Se marchó Javi Ros cedido al Amorebieta a finales de enero tras estar inédito en Liga y con solo minutos residuales en Copa, ante el Mensajero y el Burgos, pero no como titular y solo 25 en total, y en el equipo vasco ha demostrado la total recuperación de su lesión en la rodilla derecha y que puede estar a nivel competitivo en la categoría de plata. De hecho, ha jugado 671 minutos, casi el 60% de los 13 partidos en que ha estado disponible en el conjunto vasco. En todos ha tenido minutos y en los cinco últimos como titular, siendo ahora un fijo para Haritz Mujika. Solo en la visita al Zaragoza y por la 'cláusula del miedo' de 100.000 euros no pudo estar sobre el césped.
Son datos que revelan que Ros, con 8 encuentros como titular y un gol ante el Lugo, ha pasado más que bien la prueba que suponía el Amorebieta después de que en el Real Zaragoza JIM no le dejara minutos tras no querer salir en verano. Tuvo ofertas para irse en enero a Primera RFEF, pero esperó la opción del Amorebieta, donde con Íñigo Vélez le costó hacerse un hueco, aunque siempre tuvo minutos, y con Mujika ha adelantado a Álvaro Peña o Iker Bilbao en la medular y es ahora mismo el más indiscutible junto a San José en esa demarcación, teniendo en cuenta que la competencia en esa zona la completan Olaetxea y Markel Lozano.
Ros ha recuperado la sonrisa y también en el club vasco andan muy contentos con su aportación, sobre el césped y en el grupo, con su veteranía
En el Amorebieta, en medio de una reacción que le ha llevado a sumar 10 puntos de los últimos 21, aunque parece que no le va a dar para la permanencia, Ros ha recuperado la sonrisa y también en el club vasco andan muy contentos con su aportación, sobre el césped y en el grupo, con su veteranía. Ahora su deseo es regresar a Zaragoza para volver a tener un sitio en el equipo, donde era el segundo capitán hasta enero, con una indudable ascendencia en el vestuario, algo que seguro que se ha echado de menos en el grupo en los últimos dos meses, con una caída global del conjunto zaragocista. Acaba contrato en 2023 y su intención es quedarse en La Romareda en la próxima temporada.
Ros fue operado de una rotura en el menisco externo por el doctor Leyes en febrero de 2020 con afectación del cartílago. Llegó a tiempo de jugar los playoffs del curso 19-20, ante el Elche, y comenzó la temporada pasada, la 20-21, contando para Baraja y para Iván Martínez. Tras su último partido en Copa en ese curso, en Torrelavega ante la Gimnástica, en el estreno de Juan Ignacio Martínez, el técnico, los servicios médicos y el propio futbolista decidieron parar para que hiciera un plan específico tras jugar 16 encuentros oficiales en la campaña pasada, siendo titular en 10, y hacerlo en todo momento con molestias en la rodilla. Trabajó al margen del grupo hasta finales de abril y, como estaba previsto, no llegó a disputar un minuto en el final de esa temporada, aunque sí fue citado ante el Leganés en el epílogo liguero. En verano fue puesto en la rampa de salida, pero Ros apostó por seguir y no tuvo espacio en ninguna jornada de Liga, con solo 9 partidos convocados estando disponible en las 24 citas del campeonato antes de cerrarse su cesión al 'Amore'.
Era el segundo capitán hasta enero, con una indudable ascendencia en el vestuario, algo que seguro que se ha echado de menos en el grupo en los últimos dos meses, con una caída global del conjunto zaragocista
Javi Ros aterrizó aún con Narcís Juliá en la dirección deportiva en la revolución que se hizo en enero del 2016 tras la llegada de Lluís Carreras. Renovó hasta 2018 en junio de ese año 2016, después hasta 2020 y, antes de expirar ese tercer contrato, lo hizo hasta 2023. En total, ha jugado 160 partidos oficiales con el Zaragoza, con 14 goles y las temporadas que más encuentros disputó fueron la 18-19 con 33 y la 16-17 con hasta 39.
