El Periódico de Aragón

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La actualidad del Real Zaragoza

Objetivo en el Real Zaragoza: limitar al máximo las indemnizaciones en las salidas

El club priorizará las cesiones y solo pagará por la carta de libertad en casos imprescindibles. Buyla, Clemente o Baselga volverán a repetir cesión y quizá también Carbonell

Miguel Torrecilla, director deportivo, Juan Carlos Carcedo, entrenador, y Raúl Sanllehí, director general, en la entrada a La Romareda. JAIME GALINDO

La escasa ampliación del límite salarial en el Real Zaragoza con respecto al curso pasado, que fue de 5,7 millones para irse a 7,19 con CVC, y la apuesta en las renovaciones, sobre todo en las de Francho, Francés y Azón, pero también en las de Chavarría y Bermejo, ya que el incremento salarial global de las 5 podría rondar el millón de euros, han impuesto una economía muy ajustada para cerrar una plantilla que en este verano debe aligerar peso, con una docena de salidas, y hacer hueco a no menos de cinco refuerzos (portero, central y tres jugadores ofensivos, con la opción además de un centrocampista). Así, el objetivo de la SAD es reducir al máximo las indemnizaciones y priorizar en las salidas las cesiones y evitar en lo posible el pago de contratos para dar la carta de libertad.

Así, el Zaragoza, por ejemplo, no ha querido negociar con Jannick Buyla o Marcos Baselga, con el mínimo salarial de Segunda (80.000 euros) y dos años de contrato, una rescisión y les ha señalado la puerta de salida mediante otra cesión, la tercera en ambos casos, ya que Baselga estuvo en el Atlético Baleares y en el Zamora y Buyla en el UCAM de Murcia y en el Nástic. En ambos casos, el objetivo es que encuentren acomodo en Primera RFEF y que el club al que vayan asuma su salario. Con Jannick Buyla el mismo Nástic puede serlo.

El caso de Clemente es similar, también con una tercera cesión en el horizonte tras Logroñés y Sanse, pero con un destino de Segunda porque sus emolumentos tras renovar en febrero son mayores, situándose en el tercer escalón salarial de la plantilla, en el entorno de los 130.000 euros.

Bikoro y Juan Carlos Azón

La indemnización se plantea inevitable con Bikoro, que regresa tras su cesión del Hércules --la cuarta desde que llegó en el verano de 2019-- y al que le queda un año de contrato, pero se buscará que sea la menor posible, teniendo en cuenta que también está en el mínimo salarial de la categoría y que el Hércules lo quiere fichar cuando tenga la carta de libertad. Al meta Juan Carlos Azón le resta un año y regresa en dinámica de primer equipo tras su cesión al Tarazona con una salida como posibilidad más real en una portería donde el Zaragoza mantiene a Cristian, no deja salir a Ratón y quiere fichar a un meta, con Zubiaurre como objetivo.

También se le ha dicho a Javi Ros que debe encontrar acomodo y su salario, en el año que le resta, está en el segundo escalón de la plantilla, en torno a 250.000. La idea es darle la carta de libertad sin pagar la diferencia con el club al que vaya, con más posibilidades de que este se encuentre en el extranjero que en España. Marc Aguado, con contrato hasta 2023, empezará la pretemporada y se le quiere renovar para después decidir si se queda o sale cedido, con el Andorra como opción más real, aunque también Mirandés, Albacete o Ibiza lo quieran.

También Larra tiene un examen en pretemporada tras un buen año en el Amorebieta y, si no se queda, se buscará una salida similar a la de Javi Ros, mientras que los altos emolumentos de Petrovic o Sabin Merino casi obligan en esta política de austeridad a apostar por ellos.

Con Ángel y Puche como contratos factibles del primer equipo y posibles cesiones y sin Vuckic, que se quedará en el Rijeka y no regresará para que el Zaragoza también se ahorre una indemnización en su caso, el club tiene 31 futbolistas y debe dar una docena de salidas, porque Carcedo ya dijo en este diario que su objetivo es que la plantilla tenga entre 24 o 25 fichas profesionales. Al margen de las ya mencionadas, podría estar la de Nieto, aunque nada se le ha dicho al respecto al canterano, que acaba contrato en 2024 con unas condiciones muy similares a las de Clemente y que si se marcha también lo haría a préstamo. Mientras, Carbonell también vivirá su banco de pruebas en pretemporada tras una cesión frustrante en el juvenil madridista y por Narváez se espera ingresar alguna cantidad (se sueña con un millón), con el Granada como club más interesado ahora por el colombiano, que se irá con casi total seguridad este verano. 

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