Su tercera temporada en el primer equipo del Real Zaragoza es muy diferente a las dos anteriores. La renovación hasta 2025, su progresión en el equipo, su carácter vital en el tramo final de la pasada temporada… Iván Azón, con solo 19 años y esa mirada todavía de niño en el físico de un guerrero, tiene galones, así lo acredita su nueva situación en el ranking salarial de la plantilla, y no los oculta, al revés, los asume. “No es tanto la responsabilidad, que sé que la tengo, pero la debo afrontar con esa ilusión y jugar lo mejor posible”, dice el delantero zaragozano, que tras dos años con el 31 a la espalda al no cumplir el club la promesa de inscribirlo con el 9, el número fetiche de los arietes, el que en la historia reciente portaron Borja Bastón, Ángel o Borja Iglesias, que superaron la veintena de goles en una temporada. “También es una responsabilidad ese cambio de número, llevar el 9 es una ilusión muy grande”, añade.

El club anunció antes de iniciar la pretemporada la renovación de Azón tras una negociación que se inició en marzo con una declaración de intenciones y que se lanzó tras el desembarco de la nueva propiedad, con Raúl Sanllehí como figura clave para convencer al delantero de su peso en el equipo y la apuesta del club en él. “Estoy muy contento por quedarme en casa. Aparte de dar ese paso adelante, quiero seguir trabajando y creciendo en el club, cumplir los objetivos a corto plazo y evolucionar como futbolista, que también es algo que valoro mucho”, asevera Azón, al que se le puso el cartel de intransferible antes de acometer su renovación, como a Francho y Francés y ahora ya solo queda el central por renovar, aunque hay avances y el pacto llegará porque las dos partes están condenadas a entenderse. Así, tres canteranos son pilares básicos de este Zaragoza: “Es bueno que la cantera tome ya una parte del equipo, aunque también lo sea que vengan jugadores de fuera con más experiencia. Para nosotros es un orgullo, somos muy felices de poder representar a nuestro club, nos conocemos los tres desde pequeños y llegamos de la mano al primer equipo”.

"Para Alejandro, Francho y para mí es un orgullo, somos muy felices de poder representar a nuestro club, nos conocemos los tres desde pequeños y llegamos de la mano al primer equipo”

En Azón, ejemplo de buen carácter y de profesionalidad, existe una humildad que no tapa una ambición que va cumpliendo etapas. Tres goles en el primer curso, siete en el segundo y la internacionalidad con la sub-21 y el peso de ser ahora una referencia clave para el tercero. “Mi objetivo es marcar los máximos goles posibles, pero sobre todo es ayudar al equipo jugando o saliendo desde el banquillo”, indica, con la idea de que ya no es solo el chico recién salido de la cantera y que tiene un rol importante en el equipo, aunque el club también busque al menos un refuerzo más en ataque (otro 9 y un extremo son los objetivos) para ayudar a Iván ante el gol. “Es muy bueno tener competencia en todas las posiciones eso creo yo, al que venga se le acogerá con los brazos abiertos, pero eso es algo del club y de lo que crean oportuno”, explica el jugador, contento tras abrir la lata en este verano con la diana que marcó en el amistoso ante el Lleida.

“Mollejo acaba de llegar, no lo conozco tan bien, tiene experiencia en esta Liga y creo que lo podremos hacer muy bien arriba. Giuliano posee mucha rasmia, se parece en esa parte del juego a mí. La compatibilidad con todos los delanteros es muy buena”

De momento, para la vanguardia han llegado Mollejo y Giuliano Simeone, ambos jóvenes como Azón y los dos cedidos por el Atlético. “Mollejo acaba de llegar, no lo conozco tan bien, es joven y con ilusión, aunque también con experiencia en esta Liga y creo que lo podremos hacer muy bien arriba. Giuliano tiene mucha rasmia, se parece en esa parte del juego a mí. La compatibilidad con todos los delanteros es muy buena”. Falta hará para elevar el nivel ofensivo de un Zaragoza que en las dos últimas temporadas ha firmado 34 y 39 dianas, registros más que insuficientes para aspirar a subir: “El míster nos pide llegar al área y esos goles, pero no solo a los delanteros, a todas las líneas. Los puntas, eso sí, somos los que más tenemos esa obligación de marcar, trabajar y defender con el equipo es lo primero y después seguro que vendrán los goles”.

“Es obvio que el objetivo es subir, lo ha sido todos estos años y también este. Sería un orgullo muy grande alcanzar ese logro"

El Zaragoza cumple ya su décima temporada en Segunda, una eternidad a la que el equipo busca poner fin en esta campaña, porque “es obvio que el objetivo es ese, subir, lo ha sido todos estos años y también este. Sería un orgullo muy grande alcanzar ese logro, no solo para nosotros sino para toda la ciudad, que creo que lo merece”.