Con el cierre del mes de junio, que futbolísticamente siempre tiene un cierto simbolismo, el Real Zaragoza anunció la renovación de Iván Azón hasta 2025. Como en su día la de Francho, la ampliación del contrato del delantero por un año más también era un secreto a voces. El 30 de junio ha sido oficial y Azón continuará vistiendo la blanquilla con toda una vida deportiva por delante: solo tiene 19 años y un porvenir magnífico.
El Real Zaragoza de Jorge Mas y Raúl Sanllehí apuntala así uno de los principales cimientos de su política deportiva, la continuidad de los mejores activos de la Ciudad Deportiva, entre los que también se puede incluir a Marc Aguado, atado hasta 2025 y cedido al Andorra sin opción de compra.
El cambio de dirección con respecto al pasado más reciente es notorio: en su ejercicio de estreno al frente de la Sociedad Anónima la nueva propiedad ha decidido no subastar a los canteranos y, por lo tanto, no hipotecar el futuro a cambio de unos cuantos millones de euros para seguir mal viviendo en el presente. El punto de mira tiene ahora perspectivas más ambiciosas. Consumadas ya las renovaciones de Francho e Iván Azón, solo queda pendiente la de Alejandro Francés, el futbolista más destacado de una generación brillante y, por lo tanto, el proceso más costoso de culminar.
En la temporada 2022-2023, Iván Azón lucirá el número nueve en el dorso de la camiseta. Anda el Real Zaragoza este verano en busca de delanteros después de otra mala experiencia, la segunda consecutiva con dos direcciones deportivas distintas (Álvaro Giménez, Nano Mesa, Álex Alegría, Toro Fernández, Haris Vuckic…). Es el gran debe de Miguel Torrecilla: su elección de puntas ha sido terrible. En su búsqueda, el club está utilizando como patrón de base las sinergias con los equipos amigos, muy especialmente el Atlético de Madrid. La cesión de Giuliano Simeone, el hijo del Cholo, está muy encaminada y el gran objeto de deseo es Sergio Camello, también atlético, de 21 años y que ha destacado con 15 dianas en el Mirandés.
El Real Zaragoza necesita y busca gol. Quizá tenga más del que cree en las botas, la cabeza y el cuerpo guerrero de Iván Azón, que en su segunda temporada en el primer equipo ha dibujado una progresión extraordinaria y apuntado mejoras para convertirse en un delantero grande. A su espíritu de pelea, a su entrega, a su capacidad para incordiar e incomodar a los defensas, a su fuerza, a su juego aéreo, a su movilidad ha incorporado la puntería, una definición más precisa, la serenidad y los goles en la segunda mitad de la última campaña. El Zaragoza debe fichar un ariete con el mayor número de tantos acreditados en Segunda y Camello sería una maravillosa opción, pero quizá tenga en Azón un nueve de postín, con todas las letras, si es capaz de escalar al siguiente nivel, marcar más de diez goles con regularidad. Condiciones futbolísticas y mentales tiene para ello.
