El Periódico de Aragón

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La actualidad del Real Zaragoza

Sanllehí: "Sin la entrada de la nueva propiedad el Real Zaragoza podría haber desaparecido"

El director general del club aragonés ensalza la firmeza del proyecto y asegura que el ascenso esta temporada es posible

Sanllehí, durante la entrevista concedida a EL PERIÓDICO. Jaime Galindo.

Hace apenas un par de semanas pidió paciencia a un zaragocismo que lo veía todo negro con el equipo en descenso. Todo se ve muy distinto hoy.

Pedía paciencia porque tenía la tranquilidad que me daba lo que estaba viendo. No soy amigo del resultadismo porque te puede llevar a engaño. Hubiera preferido, sin duda, estar donde estábamos pero con un plan de juego que haber tenido muchos más puntos pero sin un modelo definido y claro. Es cierto que los resultados no eran buenos, pero estaba muy tranquilo, no solo por lo que veía en el campo sino por la unión entre un grupo humano muy bueno y la confianza ciega del grupo en un entrenador con las ideas muy claras. Faltaban los resultados, sí, pero solo eso. Y ahora que han llegado me preocupa, por poner agua al vino, un posible exceso de euforia pero también es cierto que siempre es bueno ganar. Pedí paciencia, pero porque tenía todos los elementos para poder hacerlo.

¿No temía que los malos resultados pudieran dar al traste con las sensaciones y con todo lo positivo que le transmitía el equipo?

No contemplaba ese escenario con solo cuatro partidos jugados. Es que apenas llevábamos 30 minutos malos y no estábamos en una situación en la que digas «esto no va». Llevábamos dos puntos, sí, pero el equipo sabía lo que hacía. Si me habría preocupado si se hubiesen repetido aquellos 30 minutos malos, pero no fue así. 

Da la impresión de que su confianza en el equipo y sobre todo en Carcedo es absoluta.

No es una fe ciega, sino que se basa en algo. Mi fe en Carcedo como director de orquesta es muy alta, primero porque sé cómo es y he trabajado con él. Y, segundo, por lo que estoy viendo aquí y lo que ha evolucionado. Conoce la categoría, le ha cogido el pulso a ser primer entrenador y a erigirse en el líder para los jugadores. Sabía el conocimiento que tenía, pero me faltaba la aplicación, aunque enseguida se vio claro. Ya en pretemporada se intuía y, después, cuando empezó la Liga, los dos primeros partidos se sacaron adelante ante sendos miuras como Las Palmas y Levante. Luego vino lo de Cartagena, algo circunstancial en mi opinión por lo que sucedió en el minuto 80 y en el 84. Y después llegó la derrota ante el Lugo. He vuelto a ver el partido dos veces y la primera parte no diré que es impecable, pero sí de un 1-0 o más. Creíamos que la segunda iba a ser plácida, pero su gol nos desquició completamente no sé si por una cuestión de ansiedad o qué.

Carcedo también transmitió siempre esa seguridad…

Hablo mucho con él, tanto si las cosas van bien como si van mal. Y él tenía claro que esa era la línea a seguir y que los resultados llegarían. Ahora han venido dos triunfos seguidos, pero lo que más tranquilidad me da es la línea de coherencia que estamos siguiendo y estar ante un equipo bien trabajado. Cada vez estamos más cerca de donde queremos estar.

Porque a Carcedo lo ficha usted, ¿no?

Sí. Huyo mucho de personalismos pero, efectivamente, soy el último responsable que refrenda su fichaje. Yo ya lo conocía pero hicimos un trabajo de oficina definiendo el retrato robot de lo que queríamos. Pero primero estaba JIM, con el que tenía el compromiso y al que di mi palabra de que no hablaría con ningún entrenador hasta que él lo supiera. Decidimos darle un aire nuevo al equipo y tenía las ideas muy claras de las premisas que debía cumplir el director de orquesta que necesitaba y el técnico que se adecuara a un modelo que creía en la formación y apostaba por la juventud en torno a un fútbol moderno. Había una lista de candidatos consensuada en la que estaba Carcedo, pero él era mi primera opción, sin ninguna duda.

«Carcedo era mi primera opción, sin duda. Soy el último responsable que refrenda su fichaje»

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¿Y bajo qué razones futbolísticas?

Por ese fútbol moderno que practica, la organización del equipo, la formación del talento joven…. Por ser, además, un hombre de club con mucho hambre como él la tiene, aunque también cuenta con experiencia no solo en el Ibiza sino en toda su etapa de segundo con Emery. De hecho, yo lo conocía como ayudante de Unai, pero ejercía casi más de primero que de segundo en muchas facetas. Numerosas charlas en el descanso las daba él, también anticipaba la estrategia durante los partidos y era único con los jóvenes. Esto último era muy importante para mí, que viví la entrada y salida de Carcedo y los jóvenes que se quedaron hablaban maravillas de él y le echaban de menos porque les aportaba ese extra para pulir errores.

La apuesta tenía su riesgo. Un entrenador con apenas veinte partidos en Segunda para un proyecto nuevo en una plaza muy exigente y con tanto hastío acumulado…

Debo de ser algo masoquista porque a lo largo de mi trayectoria he participado activamente en la llegada al Arsenal de Arteta, segundo de Guardiola en el City, o a la del propio Pep al Barcelona desde el segundo equipo y sin experiencia. Ambas apuestas han salido bien y no veo motivo por lo que no tenga que pasar lo mismo con esta. Cuando tomas una decisión así no es un tiro a ciegas, lo he visto trabajar todos los días durante un año y medio y conozco todo su bagaje anterior. Por eso lo fichamos. Nos gustó mucho tanto su pasado como lo poco que estuvo en el Ibiza. Y, además, es un loco del fútbol, conoce la categoría por dentro y por fuera y ve muchísimos partidos. Eso y, ya le digo, el hambre que tiene.

«El club se plantea cero límites en la financiación del estadio»

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Hablemos de usted. ¿Por qué aceptó la propuesta de ser el director general del Real Zaragoza? ¿Qué le sedujo?

El reto, el proyecto. He sido futbolero toda mi vida, colecciono cromos desde los 60 y recuerdo uno de Manolo Nieves con el balón en sus manos. El Real Zaragoza es un club completamente desubicado y participar de un modo activo en un proyecto que persigue colocarlo donde merece es un orgullo personal muy grande. Luego está el grupo inversor, compuesto por gente con ganas de hacer las cosas bien, consecuente en sus decisiones y que confiaba en mí y me daba el timón para lo bueno y para lo malo. Y la tercera parte, que vino de regalo, lo integra el gran grupo humano que me encontré cuando llegué al club, con personas con un alto nivel profesional y un gran compromiso, así como la ilusión por participar en esto y volcados en llevar al club donde se merece. El potencial es único. Es cierto que yo estaba en conversaciones con otras entidades, pero este reto me pareció maravilloso y estoy encantado de haber venido, aun siendo consciente de las dificultades que entraña. No va a ser un camino de rosas, pero vale la pena. La ciudad me encanta, el club también y mi vida ha mejorado desde que estoy aquí. Soy feliz.

¿Quién le llama para ofrecerle el cargo?

Tenía relación con varios miembros del grupo. Mi última fase laboral la dediqué a la consultoría privada y se convoca una reunión en Madrid con varios inversores. Yo creía que iba encaminada a otro proyecto de consultoría pero me di cuenta de que se había pensado en mí para un proyecto que aún estaba sin cerrar pero presidido por un profundo respeto a las raíces del Zaragoza. Nadie se planteaba esto como un aterrizaje impositivo, al revés, todo el mundo de las distintas nacionalidades que estaba presente en esa reunión compartía la opinión de que el mayor activo de este club es lo que significa para Aragón y que romper eso sería un error estratégico muy grave. De ahí que quisieran mantener el nexo de unión con algún consejero anterior, todo huyendo del elefante en la cacharrería y compartiendo lo que sabemos con espíritu constructivo.

Se refiere a Juan Forcén, claro.

Era una condición sine qua non. No se habría cerrado la operación si Juan Forcén hubiese dicho que no se quedaba. Conoce cosas muy relacionadas con el club y era de las personas menos quemadas, lo que también ayudó, pero hubo que convencerlo porque él iba a las reuniones a vender, no a quedarse. Sin embargo, vio, como yo, que el nivel de compromiso y seriedad del nuevo proyecto podía ser bueno para el Zaragoza y, como buen maño, le aportaría la parte de orgullo de poder formar parte de él. Pero, insisto, fue una decisión sine qua non acerca de una persona que, por ejemplo, nos ha ahorrado muchísimas horas de trabajo en lo que respecta a la liquidación de la deuda con Hacienda o en hacernos saber cómo se generó el concurso para evitar tocar puertas equivocadas porque te lo explica todo con documentos importantes en la mano. Además, no hay que desdeñar su poder económico porque ha invertido recursos y ha contribuido a la actual situación de solidez.

«No se habría cerrado la operación si Forcén hubiese dicho que no se quedaba»

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¿Qué se encontró cuando llegó?

Me encuentro un club que lo ha pasado fatal y muy tocado financieramente, muy cerca de una situación dramática. Sin la entrada de esta nueva propiedad estaríamos hablando de cosas mucho más desagradables.

¿A qué se refiere?

A la desaparición. No tengo la certeza, pero estaba muy tocado financieramente. Vaya por delante mi reconocimiento a la espectacular labor llevada a cabo por la anterior propiedad, que salvó la vida al club con los recursos que tenía. Sin ellos no estaríamos hablando ahora. Pero creo mucho en nuestro proyecto porque tenemos donde sembrar.

«Claro que se puede ascender este año, no cerraré esa puerta»

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¿En qué medida fue decisiva la participación de Miguel Ángel Gil Marín, consejero delegado del Atlético de Madrid, en la llegada de la nueva propiedad al Real Zaragoza?

Lo conozco desde los 90. Mi relación con él viene de muchos años y, es cierto, ha jugado un papel importante porque tenía mucha gente de confianza que estaba en este proyecto y que le pidió ayuda y consejo. Cuando se gesta esto se busca un equipo en Primera y supongo que también en otras Ligas y, en el caso de España, quién mejor que Gil Marín, a su vez vicepresidente de LaLiga, y con el que gente de este proyecto con participación en otros clubs tiene afinidad. Y él se sintió comprometido con ellos y siente que tiene que intentar colaborar de la mejor forma posible para asesorar a ese grupo. Sí, es verdad que ha participado y le agradezco mucho que ayudara en la gestación de este grupo inversor para llegar donde hemos llegado. 

El vínculo con Ares es evidente…

Ares no participa en el Zaragoza. Hablamos de un grupo que solo se plantea inversiones de 200 o 300 millones. En el Inter de Miami, por ejemplo, sí participan como grupo, en el que sus integrantes tienen el permiso para hacer este tipo de inversiones a título individual. Ares no es inversor del Zaragoza, pero gente que trabaja en el grupo sí participa.

¿Por qué se elige a Jorge Mas como presidente y cabeza visible del proyecto?

Me lo presentan como presidente y representante del grupo, aunque yo ya lo conocía de antes. Es propietario del Inter Miami, un club que nos puede aportar mucho, ya lo ha hecho, tiene músculo financiero y muchas influencias, además de experiencia. Es muy buen presidente y va a hacer esfuerzos por venir a menudo y mantener esa cercanía. Además escucha muchísimo y sabe representar al club de una manera muy eficiente y profesional. Nos da una credibilidad muy alta, pero no le sé decir por qué el elegido fue él.

¿Por qué apostó por la continuidad de Torrecilla?

Cuando llego intento entrar lo más limpio posible para ser lo más objetivo posible. Aquel maldito punto que nos faltó durante tantas jornadas para salvarnos matemáticamente me permitió estar más tiempo sin tomar decisiones ejecutivas pero sentarme una hora con cada empleado y tener una conversación mucho más personal. Yo no había visto trabajar a Torrecilla, por lo que llamo a gente de confianza para que me hablara de él y, en una mayoría bastante aplastante, todo lo que me dijeron fue positivo. Le dije que no hiciera caso a rumores y que ni tenía a director deportivo ni a entrenador y que les garantizaba protección total en ese sentido prometiendo que si hablaba con alguien serían los primeros en saberlo. Obviamente, hablé con nuestra gente e hice un retrato robot de lo que buscaba y Torrecilla me iba refrendando cada apartado con su trabajo. Me daba honestidad y rectitud y tenía una trayectoria larguísima en la categoría, con un gran conocimiento del mercado y también del club. A todo esto hay que añadir su compromiso demostrado, ya que le garantizo que no vino por un tema económico. Ser el director deportivo que hubiera descendido al Zaragoza al infierno no se lo hubiera quitado nunca y hay que ser valiente para dar ese paso. Así que fue una decisión natural hasta que le dije que, si él estaba dispuesto a entrar en el proyecto yo estaría encantado. Me dijo ‘no se hable más’.

«Que en las redes se insultara a Torrecilla no me iba a hacer cambiar mi opinión sobre él»

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Aun consciente de que podría ser una decisión algo impopular en ese momento.

Si soy egoísta y me dejo guiar por lo que se decía, habría prescindido tanto de él como de Cuartero nada más llegar, pero no entendía cambiar algo que funcionaba. Leo poco la prensa, aunque valoro mucho el periodismo, y nada la redes sociales, a las que desprecio. Que cuatro, diez, cien o mil insultaran a Torrecilla de un modo anónimo y cobarde no me iba a hacer cambiar mi opinión sobre él.

¿Ya ha tenido esa reunión con Cuartero?

Era el director general cuando entré yo y su posición era redundante. En mi opinión, ha sido maltratado y está muy quemado, pero es un zaragocista como no he conocido otro, Una cosa exagerada. Y una excelente persona que se interesó mucho por cómo íbamos a reflotar el club. Conectamos muy bien desde el comienzo y lo he utilizado mucho como embrague en nuestro aterrizaje porque tenía una información tremenda sobre muchas cosas. No ha demostrado celo alguno hacia mí, es más, me lo ha puesto todo muy fácil y es una persona muy reconocida en LaLiga, donde todos hablan maravillas de él. No seguirá en el club porque su etapa ha acabado, nada más, pero nunca saldrá de mi boca una mala palabra hacia él. Tengo entendido que el zaragocismo lo quiere fuera del club, pero es una persona que solo ha sumado en el Zaragoza y no me cansaré de reconocer todo lo que ha hecho.

«Cuartero no seguirá en el club porque su etapa ha acabado, pero ha sido maltratado»

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¿Está dispuesto el Real Zaragoza a asumir la financiación íntegra de la construcción del nuevo estadio?

Tengo la constancia y la certeza de que la propiedad tiene mucho interés en conocer el proyecto. La ubicación ya está clara, pero queda por resolver el modelo de explotación, el diseño…Si todo esto entra en una línea en la que nuestra participación es activa y el modelo se adecua a lo que pretenden los inversores, se plantean cero límites y se puede asumir cualquier modelo. Ellos no escatimarán si el proyecto es como quieren que sea y en eso estamos. Pero hay muchas incógnitas todavía. El nivel de implicación del Zaragoza estará en concordancia al nivel de participación que tengamos en el diseño del nuevo proyecto.

¿Y cómo quieren que sea el proyecto?

Un estadio, hasta ahora, era el sitio donde se jugaban los partidos de casa cada quince días, poco más. Buscamos un modelo en el que la inversión, por alta que sea, tenga un retorno y explotación diaria. Las oficinas del club ubicadas ahí, salas de conferencias para alquilar, la tienda oficial…mil cosas. Pero, sobre todo, que la explotación sea de 365 días, lo más global posible y eficiente para que no sea poner dinero porque sí, sin sentido, y para que el club pueda beneficiarse directamente de tener esas instalaciones. Y para comodidad del aficionado y del jugador. Es un compendio de todo, por eso los inversores abren los oídos al máximo para ver cómo va el proyecto, involucrados desde el minuto 1. Vamos bien.

¿La inversión de 6,4 millones en ampliación de capital y su repercusión en el incremento del capital social del club hasta los 27,5 millones es ya un hecho?

Todo tiene que ser oficializado en la Junta de accionistas. Lo que es fundamental es la liquidación de la deuda con Hacienda porque es vital en clave del límite salarial. En Segunda hay una excepcionalidad que no existe en Primera cuando haces el cálculo por la fórmula habitual y si el 30% o el 40% de tus ingresos es superior a esa cifra pasa a aplicarse la otra fórmula. Estratégicamente es muy importante salir de una fórmula y entrar en otra. Y para eso era esencial liquidar la deuda con Hacienda para que dobláramos el límite, que en junio era de 5 millones y poco. Eso ha sido, sobre todo, porque resolver con Hacienda nos cambia la regla.

La nueva propiedad ha invertido ya 26 millones en el Real Zaragoza. ¿Hay límite?

No, pero no es un agujero sin fondo. Al revés. La propiedad está siendo muy coherente, Tiene esa capacidad de inversión, pero solo si tiene sentido. Todo lo que han ido haciendo ha sido justificado, de ahí que tuvieran clarísimo que había que pagar a Hacienda para cambiar la fórmula. Mientras las inversiones tengan sentido las van a acometer y a apostar fuerte por ello, como en el estadio. Pero no van a meter dinero solo porque se lo pidamos. Estoy muy tranquilo porque han demostrado coherencia y fuerza.

¿Qué le dicen por la calle?

Me preguntan cuándo vamos a subir y quieren que sea este año. Yo les digo que lo antes posible y que por trabajo no va a quedar. El grupo inversor no me pone esa presión, pero lo que podemos garantizar, eso sí, es mucho trabajo y coherencia. 

¿Pero se puede subir este año?

Claro, no voy a cerrar esa puerta. Para ascender, además de suerte, necesitas tener un equipo que esté equilibrado y un muy buen entrenador que sepa lo que hace. Eso lo tenemos, pero también existe una impaciencia comprensible que puede provocar que eso no pase. Y es lo que tenemos que vigilar mucho. Se ha generado una ola de ilusión muy beneficiosa para el proyecto y La Romareda supone una ventaja competitiva porque muy pocos clubs meten a más de 20.000 personas en el estadio o cuentan con más de 25.000 abonados. Somos un club de Primera en Segunda pero debemos asumirlo porque si la frustración va a más aún será más difícil. Si hacemos de La Romareda un fortín tendremos el 50% de los puntos ganados. Si estamos todos unidos, sin comulgar con ruedas de molino, será mejor para todos. Si, en cambio, pensamos que vamos a ganar fácil al Mirandés porque es el colista y vamos crecidos, no lo sacaremos. El camino es largo y hay que mantener la calma.

¿Ve potencial Champions a la plaza de Zaragoza a largo plazo?

No me va a sacar ese titular.

¿Y ve a la actual propiedad ocho temporadas en Segunda como la anterior?

Ese titular sí se lo voy a dar: no.

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