La iluminación es uno de los serios problemas actuales de La Romareda. Las carencias en este apartado obligan al Real Zaragoza a asumir una sanción cada vez que hay partido como consecuencia, sobre todo, de la inexistencia del sistema de recuperación inmediata del suministro eléctrico en caso de apagón, una de las exigencias impuestas por LaLiga en su reglamento para la transmisión televisiva. Además, también se exige que todas las bombillas de las torres sean de LED, algo que tampoco se cumpliría en La Romareda. El coste total de subsanar estas deficiencias que afectan a la iluminación del estadio municipal superaría, según fuentes consultadas por este diario, el millón de euros, una cantidad que el Real Zaragoza considera inasumible y que figura entre los requisitos indispensables para que la selección española vuelva a Zaragoza el próximo mes de septiembre.

La multa impuesta cada quince días al Real Zaragoza no concierne, pues, a la intensidad de la luz, sino a la inexistencia de ese sistema de recuperación rápida del suministro en caso de apagón. Entre las exigencias impuestas por LaLiga en el reglamento para las transmisiones televisivas figura la obligación de disponer de disponer tanto de focos adecuados como de un generador que garanticen la recuperación inmediata del suministro en caso de pérdida de este. Pero el Real Zaragoza, que es el que paga las sanciones de LaLiga (se descuenta a final de temporada del ingreso correspondiente por televisión), carece de este sistema y que el ayuntamiento deberá asumir ahora como una de las condiciones sine qua non para que la selección pueda jugar en La Romareda.

En realidad, el tono expuesto este jueves tanto por el alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón, como por el presidente de la Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales, fue algo menos convencido que en anteriores ocasiones. Ambos dejaron entrever que el sueño de la Federación Aragonesa de convertir el regreso de la selección a Zaragoza en uno de los platos fuertes de la celebración de su centenario aún no es una realidad. Como si el informe de la Española con las reformas necesarias en La Romareda para acoger el encuentro internacional fueran más de las previstas y, sobre todo, más caras. «Hay que trabajar rápido para evaluar el coste y el tiempo, siempre con la colaboración básica del Real Zaragoza», advirtió Azcón.

Pero el primer edil de la capital aragonesa fue aún menos tajante cuando anticipó que el coste de esos trabajos impuestos para que el estadio municipal acoja, el próximo 24 de septiembre, el España-Suiza correspondiente a la Liga de Naciones es, quizá, demasiado. «Hablamos de mucho dinero», subrayó el alcalde, que hizo referencia a tareas obligadas en aspectos como el aire acondicionado de los vestuarios o la iluminación. «La situación económica del ayuntamiento no es boyante. De hecho, somos el consistorio más endeudado de España, lo que nos obliga a pensar mucho cada inversión. Es muy distinto si algo cuesta 300.000 euros o 2 millones. Hay que evaluar junto al Zaragoza las obras que son necesarias a través de un informe que tendremos en los próximos días», dijo.

Rubiales, por su parte, tampoco acaba de verlo claro o, al menos, esa sensación transmitió el presidente de la Federación Española. «Sería tremendo que por no poder cumplir con esos mínimos requerimientos la selección no pueda venir a Zaragoza», dijo.