El exjefe de Fútbol del Arsenal Raúl Sanllehí es el asesor de la operación para entrada del empresario americano y de origen cubano Jorge Mas en el Real Zaragoza. El exdirectivo también del Barcelona y que trabajó como responsable de Marketing de Nike está llevando las labores de asesoramiento al grupo inversor y es seguro que al final se quede en el Real Zaragoza ocupando un puesto ejecutivo de máxima responsabilidad, como director general o CEO, ya que se trata de una persona con amplia experiencia en el fútbol y que tiene toda la confianza del empresario cubano.

Sanllehí estuvo en Zaragoza visitando La Romareda y la Ciudad Deportiva hace nueve días, el jueves 24 de febrero, con algunos miembros del grupo inversor americano reunido con varios representantes del club y es el que está liderando la negociación, según se confirma desde fuentes de la propia SAD. El grupo inversor americano, que controla el Inter de Miami de la MLS, del que Mas es propietario junto a David Beckham, además del Botafogo brasileño, está muy cerca de hacerse con el control del club aragonés en una operación que está llegando a su tramo final y cuya firma no se descarta que tenga lugar en las próximas semanas. La alternativa fue traída al Consejo de Administración por Fernando de Yarza López-Madrazo y Juan Forcén, ambos consejeros y accionistas, aunque al final ya cuenta con el respaldo tanto de esta familia como la de Alierta.

Su experiencia

Con estudios de Economía, Marketing y Finanzas en el Guilford College, de Carolina del Norte, y en el IESE de la Universidad de Navarra, Sanllehí llegó al Barcelona en el verano de 2003 procedente de Nike, la marca deportiva que guarda una larga y estrecha relación con el club catalán. Durante cinco años trabajó en el departamento de marketing y en septiembre de 2008 y hasta finales de 2017 ejerció como director de Fútbol del Barça siendo uno de los hombres de confianza de los expresidentes Sandro Rosell y Josep Maria Bartomeu. Al poco de abandonar el Camp Nou, Sanllehí llegó al Arsenal de la mano del entonces presidente ejecutivo Ivan Gazidis en noviembre de 2017. Se encargó del fichaje de Unai Emery como sustituto de Wenger en mayo de 2018 y después eligió a Mikel Arteta para el banquillo. Fue destituido a mediados de agosto de 2020.

En estos momentos, y así se reconoce por los dos bandos de la SAD, tanto el de la familia Alierta (50,56%), donde esa cercanía al acuerdo ya se reconocía a este diario el pasado jueves, como el de Yarza y Forcén, que controlan un 13,46% cada uno y que desde el principio, desde diciembre, tenían claro que era la vía que iba a ser la elegida, la opción del grupo liderado por el empresario Jorge Mas está muy próxima y esta incluiría el pago de las acciones que controlan estos accionistas y Carlos Iribarren, en total el 91% del capital social del club, además de asumir los avales que tienen en sendos préstamos en CaixaBank, por un valor total de 11 millones, y un préstamo personal de Alierta convertible en acciones y que es de 3,8 millones, además de una inversión inicial mediante una ampliación de capital de unos 20 millones.

La entrada supondría refinanciar la deuda global d ela SAD, que es de 68 millones de euros, para que fuera más llevadera a corto plazo y que permitiera que la inversión estuviera destinada a elevar el límite salarial con vistas a buscar el ascenso. En este proceso habría acuerdo en los términos globales y faltarían cuestiones administrativas, como vehicular la entrada de la inversión en España y la autorización del Consejo Superior de Deportes, aunque esto es solo un trámite.

La otra vía, la del Grupo Orlegi, reconocida públicamente en un comunicado el viernes, está cada vez más lejos de ser la elegida. Desde Orlegi, donde la previsión global de la inversión superaba los 40 millones para controlar el club y en la posterior inversión, se ha asegurado que la oferta asume la deuda actual del Zaragoza, paga la parte de las acciones a los minoritarios, amplía el capital y permite al equipo desarrollar el potencial mediante esa inversión para buscar el ascenso.

Para el grupo mexicano, que se había trazado como fecha límite el 11 de marzo, el principal problema son los conflictos entre los accionistas minoritarios y que estos siguen anteponiendo sus intereses a los del club y la afición. Además, el grupo mexicano quiere que sea en La Romareda donde se genere la infraestructura futura. Además, se quejan de que no ha habido la transparencia necesaria en el proceso y corroborar los datos con una 'due diligence' que la SAD no estaría dispuesta a que se realizara para corroborar la información que ya tienen del club. Esta auditoría externa tampoco ha sido realizada por ahora por el grupo americano.

Sin embargo, en el comunicado Orlegi reconoce que existen "discrepancias propias de una negociación", las cuales podrían superarse en caso de "contar con la voluntad de construir un acuerdo equitativo, bilateral y conforme a la transparencia y los términos habituales del mercado, velando por el bien del legado y el futuro del Real Zaragoza, así como de la ciudad y su proyección nacional e internacional", lo que suena a toque de atención.