El Periódico de Aragón

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"Honraba al zaragocismo, al futbolista y al ser humano"

El zaragocismo ensalza la categoría deportiva y humana de una figura que marcó una época

Violeta y Galletti posan para el especial de la Copa de 2004 de EL PERIÓDICO DE ARAGÓN. ROGELIO ALLEPUZ

El impacto fue tremendo. El zaragocismo se derrumbó al conocer la muerte de uno de los suyos. Uno de los más grandes. El león del escudo. «No me lo puedo creer. No es posible», acertaba a decir Juan Manuel Villa, con el que Violeta compartió vestuario en la última etapa de los Magníficos. «Parece que le estoy viendo ahora el primer día que vino a entrenar con nosotros. Tenía 16 años y Ramallets, el entrenador, me preguntó qué me parecía. Le dije que era un fenómeno y que había que aprovecharlo. Me hizo caso y se vino a Alemania de gira con nosotros. Tenía unas facultades impresionantes», recuerda.

"Parece que le estoy viendo ahora el primer día que vino a entrenar con nosotros. Tenía 16 años y Ramallets, el entrenador, me preguntó qué me parecía. Le dije que era un fenómeno"

Juan Manuel Villa

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En aquel vestuario también estaba Darcy Silveira Canario, al que le extrañaba no haber visto a José Luis desde hace tiempo. «Siempre me lo encontraba por aquí pero hace semanas que no lo veía. José Luis era un gran profesional y un gran zaragocista. Lo dio todo por el club y demostró su valía. En ese equipo no había cinco Magníficos, sino muchos más y él era uno de ellos», sostiene.

Con Ángel Royo coincidió como nexo de unión con los Zaraguayos, protagonistas de otra etapa dorada del zaragocismo. «Éramos íntimos amigos y nos veíamos bastante. Era muy majo. Y nuestro capitán, le decíamos el capi. Ha sido un fenómeno y habrá pocos como él en el Real Zaragoza porque ha sentido mucho el club. Como todos los que solo hemos vestido esa camiseta».

"Era nuestro capitán, le decíamos el capi. Ha sido un fenómeno y habrá pocos como él en el Real Zaragoza porque ha sentido mucho el club"

Ángel Royo

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La misma que lució Planas, también a caballo entre las dos grandes etapas. «Compartimos nueve o diez temporadas y casi siempre estábamos en la misma habitación en los desplazamientos. Se va un amigo. Siempre nos hemos llevado muy bien con la familia. En cualquier otro sitio le hubieran hecho un monumento. Con decir que la peña José Luis Violeta está en Valencia… Ya es hora de que alguien tome nota. En estos momentos todo el mundo se acuerda del muerto y hay que acordarse en vida. Que en La Romareda no haya una puerta con el nombre de Violeta, o de Marcelino, de Lapetra… Que no tenga una calle en Torrero…».

"En cualquier otro sitio le hubieran hecho un monumento. Que en La Romareda no haya una puerta con el nombre de Violeta, o de Marcelino, de Lapetra… Que no tenga una calle en Torrero…"

Javier Planas

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Juan Carlos Cacho Blanco tampoco daba crédito a la noticia. «Siento una profunda tristeza. Tuvimos una excelente relación las cinco temporadas que coincidimos en Zaragoza, estuve en su retiro cuando dejó el equipo. Nadie puede poner en duda que fue un excelente futbolista y, además, una gran persona. Es una pena», expone el exfutbolista, que recibió la noticia a través de su hijo. «Con José Luis compartimos de todo, sobre todo buenos momentos, pero también algunos que no lo fueron tanto, y siento una pena profunda. Imagino que toda la afición está con una congoja grande porque fue un grande del club».

"Muy especial"

A Fernando Molinos, exjugador y expresidente del club, se le va «mi maestro, una figura muy emblemática de la historia del club, un legendario. Me siento muy honrado de haber podido jugar con él. Yo empezaba entonces y él ya terminaba y le tenía cariño, respeto y admiración. Lo tenía en cromos cuando era pequeño y pude jugar con él en la línea media, aunque ya poco tiempo. Él me orientaba, me daba consejos, me protegía. Era especial, muy especial».

"Lo tenía en cromos cuando era pequeño y pude jugar con él en la línea media, aunque ya poco tiempo. Él me orientaba, me daba consejos, me protegía. Era especial, muy especial"

Fernando Molinos

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También lo era para Víctor Muñoz, con el que coincidió un año. «Se retiró cuando yo debuté. Lo vi jugar durante muchos años y yo, de niño, iba a La Romareda para verlo a él. Era un referente. Violeta creó escuela como libre y en el vestuario era un bromista».

Violeta también marcó la infancia de otro ilustre, Víctor Fernández. «Me siento muy triste. Le tenía mucho cariño. Era un líder, muy carismático y jugaba con esa determinación, valentía, coraje y espíritu que solo despertaban admiración. Ha representado mejor que nadie ese león zaragocista, llevando ese brazalete de capitán como zaragocista ejemplar que fue», asegura. «Es uno de los más grandes de nuestra historia, o hasta el que más, pero no solo por el número de partidos, que fue el que más jugó, sino por su calidad, por su nivel y por cómo competía. Fue un adelantado a su tiempo. Era muy aragonés, muy noble y próximo».

"Es uno de los más grandes de nuestra historia, o hasta el que más, pero no solo por el número de partidos, que fue el que más jugó, sino por su calidad, por su nivel y por cómo competía"

Víctor Fernández

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Para Miguel Pardeza, exjugador y exdirector deportivo, Violeta «no solo honraba al zaragocismo, sino al futbolista en general y al ser humano. Éramos jugadores de generaciones distanciadas, pero es evidente que no solo dejó huella como extraordinario profesional sino como buena persona. Han pasado muchos años de su época de esplendor y se sigue recordando y eso dice mucho de su talla y entidad». Su opinión es compartida por Pedro Herrera, exfutbolista y exsecretario técnico. «Se va un referente en el Real Zaragoza, un león en el campo y un caballero fuera. Así lo recuerdo».

A Cedrún, otro ilustre del zaragocismo, la pérdida de Violeta supone el adiós «a un mito, a una persona que apostó por el Zaragoza, en el que jugó toda su carrera descartando otras opciones. Nunca ha tenido afán de protagonismo y siempre ha preferido el segundo plano».

El León de Torrero, el aragonés que en más ocasiones vistió la elástica zaragocista, honró un brazalete que ahora porta Alberto Zapater, al que la desaparición de Violeta también cogió por sorpresa. «Hace poco estuve con él y estaba fenomenal, siento una gran pena. Siempre que coincidíamos transmitía una gran cercanía y humildad», asegura el ejeano, para el que Violeta era, además, «humildad, pertenencia y fidelidad. José Luis Violeta era un referente, encarnaba al 100% los valores del zaragocismo».

"Siempre que coincidíamos transmitía una gran cercanía y humildad, era humildad, pertenencia y fidelidad. José Luis Violeta era un referente, encarnaba al 100% los valores del zaragocismo"

Alberto Zapater

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En parecidos términos se mostraba Fernando Sainz de Varanda, actual vicepresidente. «Era un estandarte del zaragocismo», mientras que el presidente de Aragón, Javier Lambán, «Junto a Lapetra, el mejor futbolista que ha dado Aragón. Gran aragonés, espectacular persona».

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