La aportación del banquillo en el Real Zaragoza está siendo vital en esta temporada en la parcela ofensiva, un ataque que ha mejorado prestaciones con respecto al terrible curso pasado, con ya 29 goles, teniendo en cuenta que en total y sin contar los tres en los despachos contra el Alcorcón hace un año solo fueron 34 a final de curso. En esa parcela ofensiva donde el Zaragoza lleva cuatro partidos seguidos anotando dos dianas y suma un total de 12 en las últimas 7 citas ligueras, el banquillo es determinante.

De tal manera que nueve goles de esos 29 (el 31%) que figuran en el casillero blanquillo han sido anotados por jugadores de refresco, por cambios realizados por Juan Ignacio Martínez. Y en las últimas cuatro victorias, cinco de los ocho tantos han sido firmados por futbolistas que no estaban en la foto de inicio. El último partido, con la victoria ante el Fuenlabrada, fue paradigmático en ese aspecto. El Real Zaragoza marcó sus dos dianas para remontar en la segunda parte con jugadores que no estuvieron en el once. Iván Azón anotó el empate en el 54 tras salir en el descanso y Puche hizo el gol de la victoria, su primero como zaragocista, después de entrar al campo en el 66 y lograrlo nueve minutos después.

Azón es, junto a Vada, el ejemplo de la efectividad saliendo del banquillo. Tres de sus cuatro goles los ha hecho como suplente, condición que sigue manteniendo para JIM en los últimos partidos pese a su excelente racha y que bien podría cambiar este sábado en Cartagena. Debería hacerlo, sin duda. Además del anotado para ganar al Fuenlabrada, el delantero zaragozano marcó la sentencia ante el Almería y el decisivo gol frente al Sporting en El Molinón en el último instante del choque cuando el rival había empatado solo un minuto antes. Su única diana de titular fue ante el Leganés y no sirvió para sumar.

Solo siete puntos el curso pasado

Vada, por su parte, anotó goles saliendo desde el banquillo en la victoria en Alcorcón y en los empates en Fuenlabrada y en Montilivi ante el Girona, mientras que su único tanto de titular lo hizo contra la Ponferradina. El argentino, ahora con un rol más secundario que al principio de temporada, no marca desde la duodécima jornada, en el choque disputado en Gerona. Con dos dianas desde el banquillo está Álvaro Giménez, que lleva un total de cinco y que marcó sin jugar de inicio en Burgos, el gol del triunfo en la recta final y cuando solo llevaba 10 minutos sobre el césped, y también el que supuso la victoria frente a Las Palmas en La Romareda, pero entonces solo acumulaba cuatro minutos en el campo. La lista la completa Puche con su gran acierto del último partido.

Todos los goles, esos nueve, saliendo desde el banquillo han supuesto puntos para el Zaragoza, que ha sumado seis victorias y dos empates en los partidos en que sus suplentes han aportado esas dianas, es decir 20 de los 42 puntos que lleva ahora mismo en la tabla. El curso pasado, solo cuatro goles hizo el Zaragoza desde el banquillo del total de 34. Azón, un especialista en estas lides, anotó el del empate en Cartagena y el de la victoria frente al Almería, Sanabria sentenció el triunfo en el estadio de Las Palmas y Adrián maquilló el marcador en la derrota en casa frente al Málaga. Es decir, solo siete puntos desde los suplentes. La diferencia de una temporada a otra es notoria.