Las protestas han venido para quedarse. La movilización llevada a cabo el pasado sábado por el zaragocismo no se quedará ahí y tendrá continuidad hasta la conclusión de la temporada si no hay cambios en la crisis institucional que envuelve al club desde hace tiempo.

Pablo Palomar (presidente de las peñas del Real Zaragoza): "Lo del sábado fue solo un punto de partida. La gente no va a dejar pasar ni una más"

Así lo anuncia el presidente de la Federación de Peñas del Real Zaragoza, Pablo Palomar, que hace un balance «muy positivo» de lo acontecido antes y durante el partido ante el Valladolid. «Teniendo en cuenta el horario tan malo que era, estuvo bien. Acudió mucha gente a la concentración previa al partido y todo transcurrió por cauces normales. También hubo mucha afluencia entre los que accedieron al campo a los diez minutos aunque había quien no tenía muy claro la idoneidad de esta acción, pero lo más significativo de todo fue la pañolada, que fue seguida por todo el campo», resalta.

Y es que la movilización del zaragocismo contra la gestión de la directiva alcanzó su punto álgido en el minuto 32, cuando estaba programada una pañolada con pitada incluida que recordó a la Agapitada emprendida para rechazar la labor de Agapito Iglesias. El sábado, La Romareda fue un clamor y los pañuelos negros inundaron el estadio. El éxito de la iniciativa fue indudable. De ahí que las peñas, impulsoras de la actuación, confirmen lo que ya anunciaron: la continuidad de esas pitadas en todos los partidos que restan por jugarse en La Romareda, eso sí, siempre que la situación institucional actual se mantenga. «La Romareda fue un clamor y la gente respondió de forma unánime, dejando claro a los que dirigen el club que estamos hartos. Pero lo del sábado solo fue un punto de partida porque la pañolada continuará mientras no haya un vuelco de la situación. No vamos a parar», anuncia Palomar, que, asimismo, estudia otras posibles actuaciones que podrían llevarse a cabo. 

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FOTOGALERÍA | Así se vivieron el sábado las protestas en La Romareda Ángel de Castro

La pañolada escoció de lo lindo entre los consejeros que sí acudieron al palco (Sainz de Varanda y Uguet, los únicos que dieron la cara, lo que evidencia la división interna a pesar de que la «unidad» reclamada el día antes por el club a la afición). «Esa acción no es algo novedoso, sino que ya se ha hecho en otras ocasiones y es una forma de reivindicación que la gente, que está ya muy quemada y quería mostrar su enfado, ya tiene interiorizada. Esto no va a parar y se irá viendo si completamos esa movilización con otras acciones», añade Palomar.

Medidas complementarias

Aunque no hay nada decidido. De hecho, el máximo representante de las peñas zaragocistas subraya que esas posibles actuaciones añadidas deben contar con el respaldo de todos. «Tenemos que hablar y meditarlas porque no es tan fácil, pero lo que es seguro es que no descartamos nuevas actuaciones a partir del próximo partido en casa (dentro de dos semanas contra el Málaga). Desde luego, si el asunto en las altas esferas sigue igual, habrá que adoptar nuevas iniciativas», advierte.

"Que se vayan", el grito de la afición a la directiva

"Que se vayan", el grito de la afición a la directiva Ángel de Castro

Porque las movilizaciones «han venido para quedarse», reitera Palomar. «No sé en qué modo y de qué forma, pero la reivindicación sigue presente y las acciones seguirán hasta final de temporada». En ese sentido, el presidente de las peñas confía en que los dirigentes hayan «captado el mensaje y, si no lo han hecho, tienen un problema» porque «la afición está muy cabreada y no va a dejar pasar ni una más».

"La ausencia de Lapetra en el palco fue un gran error si no hay causa de fuerza mayor. No se entiende que falte en un día así"

Se lo perdió el presidente, Christian Lapetra, cuya ausencia en el palco justo el día de las movilizaciones fue «un gran error si no está justificada por motivos de fuerza mayor», dice Palomar. «No se entiende que el presidente falte al palco en un día así y, al menos, el club debería dar una explicación porque su ausencia trunca la normalidad institucional».

Tampoco gustó a la masa social el trato dispensado a la leyenda zaragocista, Canario, con un homenaje discreto que el club mantuvo a pesar de la movilización programada desde hace tiempo. «Lo que le hicieron fue un feo tremendo. Había muchos otros días para hacerlo, pero ese no era el momento. El club se equivocó profundamente», asegura Palomar, que reclama a la propiedad que ponga fin a la actual situación. «El modelo actual no va a ningún lado y pedimos que, si hay alguna posibilidad real de venta, no se bombardee desde uno u otro sector y faciliten esa transición ordenada». Además, Palomar pide que ese cambio de poderes se haga «a un grupo o persona de solvencia acreditada» y una «hoja de ruta» clara. «Queremos un plan de futuro y un club con el que sentirnos identificados», expone.