La actualidad del Real Zaragoza

La herida de Fran Escribá en Villarreal

“Sé por qué salí y queda entre la propiedad y yo”, dijo este viernes el entrenador valenciano, que recuerda su sorprendente salida del club en 2017. La falta de 'feeling' con el consejero delegado y las dudas tras renovar pudieron provocar ese adiós

Fran Escribá, en un entrenamiento en su época en el Villarreal.

Fran Escribá, en un entrenamiento en su época en el Villarreal. / EFE / MANUEL BRUQUE

S. Valero

"No considero que mi destitución fuera una decisión 'normal'. Pasarán años y seguiré sin entender la decisión”. La frase es de Fran Escribá tras su destitución en el Villarreal a finales de septiembre de 2017 cuando fue despedido después de una gran temporada anterior, dejando al equipo quinto clasificado y de renovar al acabar ese curso, una decisión que sorprendió a muchos. “Sé por qué salí y queda entre la propiedad y yo”, aseguró este viernes al ser preguntado por ese episodio.

Venía el Villarreal de ganar ante el Betis, Astana (Europa League) y Alavés y de un empate frente al Espanyol cuando la goleada en Getafe condenó al entrenador valenciano, con el equipo decimocuarto con siete puntos en 6 citas y a tres solo de la zona europea. “Hubo un mal resultado y eso provocó mi destitución, pero los tres partidos anteriores habíamos tenido buenos partidos y veníamos de hacer la segunda mejor campaña en la historia del Villarreal en Primera”, añade Escribá.

La explicación de su destitución, que no quiso desvelar el entrenador, estaría en la falta de 'feeling' con la propiedad, con el consejero delegado, Fernando Roig Negueroles, en concreto, que ya había provocado que el club amarillo tuviera dudas en su renovación pese a la gran temporada firmada en la 16-17, donde cayó en la previa de la Champions y en dieciseisavos de final en la Europa League, frente a la Roma, pero dejó al equipo en quinta posición, con 67 puntos, a solo 5 de la Champions.

Pese a esos resultados indiscutibles, con aquel Villarreal de los Asenjo, Andrés Fernández, Bruno y Roberto Soriano, Sansone, Bakambu, Samu Castillejo, Jaume Costa, Dos Santos, Rodri o Manu Triguerros, el estilo de juego no convencía a la propiedad del Villarreal, más partidaria de un fútbol más alegre y ofensivo, y eso hizo dudar en su continuidad. Y esas interrogantes salieron con fuerza en la siguiente temporada a la primera ocasión que llegaron mal dadas en una destitución que nadie esperaba tras solo 6 jornadas, ni en los medios de comunicación ni en la propia afición, tampoco entre la inmensa mayoría de los empleados del club, que tenían una buena relación con el técnico zaragocista.

"Un gran club"

“Reconozco que es un gran club, que se trabaja muy bien y con el potencial que hay, ya que es el único con el filial en Segunda. Con independencia de mi salida, pasé dos temporadas muy buenas y dejé grandes amigos”, añadió Escribá, que jugó contra el Villarreal después tanto como entrenador en el Celta como en el Elche.

Suscríbete para seguir leyendo