Aunque todos las dianas sumen uno en el marcador, el fútbol demuestra a diario que hay goles y goles y que no todos valen lo mismo. Bien lo sabe el Real Zaragoza esta temporada, ya que, con prácticamente la mitad del curso disputado, los aragoneses son el equipo que más rentabiliza en puntos los tantos que anota.

El conjunto zaragocista lleva 17 goles en los 19 partidos desde el inicio de la Liga. Un pobre bagaje lastrado por un comienzo en el que costó un mundo ver puerta en la mayoría de encuentros. Sin embargo, esos 17 goles se han convertido en un buen puñado de puntos (26) que, tras la victoria del domingo en La Romareda ante el Eibar vuelven a hacer soñar al equipo con jugar, al menos, el playoff de promoción a Primera.

Esos 26 puntos con 19 goles suponen que por cada gol que anota el Real Zaragoza esta temporada el equipo suma 1,52 puntos a su casillero en la clasificación. Ese dato coloca al equipo aragonés como el conjunto que mejor aprovecha sus goles en la categoría de plata. Por detrás se sitúan el Málaga (1,44), el Tenerife (1,36) y la Ponferradina (1,34).

Este dato habla a las claras de lo bien que compite el equipo entrenado por Juan Ignacio Martínez y de que, aunque no consigue apabullar a sus rivales, es un conjunto muy difícil de superar. Dada la ya demostrada igualdad existente en la categoría, este aspecto se antoja clave para cuando lleguen los momentos calientes de la temporada. 

El otro dato esclarecedor para entender por qué los aragoneses rentabilizan sus goles de la mejor manera es el gran trabajo defensivo que realizan los hombres de JIM. El Real Zaragoza solo ha encajado 16 tantos en los 19 partidos disputados, cifra que solo consiguen igualar o mejorar los dos conjuntos que se encuentran en posiciones de ascenso directo a Primera División. El Almería, con 13 goles en contra, es el equipo con mejor números defensivos y la Ponferradina se sitúa a la par que los aragoneses con 16.

Mejoría goleadora

Aunque el Real Zaragoza no llega ni siquiera al gol por partido en lo que se lleva disputado de competición, la nota positiva la da la mejoría patente que se observa en el último tramo liguero. Desde el derbi aragonés en La Romareda, que finalizó sin goles, el Zaragoza ha conseguido ver puerta en diez de los últimos once partidos que ha jugado (incluyendo el partido copero ante el Mensajero en La Palma). La dinámica comenzó en la racha de infausto recuerdo de los empates, donde el Real Zaragoza sumó cuatro partidos con idéntico resultado, 1-1, ante Málaga, Girona, Ponferradina y Mirandés. A continuación llegaron los tres triunfos consecutivos ante el Burgos, Sporting y Las Palmas, seguidos del batacazo ante el Leganés como local, único partido en este período de tiempo en el que no se atinó entre los tres palos. 

El empate ante el Amorebieta, el citado choque de Copa y la victoria ante el Eibar consiguen mantener una dinámica goleadora que parecía imposible al inicio de temporada ya que el Real Zaragoza comenzó siendo el equipo con menos gol de Segunda, con tan solos cinco tantos en los primeros nueve duelos disputados.

A pesar del gran avance que suponen estos números, en el debe del conjunto zaragocista está en que solo en dos de esos once partidos ha logrado meter más de un gol (las victorias ante el Sporting y Las Palmas). Pero si el equipo dirigido por JIM consigue sumar esta mayor eficacia ofensiva demostrada en las últimas fechas con el gen competitivo y la solidez que se aprecian desde que llegó el técnico alicantino el pasado año al banquillo, el Zaragoza podrá por fin dejar de mirar hacia abajo en la tabla clasificatoria y concentrarse en pelear por cotas mayores.