La actualidad del Real Zaragoza

La salida imposible de Gueye

El Oostende ya tiene pactada por contrato la venta del ariete en una operación en la que participa el grupo inversor y de nula reversión en este enero

Pape Makhtar Gueye controla el balón delante de Pascanu en un momento del partido.

Pape Makhtar Gueye controla el balón delante de Pascanu en un momento del partido. / JAIME GALINDO

S. Valero

Vivió Pape Makhtar Gueye el lunes en La Romareda el último episodio de su hasta ahora desafortunado paso por el Zaragoza, con la sorna y la burla de una parte del estadio cuando el delantero senegalés entró en la recta final del partido, en los últimos 22 minutos más la prolongación, y protagonizó algunas acciones, gol fallado ante Amir incluido. El propio Escribá mostró su desacuerdo con esa actitud de la grada y volvió a dejar claro que el jugador se iba a quedar hasta final de temporada, aunque admitió que el senegalés lo está pasando mal por todo lo que está viviendo. Una vez acabado el mercado de fichajes en España y en la mayoría de países europeos, está claro que así será. 

El club aragonés, como dijo Sanllehí en la presentación del punta, mantiene de forma absoluta lo que afirmó el director general de la entidad el 31 de agosto, ya que entonces aclaró y confirmó que la operación de Gueye es "una cesión desde el Oostende por la que está este año con una opción de compra (3 millones) que pasa a ser obligatoria en caso de que subamos". Sin embargo, otras fuentes consultadas, aseguran que la obligación es mayor, tal y como quedó reflejado el pasado 15 de enero en este diario.

La dificultad para romper el contrato de cesión en este enero de Gueye, uno de los salarios más altos de la plantilla, lo que no se corresponde con su rendimiento, estribaba en que es una operación en la que entró de lleno el grupo inversor para su fichaje futuro y que el Zaragoza tiene la obligación de asumir en caso de ascenso, por lo que el Oostende ya tiene por contrato pactada la venta del delantero y revertir ese préstamo solo hubiera sido posible pagando esa cantidad o si el futbolista acaba en alguno de los clubs que tienen los propietarios del Real Zaragoza. 

A esa dificultad había que añadir que en esta temporada ya ha jugado en la Jupiler League y en España, por lo que no puede hacerlo en un tercer país, salvo en competiciones que empiecen ahora, como la MLS de Estados Unidos, donde el grupo inversor posee el Inter de Miami, Japón, China o Suecia. Es decir, un escenario de dificultad tremenda que hacía inviable cualquier atisbo para sacar a un jugador que lejos de mejorar su rendimiento lo empeora cada vez que salta al césped. 

“Entiendo que el público es soberano, pero ni entiendo ni comparto esa burla que se ha detectado”, aseveró Escribá, tras las bromas de La Romareda el lunes en una situación ya muy complicada de revertir porque la grada ya la ha tomado con el ariete. "La temporada de Gueye no es buena, él lo sabe y como la sensación es que va a seguir con nosotros nuestra obligación es sacarle algo de lo que tiene, que lo tiene y lo ha demostrado otros años. No vamos a sacarlo si entre todos no le ayudamos. Me duele que se le trate así, no lo merece, ni él ni nadie, pero lo está pasando mal", dijo el técnico, que siempre ha reconocido que el jugador no se ha adaptado de la mejor manera al equipo y que el idioma supone una barrera para él, aunque se muestra contento de su trabajo en los entrenamientos y ya asumía antes de empezar enero que su salida era imposible.

Este tipo de cesiones, en la que el Zaragoza también paga por el préstamo al conjunto belga en esta temporada, no son complicadas de revertir siempre que se busque un club de destino, y sin ir más lejos el delantero tiene cierto cartel en Bélgica, con 11 y 12 goles en las dos últimas temporadas en la Jupiler League. La confianza en Gueye del Real Zaragoza, de la propiedad en concreto, ya que su cesión es una apuesta del grupo inversor y no del director deportivo anterior, Miguel Torrecilla, ha sido absoluta de puertas afuera y hasta hace pocas semanas se mantenía que el delantero iba a explotar en la segunda vuelta y acabaría triunfando.

Tras jugar ya poco con Carcedo pese a las dos lesiones de Azón, Escribá le dio la camiseta de titular en Copa, ante el Diocesano y en el estreno del técnico, y le relevó al descanso y con el marcador en contra pese a la necesidad de marcar, mientras que jugó los 90 minutos en Albacete con el preparador valenciano, con el que ha participado en 6 partidos de Liga de los 10 que lleva el míster, pese a la baja de Azón hasta Navidad y en Villarreal la de Giuliano, donde fue titular y relevado al descanso. Frente a la Ponferradina su nivel no mejoró en el tramo final, al contrario. 

En total, suma 14 partidos de Liga y uno de Copa, sin marcar, con 495 minutos oficiales en total. Solo en el encuentro ante el Villarreal B en La Romareda, con un gol anulado tras buen remate y otro que envió a la cruceta, y en el tramo final en Miranda, con varios disparos sin tino, exhibió el potencial rematador que se le presupone. 

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