No había fiesta de fin d curso. Acaso, un rato de recreo antes de cerrar los libros y comenzar las vacaciones. Y el Real Zaragoza aprovechó para divertirse y echar unas risas antes de hacer las maletas y poner el punto final al ejercicio y a una fase de su historia. Ganó bien en Anoeta a un filial de la Real rumiando aún su suspenso y afronta ya un futuro que debe ser mejor que un pasado reciente abrasador y envuelto en mediocridad.
Azón adelantó al Zaragoza en el primer minuto y Vada amplió la renta antes del descanso
La despedida fue plácida para un Zaragoza muy superior que se divirtió a costa de la bisoñez de un rival escocido aún por el descenso materializado la anterior jornada y sin demasiadas ganas de nada. Los aragoneses, en cambio, afrontaron la contienda con honor, responsabilidad y amor propio. Como Dios manda. Y JIM, que ya advirtió en la previa de que las maletas se quedaban en casa hasta el final de la última batalla.
El inicio fue inmejorable. Un robo en la medular propició una galopada de Bermejo culminada con un caño a Clemente para poner el gol en bandeja a Azón y encarrilar un triunfo con un valor de 270.000 euros, los que irán a parar a las arcas del club si el equipo acaba la temporada en décima posición.
El tanto elevó al Zaragoza y sepultó a la Real B, que tardaría en sacudirse de encima el sofocón. Lo hizo con un remate de Akain a centro de Lobete que Ratón, en el que fue, seguramente, su último servicio al Zaragoza, desvió con acierto.
El partido, en todo caso, era de los visitantes, que creaban peligro cada vez que corrían, lo que ha venido siendo una constante a lo largo de toda la temporada. Porque este Zaragoza solo hace daño cuando le pone velocidad al asunto, a la contra, pero el empeño inicial en gobernar a través de la pelota y la indefinición en la que cayó después el equipo, han malempleado un recurso que debió explotarse más. Ante un adversario propicio, fue una clara muestra de ello.
Porque las ocasiones fueron cayendo siempre a través de la misma fórmula. Robo, transición rápida, llegada al área, centro y remate. Vada falló dos oportunidades claras a servicios de Gámez y Bermejo, pero no erró la tercera. El argentino, que tiene en su capacidad de llegada su mejor virtud, definió a la perfección otro centro de Gámez que Sabin Merino dejó pasar con acierto en su mejor acción desde que llegó. El tanto, al borde del descanso anunciaba diversión para abrochar una temporada insulsa y anodina.
Bajón
No fue así. La segunda parte fue mucho peor. El Zaragoza dio un par de pasos atrás, la Real avanzó en busca de decoro y el partido se cayó sin apenas ocasiones más allá de un ensayo de Lobete que Ratón desbarató con apuros.
La cosa se animó en el ecuador, cuando Azón se benefició del enésimo error defensivo de la Real para plantarse solo ante Ayesa, pero el canterano condujo demasiado y se fue quitando él solo el espacio antes de disparar a medio metro escaso del meta, que evitó el tanto. En la siguiente jugada, Martín acortaba distancias con un buen disparo tras una internada que contó con la condescendencia de un Bermejo demasiado blando.
El gol animó algo a los locales, pero tampoco demasiado. Su caudal ofensivo apenas incluyó un intento de Navarro anulado por Ratón y tímidos acercamientos al área que morían siempre en la defensa de un Zaragoza que sí creaba peligro pero que volvía a carecer de instinto asesino para acabar con su oponente. Narváez, con un par de malos remates, tuvo la sentencia pero todo estaba controlado. Una pequeña alegría para el cuerpo tras una temporada para olvidar. Otra más.
Real Sociedad B: Ayesa; Sola, Arambarri, Clemente (Blasco, min..79), Ander Martín; Roberto López (Olasagasti, min 46), Aldasoro (Pokorny, min. 46), Sangalli (Garrido, min. 57); Alkain, Lobete y Karrikaburu (Robert Navarro, min. 63).
Real Zaragoza: Ratón; Chavarría (Lasure, min 61), Lluis López, Francés, Fran Gámez; Grau, Petrovic (Zapater, min 88), Vada (Eugeni, min.69).; Merino (Narváez, min. 46), Azón (Álvaro, min. 69) y Bermejo.
Árbitro: Sánchez Martínez (Comité Murciano). Amonestó a Aldasoro y Sola.
Goles: 0-1, min. 1: Azón. 0-2, min. 40: Vada. 2+1, min. 65: Ander Martín.
Incidencias: 2.500 aficionados en la despedida de Segunda División en el Reale Arena.