Hace apenas unos días dio por concluida su etapa de cuatro años como director de Relaciones Institucionales y adjunto a la presidencia de LaLiga. ¿Por qué se va?
La vida son etapas y tenía la sensación de haber aportado lo mejor de mí, así que lo mejor era guardar un buen recuerdo y separarse de buenas maneras por ambas partes.
¿Desde cuándo lo tenía claro?
Llevaba mucho tiempo yendo y viniendo a Madrid mientras mi familia permanecía en Zaragoza porque yo no quería trasladarla allá. Nuestra vida y nuestra casa está en Aragón. Pero fue el verano de la pandemia, en 2020, cuando empecé a pensar que se acercaba la hora de volver a casa.
¿Con qué sensación se marcha?
He descubierto un sector nuevo que es distinto a lo que pensaba, que mueve mucho dinero y a mucha gente y que está muy reconocido fuera de España. Un mundo distinto al que estaba acostumbrado y lleno de gente magnífica.
¿Se va por las mismas razones que abandonó la política?
De la política me fui porque me echaron tras aquella moción de censura de 2018. Fue una época difícil y el fútbol me llamaba mucho, pero no se parece en nada a la política aunque en ambos sectores he tratado de aportar mi forma de ser, basada en hablar, dialogar e intentar solucionar todo con acuerdos. No me gusta pleitear ni los líos y en mi vida política siempre traté de llegar a acuerdos, aunque en el fútbol es más difícil.
¿En cuál de los dos mundos le ha decepcionado más gente?
Tengo a mis mejores amigos en la política y no me ha decepcionado mucha gente, no. Muy poca más bien. Y en el fútbol tampoco demasiada. Acabo de pasar unos días difíciles (su madre falleció el pasado 30 de diciembre) y toda mi gente ha estado conmigo.
¿Alguna espina clavada?
Precisamente, poder desarrollar más mi forma de ser. Más pactos y acuerdos y menos discusiones. Ser más yo mismo.
¿Eso ha influido decisivamente en su adiós?
Todo ayuda. No estoy a gusto en el ruido y la constante discusión. Soy de los que sostienen que es mucho más fácil llevarse bien que mal.
¿En qué se ha convertido el fútbol?
En una empresa y una máquina publicitaria de generar y consumir dinero para situar al fútbol español al máximo nivel y plagado de profesionales de altísimo nivel en todos los sectores, tanto deportivo como institucional.
¿Qué le falta y qué le sobra?
Le falta cercanía al aficionado y le puede sobrar un elevado tono de voz. Falta explicar más las cosas, como por qué se tiene que jugar el lunes. Hay demasiado ruido alrededor.
¿Y a LaLiga?
LaLiga son los clubs. Los límites salariales, los horarios….todo se hace a través de acuerdos con ellos y LaLiga solo ejecuta lo que se aprueba en asamblea y, por cierto, en el 99% de los casos por unanimidad.
Parte del zaragocismo sostiene que Javier Tebas, presidente de LaLiga, tiene algo en contra del Zaragoza. ¿Cómo valora esa opinión?
Tebas es un presidente que ha revolucionado el deporte español y LaLiga y será reconocido como una persona que ha modernizado el fútbol. Pero es muy impulsivo y a veces no puede evitar responder en redes sociales para defender a la institución y eso provoca que algunos lo vean como el enemigo a batir. Pero contra el Zaragoza no tiene absolutamente nada. Es más, le digo yo que, para LaLiga, ojalá acabe en Primera cuanto antes por muchas cosas: marketing, desarrollo comercial…. Es un club que debería ser el sexto del país, sin duda, y lo va a ser, pero ahora no lo es.
O sea, de animadversión nada.
Cero, Nada. No tiene nada en contra del Zaragoza, todo lo contrario. El gran culpable de lo que le está pasando al club en los últimos años es el que dejó una deuda de 120 millones. Tiene nombre y apellidos: Agapito Iglesias.
"Tebas no tiene nada en contra del Zaragoza, todo lo contrario"
¿Cómo ha sido la relación entre LaLiga y el Real Zaragoza?
Nunca ha habido problemas, más allá de las típicas discusiones por jugadores o el límite salarial. Lo normal.
¿Y entre Zaragoza y Huesca?
La relación es cordial. Manolo Torres, presidente del Huesca, es mi mejor amigo y con él es imposible llevarse mal.
¿Tuvieron Tebas y usted alguna participación en las reuniones que salvaron in extremis al Real Zaragoza en 2014 cuando la Fundación evitó la desaparición?
Yo era consejero de Presidencia y Justicia del Gobierno de Aragón y el Zaragoza, con Agapito al mando, estaba en Segunda y en quiebra. Yo estaba comiendo en el Pignatelli con Luisa Fernanda Rudi (entonces presidenta de la DGA) y el expresidente de México Vicente Fox, al que pregunté por el grupo mejicano Lobato Blanco que, parecía, iba a comprar el club. Él hizo unas llamadas y me dijo que no tenían un duro. Una mañana, a las 8, nos reunimos en el Gran Hotel con Juan Forcén y Fernando de Yarza y les dije que, por favor, había que salvar al Zaragoza. Ellos llamaron a Sainz de Varanda y Alierta y, un domingo por la tarde, nos reunimos Alierta, Sainz de Varanda, un representante de Ibercaja, Petón, Tebas, dispuesto a ayudar al Zaragoza, y yo y se decidió configurar la Fundación Zaragoza 2032, que quedó inscrita al día siguiente. Antes me había llamado Petón, al que Pardeza había trasladado su preocupación por el futuro del club.
¿Entonces, su participación fue clave para salvar al club?
Quienes salvaron al Zaragoza fueron Forcén, Sainz de Varanda, Yarza, Iribarren y Alierta. Yo, que soy muy futbolero, solo hice lo que pude en aquella comida con Fox, y Petón fue el que convocó la rueda de prensa de presentación de la fundación. Todos hicimos lo que pudimos. El Gobierno anterior de Marcelino Iglesias había provocado el lío y nosotros heredamos el problema y tratamos de salvar al Zaragoza.
"Todos pusimos de nuestra parte para evitar la desaparición del Zaragoza en 2014"
¿Cuántas veces ha estado cerca de desaparecer el Zaragoza mientras ha estado usted en LaLiga?
La época más crítica fue aquel verano de 2014, sin duda.
¿De qué equipo es?
He sido socio del Zaragoza y también del Huesca. Yo estuve en París viendo la final de la Recopa y disfruté a lo grande. Es lamentable y una pena que en esta comunidad no se pueda ser de los dos equipos por ese ambiente hostil provocado por cuatro gatos. Yo voy todos los domingos a La Romareda. ¿Por eso no puedo ser también del Huesca? El Zaragoza está entre los seis o siete mejores equipos del país y el Huesca es un club humilde al que una buena gestión le ha llevado a la élite, pero lo lógico es que dentro de unos años el Zaragoza esté en Primera y el Huesca en Segunda.
¿En algún momento pudo recalar en el Zaragoza o en el Huesca?
Jamás. Nadie me ofreció nunca nada al respecto.
¿Y si se lo ofrecieran ahora?
Imposible. El Huesca está en plena reestructuración y en el Zaragoza es imposible.
Hábleme de la Fundación…
Algunos se referían a ella como la fundición. Pero la realidad es que fueron ellos los que pusieron el nombre y su patrimonio para salvar al club y se ha sido injusto con ellos. Nadie quería entrar, incluso gente aragonesa con mucho potencial económico que no quiso ayudarles. Ellos, al menos, demostraron que quieren al Zaragoza y lo salvaron, es un hecho. Si no es por ellos, el equipo habría desaparecido porque no había un euro y solo una gran deuda que ellos asumieron.
¿Cómo vivió su salida de la entidad y la llegada de la nueva propiedad?
Cuando un club se vende llegan a LaLiga muchos intereses y también de oportunistas. Así que, cuando ese club tiene la categoría del Real Zaragoza, los interesados se multiplican. Ha habido suerte y el club está en manos de un grupo empresarial económicamente muy fuerte y seguro que el club recuperará, dentro de no mucho tiempo, el lugar que debe ocupar y que nunca debió abandonar.
Es optimista, entonces.
Raúl Sanllehí (director general del Real Zaragoza) es uno de los grandes ejecutivos de este país y quien lo critica no sabe lo que significa en el mundo del fútbol. Además de saber mucho de negocios y marketing, es una persona muy tranquila y de fútbol, como lo demuestran todos los pasos que ha dado.
¿No habría que restar complejidad a la configuración del límite salarial? No hay quien lo entienda.
Ese tema es un asunto complejo y es verdad que hay que esforzarse mucho para entenderlo. Está en constante revisión y se han mejorado cosas, pero está confeccionado para que no haya burbujas en el fútbol español. Cuando se critica el fútbol moderno, me pregunto si se prefiere el de antes, cuando no se pagaba a los jugadores o a la Seguridad Social. Eso ahora está asegurado. Mire, el lunes fui a El Alcoraz para ver el Huesca-Albacete, un partido aburrido y a mala hora un lunes. Pero es que es necesario para que los clubs recauden lo necesario y, aunque al aficionado que va al campo le perjudica, al que está en casa le va bien. El Zaragoza es tan grande no solo por los que van al campo sino por los miles de zaragocistas que hay fuera de La Romareda.
¿Qué opciones hubo de que dar por concluida la temporada 2019-2020 cuando irrumpió la pandemia, tal y como reclamó el Zaragoza? Eso habría supuesto su ascenso.
El asunto se habría judicializado seguro en caso de que el Zaragoza hubiese presentado denuncia. El Espanyol, que era último en Primera, tampoco quería que se volviera a jugar porque, así, no bajaba nadie. Aquello fue una locura, pero el regreso del fútbol fue bueno para intentar recuperar cierta normalidad en una época en la que por el cielo solo volaban los aviones de LaLiga. Brutal.
¿Cree que se solventarán de una vez las diferencias políticas para la construcción de la nueva Romareda?
¿Qué empresa está dispuesta a poner 150 millones de euros para hacer una instalación deportiva, social y cultural y le ponen palos en las ruedas? ¿Quién puede poner pegas a que un empresario esté dispuesto a invertir esa cantidad de su bolsillo para crear riqueza y desarrollo a través de una infraestructura necesaria? La gente debe tener altura de miras y seguro que hay fórmulas jurídicas para ello. Estoy seguro de que nadie pondrá palos en las ruedas porque Zaragoza no se puede permitir retrasar más un campo de fútbol nuevo. El actual está dentro de los más antiguos y peor mantenidos de España, pero el inversor deberá asegurarse de recuperar su dinero de algún modo. En otro sector nadie pondría palos en las ruedas.
"Estoy seguro de que nadie pondrá palos en las ruedas porque Zaragoza no se puede permitir retrasar más un campo de fútbol nuevo"
¿Dónde ve a Zaragoza y Huesca a final de temporada?
Al Zaragoza mejor que al Huesca porque creo que tiene mejor equipo. Me preocupa el Huesca, que lleva diez o doce partidos sin carburar bien. Tiene 29 puntos y necesita 21 más. El objetivo del Zaragoza es estar entre el sexto y el décimo y el Huesca, entre el 8 y el 15. Alguno de los que están abajo saldrá seguro y siempre cae alguno de los que están arriba. Hasta que el Huesca no llegue a los 50 puntos estaré preocupado.
"Veo mejor al Zaragoza que al Huesca, con el que no estaré tranquilo hasta que no llegue a los 50 puntos"
¿Y ahora qué?
Tranquilidad y familia. Hemos pasado por momentos delicados y ahora toca eso. No rechazo tajantemente volver a la política o al fútbol. Hay quien dice que después de haber pasado por ambos mundos, ya solo me falta ir al Juego del calamar.