clubs de LaLiga, del que una parte (15%) puede ir destinado al límite salarial, que se ha quedado en 5,7 millones, otro 15% al pago de deuda o un 70% a la mejora de la infraestructuras han aliviado algo ese déficit, pero no sería suficiente. Con todo, la mayor parte del destinado a límite salarial (casi 2 millones en global) se habría ocupado ya en este curso, aunque había la posibilidad de repartirlo hasta en tres temporadas.

El dinero de CVC, cuya firma está prevista para el 10 de diciembre, si bien los clubs que no están de acuerdo en esa operación, Real Madrid, Barcelona y Athletic, están planteando una opción alternativa con una duración menor en la devolución del préstamo, está previsto que se pueda ingresar en un 40% de forma inmediata y un 20% en 2022, 2023 y 2024. Pendiente de ese ingreso con el fondo inversor americano, el Real Zaragoza, en sus cuentas anuales, ha presentado un presupuesto a pérdidas de 2,51 millones y el límite salarial oficial, de 5,708 millones, difiere en casi 1,5 del presupuestado por el Zaragoza, que en sus cuentas anuales para la temporada 2021-22 es de 7,19, señales que dejan claro la importancia que tiene recibir esa cantidad de CVC lo antes posible.

Con la operación de compraventa con Spain Football Capital parada por la falta de garantías económicas, con la opción de una negociación con una filial de CVC rota desde julio y la vía de Ander y César frenada por las diferencias a la hora de controlar la gestión deportiva con una inversión de tres millones, el Real Zaragoza no ha encontrado la entrada de capital necesaria para resolver su situación. Los accionistas principales, que no mayoritarios, la familia Yarza, Juan Forcén y Carlos Iribarren, abogan por su salida del club, que tienen decidida, en tanto que la familia Alierta asegura, según su entorno, que desea salir pero que de momento ninguna de las opciones que se han presentado, conocidas o no, ha tenido las suficientes garantías o su total aprobación para que el Zaragoza se quede en las mejores manos posibles. En todo caso, cualquier operación de compraventa pasa por la decisión de la familia Alierta, ya que entre César y su sociedad Prado de Altaoja (49%) y Sainz de Varanda (1,56%), vicepresidente y consejero delegado, controlan la mayoría del capital social, que asciende a 6,3 millones.

El control del club

El consejero delegado es ahora el hombre fuerte del club después de que durante mucho tiempo la entidad haya estado más controlada por la familia Yarza y Forcén, con muchos ejecutivos de su confianza en el día a día. Esos directivos siguen, pero de un tiempo a esta parte es Sainz de Varanda el que está tomando con fuerza esa gestión diaria y persigue ahora un crédito bancario con el que acometer una refinanciación parcial de la deuda, de unos 10 millones, para cubrir las necesidades económicas hasta final de temporada y de la siguiente. La otra vía que se está explorando es la de buscar un préstamo global de alrededor de 40 millones y refinanciar gran parte de la deuda durante un mayor número de años. Esa deuda, a 30 de junio de 2021, es de 68,02 millones, la que se presentará en la próxima Junta General de Accionistas que se celebrará el 21 de diciembre y donde se aprobará un superávit en el curso 2020-21 de 2,96, aunque en esa campaña hubo casi 6,2 millones de beneficio extraordinario con las ventas de Guti al Elche y de Pombo al Cádiz tras ejecutar la opción de compra.

Sin, de momento, esa entrada de capital y descartando de plano cualquier aportación de los actuales miembros de la Fundación la salida para aligerar las tensiones de tesorería está en un traspaso en enero y, como ya contó este diario, es Francés el que podría ser el elegido, ya que es un futbolista cotizado y varios clubs están detrás de su fichaje, sobre todo el Sevilla, pero también la Real Sociedad, el Celta, el Villarreal o el Valencia. El club en sus presupuesto de este curso, ha establecido 1,4 millones por traspasos hasta el 30 de junio próximo y en verano no realizó ninguna venta. Juanjo Narváez, Francho o Chavarría son otros jugadores que también tienen cartel y podrían entrar en una operación de venta.