El deporte en Estados Unidos tiene una querencia natural para inventar maravillosos productos de marketing. A veces esas creaciones tan imaginativas están acompañadas de contundentes e irrebatibles razones deportivas y otras, en cambio, son simplemente fruto de un excelente manejo del arte de la mercadotecnia y de un desarrolladísimo talento para vender y venderse. Los 'Fab Five' (Los Cinco Fabulosos) fue el sobrenombre con el que se conoció al quinteto de la Universidad de Michigan que llegó a dos finales consecutivas de la NCAA (1992 y 1993), el torneo de baloncesto universitario americano, cuyo seguimiento es masivo en aquel país.

Los 'Fab Five' fueron Chris Webber, Jalen Rose, Juwan Howard, Jimmy King y Ray Jackson, un grupo de jugadores considerados el mejor o uno de los mejores quintetos de la historia de la Liga. En su etapa universitaria arrastraron a las masas con su baloncesto, su descaro y su enorme carisma, muy rocanrolero. Salvo Jackson, el resto dio el salto a la NBA y protagonizaron trayectorias notables, como la de Webber o Rose. Sin embargo, de todos ellos, solo Howard conquistó el anillo con los Miami Heat al sol que calentaba el monstruoso LeBron James.

Sus carreras como profesionales resultaron menos espectaculares de lo que su expectativa apuntaba en sus años de formación, pero la de los 'Fab Five' continúa siendo considerada una promoción de jóvenes única en el baloncesto universitario estadounidense. El Real Zaragoza tiene ahora entre manos una camada de canteranos de un calibre similar. Con cuatro de ellos sobre el césped, Francés, Francho, Azón y Puche, terminó el partido en el que derrotó al Almería, uno de los aspirantes al ascenso y ante el que sumó la tercera victoria consecutiva, la que le aleja de la zona peligrosa en la que andaba enfrascado hace bien nada y la que le permite soñar con los ojos abiertos.

Ninguno es de Michigan, todos son de Zaragoza y provincia, productos estrella de esa fábrica interminable de talentos que es la Ciudad Deportiva, de donde no paran de salir brotes verdes. Tres de los últimos cuatro goles del Real Zaragoza han llevado su firma, la de Iván Azón por partida doble en El Molinón con aquel tanto para el recuerdo en el último instante y en el 2-0 de este viernes, y la de Francho en el 1-0 al Almería con la siempre agradecida colaboración de Fernando, portero visitante. Cuando entró en el campo, Puche, el menos habitual pero un futbolista con virtudes interesantes, se mostró eléctrico, vertical, dinámico e incisivo. Sobre el césped permaneció todo el encuentro Francés, el emperador de la generación de 2001 y 2002, un defensa de altísimos vuelos con el que Sadiq volverá a tener pesadillas.

A lomos del descaro juvenil de estos 'fabulous four', de su atrevimiento y de su acreditada preparación para jugar en el fútbol profesional, el Real Zaragoza camina desde hace tres jornadas sobre las aguas, en una dinámica ganadora que le ha disparado como un cohete y le ha situado en una nueva dimensión.