Casi en la víspera de una final ante el Leganés, el Real Zaragoza comunicó que Sabin Merino, el delantero fichado durante el mercado invernal destinado a paliar el grave problema con el gol del equipo aragonés, no podrá participar en ella debido a una cláusula contractual.

La cláusula es habitual en las cesiones, pero no en traspasos a coste cero como el de Merino al Zaragoza

El anuncio lo hizo JIM, aunque de forma accidental al responde a la pregunta de un periodista que sondeaba la posibilidad de que el atacante vasco, que debutó el pasado sábado ante el Málaga, pudiera jugar en punta en lugar de acostado a un lado, como hizo en su estreno. La respuesta del entrenador asombró a todos. «Si Sabin puede jugar o no en el centro del ataque lo veréis dentro de dos semanas, porque frente al Leganés no puede jugar por una cláusula de su contrato», dijo JIM para la sorpresa colectiva. 

En un hecho sin precedentes conocidos en la historia moderna del club, un futbolista que llega traspasado a coste cero desde otro club y que pasa a ser propiedad del Real Zaragoza no puede jugar ante su exequipo. Esa cláusula del miedo, tan habitual en las cesiones como inaudita en traspasos de este tipo, deja al equipo aragonés sin el exjugador de un Leganés que habría impuesto la introducción de esa condición en la operación para permitir la salida de Merino hacia la capital aragonesa. 

'Sine qua non'

El Zaragoza, a través de su director deportivo, Miguel Torrecilla, habría aceptado esa premisa para salvar esas reticencias del Leganés por reforzar al que, ahora mismo, es un rival directo en la lucha por la permanencia. «El Real Zaragoza ha alcanzado un acuerdo con el futbolista Sabin Merino para su incorporación a la disciplina del conjunto zaragocista hasta el final de la presente temporada y tres más», anunció la entidad aragonesa el último día de mercado, media hora antes de la medianoche.

El último chandrío del Real Zaragoza desnuda la extrema necesidad con la que acudió al final del plazo para fichar, con deberes todavía sin hacer. Sobre todo, la adquisición de un atacante que no había llegado en todo el mes y que Torrecilla dejó para el último día. Sabin Merino, el elegido después de descartar a otros delanteros inaccesibles, fue el señalado, aunque todavía había que salvar tanto las reservas del Leganés como el elevado salario del vasco. Lo segundo se resolvió ofreciendo a Merino, de 30 años, un contrato por lo que resta de temporada y tres más. Lo primero, aceptando las condiciones de la entidad pepinera, lo que impedía el concurso del delantero en el duelo que debía enfrentar a ambas escuadras en Butarque, una circunstancia extraordinaria en una operación de este tipo, aunque no la única que se ha llevado a cabo en los últimos años. Guillermo, entonces delantero del Numancia, salió rumbo al Racing en la 2019-20 también traspasado y bajo la condición de que no jugara en el partido que aún debía enfrentar a ambos equipos.

La aplicación de la cláusula alcanza solo a la presente temporada, por lo que Sabin Merino podrá jugar contra el Leganés a partir de la próxima

La cláusula del miedo, que impide la participación de un futbolista salvo un desembolso elevado, solo tiene validez este año, es decir, Sabin Merino sí podrá jugar la próxima temporada contra el Leganés si sigue en el Zaragoza y ambos equipos coinciden en la misma categoría.

Pero no lo hará el viernes. El vizcaíno no formará parte de la lista de convocados que facilitará JIM en las próximas horas de cara al choque (21.00 horas) en Butarque. De este modo, el Real Zaragoza se queda sin el jugador llamado a ser su referencia ofensiva para un partido marcado a fuego. El equipo aragonés, el menos goleador en toda la historia del club, afronta la cita sin un delantero que ha marcado once tantos en la última temporada y media con el Leganés y cuyo compromiso destacó Torrecilla en su presentación oficial. «Es importante destacar el compromiso de Sabin a nuestra propuesta». El director deportivo agradeció la voluntad del jugador y su deseo de recalar en el Zaragoza. «Sabin es un delantero muy versátil, capaz de jugar como 9 y de caer a una banda. Domina el control, es buen finalizador, tiene buen disparo y juego aéreo. Estamos muy contentos. Siempre estuvo de nuestro lado en un último día muy complicado». Y tanto.