Agapito Iglesias, tras muchos años de silencio, ha hablado este martes en una entrevista en Cope Zaragoza dando su versión de lo vivido en el Real Zaragoza, del que fue máximo accionista entre 2006 y 2014. «Sé que cometí errores y pido perdón por ellos. Todo lo hice con el mejor de los intereses para el Real Zaragoza», dijo, asegurando que en su entrada en el club «no había ningún interés político», algo que se aleja de la realidad, aunque aún más lo asegurado sobre la deuda que dejó en 2014.

«Sobrevino una crisis mundial y deportiva. Dejé una deuda de 72 millones fuera del concurso», afirmó. La deuda oficial al irse en 2014 era de 106 millones

«Sobrevino una crisis mundial y deportiva. Dejé una deuda de 72 millones fuera del concurso», afirmó. El Zaragoza entró en concurso de acreedores en 2011 con una deuda de 145 millones y cuando se marchó Agapito era de 106 oficiales, aunque algunas fuentes hablan de algunos millones más. Sobre la venta a la Fundación Zaragoza 2032 en ese verano de 2014, dijo: «Renuncié al club por 1 euro. Obligué a que el 20% de las acciones se donaran a los aficionados y perdoné la deuda con mis empresas». Y explicó que no impuso la continuidad de Cuartero o Checa al irse. «No soy quién para valorar la gestión de la Fundación. Había que dar estabilidad al club y lo han conseguido. El fútbol es muy complicado. Han intentado subir y no lo han conseguido». 

Sobre el actual proceso de venta de la propiedad del Zaragoza, no se mojó. "Quien entre, que intenten, en la medida de lo posible, estar a la altura y respetar la historia del Real Zaragoza. No es solo un equipo de fútbol. Hay una afición y una tierra detrás. Da igual quién entre, pero que respeten eso", concluyó.