Desde enero de 2016 llevaba Javi Ros en el Real Zaragoza, siete temporadas con el paréntesis de su cesión al Amorebieta en la pasada campaña, desde enero hasta junio, un tiempo en el que el centrocampista navarro, segundo capitán tras Zapater, se ha sentido muy querido y ha disputado 160 partidos antes de rescindir el pasado viernes de mutuo acuerdo el año de contrato que le restaba. "Espero que pronto estemos celebrando victorias donde el Zaragoza merece, en Primera. Os echaré de menos, hasta pronto familia", acaba Ros su mensaje, a la espera de encontrar un nuevo destino que podría estar en el extranjero, aunque él siempre seguirá vinculado con Zaragoza cuando acabe su carrera. La gratitud mayor la ha mostrado hacia la afición, "sin duda lo mejor que tiene el Zaragoza".

"Querida familia zaragocista ha llegado el momento de despedirme, me hubiera gustado que fuera de otra manera, pero eso no se puede elegir y en siete temporadas maravillosas hubo momentos buenos y otros no tanto. Al echar la vista atrás, me siento un privilegiado por defender el escudo del león y llevar el brazalete de capitán. Formar parte de este grandísimo club es un honor para mí", comienza diciendo en su mensaje de palabra y no escrito en Instagram. "Me marcho con la conciencia tranquila de haber dado lo mejor de mí con más o con menos acierto. Gracias al Zaragoza por confiar en mí, he sido un afortunado cada minuto que he vestido la blanquilla. Gracias a todos los compañeros, cuerpos técnicos y empleados del club por el respeto y cariño que he sentido de su parte", añade.

"Gracias a la afición, sois especiales y sin duda lo mejor que tiene el Zaragoza. Gracias por las muestras de cariño. Me habéis contagiado de ese sentimiento especial e inexplicable que significa ser del Zaragoza y hacerme sentir uno de vosotros. Vuestro cariño y carácter han hecho que sintamos Zaragoza mi familia y yo como nuestra casa", remata.