Tiene una frase de cabecera José Ramón Sandoval que utiliza de forma más que habitual: «Querer es poder». En el entrenador nacido en Humanes de Madrid (53 años), donde sus padres tenían un negocio de hostelería en el que él trabajó y que su hermano Mario ha llevado a ser uno de los mejores de España, ahora en el barrio de Chamberí, con el reconocimiento de la Guía Michelin, habita ante todo un motivador, un técnico repleto de pasión y corazón y experto en situaciones límite para reanimar vestuarios. En el Fuenlabrada, rival este viernes del Real Zaragoza, en su retorno poco más de un año después de que el director deportivo, Miguel Melgar, y el presidente Jonathan Praena, le abrieran la puerta, busca su cuarto milagro como técnico profesional.

Su labor en los fogones la compaginó con sus horas de entrenador en el equipo de su pueblo del sur de Madrid, en el Parla, en el Pinto o el Getafe B antes de llegar al Rayo B y consagrase con el ascenso a Primera del primer equipo vallecano en el 2011. Su dedicación entonces al balón y a los entrenamientos ya se había hecho plena para pasar después por el Sporting en la categoría de plata y obrar el primero de sus milagros en el Granada en el final de la temporada 14-15. Tomó al cuadro nazarí en lugar de Abel Resino para ser el cuarto entrenador esa campaña, a seis puntos de la salvación y con solo 12 por disputarse. Firmó 10, con triunfos ante el Getafe, el Córdoba y la Real Sociedad y un empate ante el Atlético dándole su plaza de descenso a un Eibar que no bajó al hacerlo administrativamente el Elche.

Córdoba, el más difícil todavía

Solo 25 jornadas aguantó el técnico madrileño en el banquillo andaluz el curso siguiente, iniciando otra constante en su carrera, que pasa por la destitución tras la gesta sin que pueda acabar el curso siguiente. Casi más difícil que la hazaña en el Granada fue la del Córdoba. En la 17-18 y en Segunda, estaba en la jornada 27 a 13 puntos de la permanencia con 16 citas por disputarse. Sandoval, que sustituyó a Jorge Romero, firmó 10 victorias y dos empates para sumar 32 puntos de los últimos 48 y que al Córdoba aún le sobraran tres en esa permanencia. En el siguiente curso, eso sí, solo aguantó 14 jornadas en ese banquillo, dejando claro otra vez que es más un revulsivo, un técnico para hacer creer que para iniciar proyectos.

Sandoval da instrucciones en un entrenamiento de esta semana. CF FUENLABRADA

El tercer episodio de salvavidas ya lo vivió en el Fuenlabrada (19-20), un equipo que con Mere Hermoso había empezado el curso en zona de promoción y que se caía en picado tras 13 partidos sin ganar. El club madrileño lo nombró el 11 de marzo de 2020 y justo después la Liga paró por la pandemia. Al regreso del parón, la trayectoria deparó seis victorias y tres empates en 11 partidos para ser uno de los mejores en esa atípica recta final a puerta cerrada y quedarse a un paso del 'playoff' por aquel controvertido partido en La Coruña que se disputó días después por los positivos en el 'Fuenla', donde en el curso pasado solo aguantó 23 citas.

Sandoval: «Algo tendremos que cambiar para buscar resultados. El Zaragoza ha demostrado que se puede cambiar la dinámica de la clasificación y tenemos que pensar que nosotros podemos hacer lo mismo"

«Algo tendremos que cambiar para buscar resultados», decía este jueves Sandoval, antes de su redebut ocupando el sitio de Pellicer, alabando como siempre toca a su primer rival: "El Zaragoza ha demostrado que se puede cambiar la dinámica de la clasificación y tenemos que pensar que nosotros podemos hacer lo mismo. Tenemos que afrontar el partido con esa mentalidad", dijo. El Fuenlabrada, que ha dado los primeros pasos para remodelar el Fernando Torres y hasta para tener un equipo satélite en la MLS, ve una catástrofe en un descenso al que parece condenado. Salvo que Sandoval vuelva a agitar su varita mágica y llegue el cuarto milagro.