Conoció Adrián González por boca de Miguel Torrecilla el mismo día que Eguaras, el miércoles pasado, que debía buscarse equipo este enero, aunque al madrileño no le cogió por de sorpresa. Ya lo dejó claro en una rueda de prensa tras marcar ante el Burgos y sus agentes llevan tiempo rastreando el mercado para salir en enero, con equipos interesados en Segunda, como el Fuenlabrada de Pellicer, que lo dirigió en el Málaga, aunque esa vía todavía no se ha abierto, y en el extranjero, pero a día de hoy no tiene ofertas en firme.

El centrocampista, que ya vivió un primer año difícil de zaragocista, en este caso por las lesiones, ha añadido un segundo y último curso, ya que acaba contrato en junio, también ingrato, como relevo recurrente de JIM en los tramos finales de los partidos, con el tiempo casi agotado en la mayoría de ellos, y sin que su salida al campo buscando su capacidad goleadora (llegó a jugar de referencia en El Toralín) o su calidad para retener el balón, según convenga, hayan supuesto un cambio importante para el equipo en esas citas, hasta 15 en Liga en las que salió desde el banquillo zaragocista.

El quinto que más

Esas 15 veces saltando al campo de suplente le convierten en el quinto jugador que más veces lo ha hecho en Segunda. Le superan Ortuño en el Cartagena, con 21, Miki Villar en el Ibiza con 17 y Zalazar (Ponferradina) y Pombo (Oviedo), con 16. Sin embargo, Adrián ha jugado muchos menos minutos ligueros que ellos, solo 256 distribuidos en 17 choques, de los que fue titular en dos, en Montilivi ante el Girona, y en La Romareda frente al Mirandés, no completando tampoco esos encuentros, por cierto. Esas dos titularidades consecutivas, en las jornadas 12 y 13, llegaron tras acumular méritos saliendo del banquillo en los choques anteriores, pero lo cierto es que a fuerza de volver a su rol de relevo su nivel ha acabado por bajar en los últimos tiempos.

A Adrián, en 12 de las 15 ocasiones que ha salido desde el banquillo, apenas le ha dado tiempo ni a sudar, ya que lo ha hecho en los últimos 10 minutos. Contra el Sanse, el Oviedo, el Huesca, el Eibar y la Ponferradina saltó con el tiempo casi agotado y no muchos más segundos tuvo ante el Alcorcón y el Cartagena. Los duelos ante la Ponferradina en la Romareda, el Burgos, el Amorebieta, el Tenerife y el Mirandés en Anduva completan la lista de apariciones cerca de llegar al epílogo.

Mientras, en Copa, Adrián sí fue titular en los tres choques, con gol al Burgos incluido, pero solo en La Palma contra el Mensajero completó los 90 minutos y frente al Sevilla se fue con cara de pocos amigos. Ese rol de relevo habitual y de minutos coperos ha acabado por erosionar al jugador y en la intimidad deja traslucir un desencanto que ya se leía entre líneas en sus declaraciones tras jugar contra el Burgos en Copa.

En su primer año, dos lesiones en el cuádriceps consecutivas lastraron su primera vuelta y acabó jugando 20 partidos, con 6 de titular y tres goles y una aportación aceptable en la segunda mitad del curso y ya con JIM. Adrián, a sus 33 años y con 243 partidos en Primera, ya ha dejado atrás sus mejores años y es obvio que en el Zaragoza ha continuado una cuesta abajo que ya empezó en su último año en el Málaga. Aun así, todavía tiene fútbol, talento y llegada y apunta a demostrarlos en otro sitio a partir de este enero.