El Real Zaragoza tendrá que realizar el tercer pago del concurso de acreedores en este 2022, los 2,47 millones establecidos tras la modificación del convenio aprobada el pasado julio y que establece el pago de los 24,736 millones en 10 años hasta 2031 con la suspensión por tres años en caso de descenso a Primera RFEF, con un máximo de 5 años, y el incremento de las cuantías para los acreedores en un 20% si hay un ascenso para liquidar antes esa deuda. El club aragonés, que salió del concurso en 2012, solo ha hecho dos pagos, en 2018 y en 2019, por en teoría 1,36 y 1,679 millones, 3,039 millones en total, pero de esas cantidades hasta 808.440 euros (más de una cuarta parte) no se abonaron a los acreedores porque estos no facilitaron en tiempo y forma sus cuentas corrientes. Esas deudas, como las subordinadas, se abonarán tras acabar las ordinarias en 2031, por lo que algunos acreedores pueden tardar más de 20 años en cobrar esas cantidades. 

En el decimoquinto informe concursal al que han tenido acceso Media Aragón y este diario, se hacen constar esas cantidades no pagadas y que en el primer año, en 2018, suponían 560.885 euros de los 1,36 millones que había que abonar, mientras que en el segundo eran 248.5955 de los 1,679. En 2019, tanto Shakhtar, con la deuda contraída con el caso Matuzalem, como Milan, por el traspaso de Oliveira, los dos mayores acreedores de la entidad sí facilitaron sus cuentas para que se les hiciera el pago, lo que fue la causa principal del descenso de esos impagos. La deuda concursal del club ucraniano asciende a un total de 4,7 millones, de los que solo ha cobrado 332.000 euros, mientras que la de la entidad rossonera es de 2,4, de los que ha percibido 169.00 euros.

En el primer año, en 2018, hasta 185 acreedores no facilitaron la cuenta bancaria para el pago y en el segundo, 164. Algunas de esas deudas, de muy reducida cuantía, es factible que ni se acaben pagando. Por ejemplo, el Nápoles (Contini), la Lazio (Carrizo) o el Partizan (Obradovic), tres acreedores importantes, aún no han comunicado su cuenta bancaria y no han recibido cantidad alguna. 

Las condiciones

El club, en un concurso al que entró con una deuda global en 2011 de 145 millones de euros, estableció una quita para abonar el 40% de las cantidades adeudadas ordinarias (27,2 del total de 68) a sus acreedores y un 10% más en función de traspasos. La SAD logró una primera modificación del convenio en 2016 para retrasar el primer pago hasta 2018, mientras que esta segunda modificación aprovechó el cambio en la ley concursal a consecuencia de la pandemia para establecer un nuevo calendario tras aplazarse el pago de 2020. En un primer momento se prorrateó ese abono en los años siguientes y después se logró la modificación tras adherirse a la misma casi el 53% de los acreedores ordinarios.

En el anterior convenio el pago iba incrementándose en sus porcentajes año a año, el primero fue del 5% y el segundo del 7%, el tercero era de 9% y así sucesivamente, hasta acabar en 2024 y 2025 con un 19%, más de cinco millones en cada año. Ahora, es una cantidad lineal y en este 2021 no se abonó puesto que la modificación del convenio se aprobó a mediados de julio por la jueza Mari Carmen Villellas, una vez terminada la temporada deportiva, por lo que el primer pago ya se establece en el curso 21-22 para hacer en este mes de septiembre, si bien en el informe concursal se asegura que el pago será este 2 de julio.

Las conclusiones

En el decimoquinto informe concursal, con fecha 23 de diciembre, se hace constar por parte de los administradores Carlos Terreu, Andrés Jiménez y Jorge Aso, que la SAD está cumpliendo «razonablemente» con la propuesta de pago, pero se advierte que se siguen «identificando riesgos que podrían tener un impacto sobre la viabilidad de la SAD como son la difícil situación financiera, la capacidad de generación y la militancia en Segunda y ese escenario se ha complicado por la covid-19», aseguran.