Un un partido que fue visto por millones de personas en todo el mundo, aficionados que no están acostumbrados a ver al Almería, ni al Real Zaragoza, muchos de ellos descubrieron a Íñigo Eguaras, que cuajó una gran actuación en su debut en Primera División. El jugador navarro eligió, además, el mejor escaparate, ya que brilló y pudo dejar su sello ante el mismísimo Real Madrid en la derrota de su equipo ante el vigente campeón.
Eguaras abandonó la disciplina del Real Zaragoza el pasado mercado de invierno. Su irregularidad lo acabó condenando y salió del club gratis, tras cinco campañas y siendo uno de los capitanes. Cierto es que el ascenso del Almería acabó dejando 600.000 euros en las arcas.
Cifra irrisoria pensarán los muchos que vieron el domingo su deslumbrante estreno en la élite. Eguaras completó una actuación de bandera llevando con precisión la manija del conjunto andaluz, que a punto estuvo de sorprender a los pupilos de Carlo Ancelotti. El Almería se adelantó en el marcador gracias a un pase filtrado del exzaragocista, como los que hacía en La Romareda cuando el futbolista tenía el día, que dejó completamente solo a Ramazani ante Courtois. Además, completó 36 pases exitosos (81%), generó otra ocasión de gol y ganó los tres duelos en los que fue al suelo. Sin sacar todavía ninguna conclusión, parece que el fútbol de Primera División, más técnico y fluido, puede irle como anillo al dedo a un jugador llamado a ser una pieza clave en el Almería.
Eguaras, amado y odiado a partes iguales entre la afición zaragocista, un jugador con el que no existía el color gris, vive a sus ya 30 años su sueño de llegar a la élite del fútbol español, y de momento las cosas han comenzado para él a las mil maravillas.
