En la revolución del mercado de enero en el Real Zaragoza, esos tres fichajes (Grau, Eugeni y Sabin Merino) y la inscripción de Lasure y las seis salidas, el centro del campo fue el punto neurálgico en las operaciones. Se marcharon Eguaras, un jugador protagonista, James, de presencia irregular y de última aportación baja, Adrián, de rol secundario, y Javi Ros, sin minutos, para que llegaran Jaume Grau y Eugeni. El giro fue notable en la reducción de efectivos, pero el valor de las llegadas se está consolidando como un acierto. Grau marcó en Gijón su segundo gol y demostró con otro buen partido que ha venido para ayudar mucho y Eugeni Valderrama, mientras la gasolina le duró, llevó con maestría el ritmo del equipo además de generar peligro en la estrategia, también en el gol de su compañero tras un saque de esquina que Mariño se comió.

El Zaragoza empezó la temporada con hasta 8 centrocampistas, una superpoblación en una plantilla mal estructurada y que se ha compensado en este enero, al menos en el medio. Grau aporta más polivalencia y dinamismo que James o Javi Ros y es un pivote menos posicional, con más despliegue y capacidad física que Eguaras, aunque no tenga el manejo del navarro, algo que compensa Eugeni, magistral en el balón parado y con una pierna derecha que es un guante, como demostró en el pase a Sabin Merino que debió suponer el segundo gol pasada la media hora, pero el ariete vasco la mandó al limbo.

El despliegue de Grau

Jaume Grau ha jugado cinco partidos desde su llegada, los dos últimos en el once y con gol. Ante Las Palmas ocupó la parcela interior dejando a Petrovic en el pivote y frente al Sporting hizo la labor más táctica en la contención, aunque con mayor capacidad física que el serbio. De hecho, él y Francho, en la primera aparición conjunta de ambos en el once, fueron los que más distancia recorrieron.

Grau marcó otra vez y estuvo notable de pivote de contención, mezclando bien con Francho Serrano. El talento y la precisión de Eugeni, mientras le dura la gasolina, están fuera de cualquier duda

La impresión es que, con Eugeni como parte más adelantada en ese trivote, parece ahora mismo el trío ideal en el medio, teniendo en cuenta la buena aportación de Vada, un futbolista de inicio de curso brillante y de momento irregular. El argentino tiene más gol que la mayor parte de la plantilla y en El Molinón lo rozó en un disparo que acabó en el larguero. Si recupera su mejor versión, con la presencia de Petrovic, también a buen nivel ya desde hace semanas, y la aportación de Zapater, ahora lesionado, la sensación es que el Zaragoza ha ido a mejor en el cambio brusco que ha vivido en la sala de máquinas en el pasado y muy discutido mercado invernal.

El talento de Eugeni

El partido de Grau en El Molinón tuvo, además, el saber estar y la precisión, con casi el 80% de los pases precisos, ayudando a los centrales, con 13 duelos ganados y hasta cinco despejes. Trabajo, despliegue y capacidad táctica, además de una buena mezcla con Francho que era más que previsible que se diera.

Eugeni, por su parte, completó una primera parte de mando en plaza, con buenos pases, rozando el 90% en la precisión y con el saque de esquina del gol, además del regalo que Sabin Merino no aprovechó. El tarraconense, tras un curso de ostracismo en el Huesca en Primera y con el gris paso por el Tondela, donde no se adaptó y las lesiones no le ayudaron, es un futbolista de innegable talento que ha dado ya muy buen nivel en Segunda, en el Albacete por ejemplo, en propiedad como Grau y que ha llegado para completar una revolución en la medular que parece acertada cuando hace un mes solo parecía excesiva.