Gran premio al esfuerzo colectivo. Un tanto del debutante Bebé en el tiempo de descuento da una importantísima victoria al Real Zaragoza frente al Andorra (0-1). El conjunto aragonés vuelve a ganar un partido en el añadido como ya pasó ante el Villarreal e Ibiza, para abrir una importante brecha de siete puntos con la zona de descenso. El conjunto de Fran Escribá tuvo opciones claras para abrir el marcador con mayor antelación, pero la falta de puntería casi le juega una nueva mala pasada.
El Real Zaragoza estaba necesitado de un subidón de moral como este para afrontar con mayor confianza el tramo final de la temporada. Escribá realizaba hasta cuatro cambios en el once inicial para seguir una estrategia muy clara: no sufrir ante el ataque posicional del Andorra y hacer daño en las transiciones. Los aragoneses saltaron mucho más activos que los andorranos, inmersos desde hace dos meses en una crisis de resultados, y las primeras llegadas no tardaron en llegar gracias a la explosividad de Giuliano y Mollejo a los espacios. El delantero italo-argentino tuvo la primera en un contragolpe, pero el palo le negó el tanto tras su disparo cruzado.
El Zaragoza daba sensación de peligro en cada llegada mientras el Andorra intentó frenar el ritmo de partido cogiendo el balón y moviéndolo de lado a lado. Sin embargo, el bloque medio-bajo zaragocista impedía a los locales circular entre líneas por lo que sus ataques pasaban por la creatividad y desborde de los dos extremos, cerrados a la perfección por Nieto y Gámez durante los 90 minutos. El buen hacer aragonés se frenó nuevamente con la lesión de uno de sus futbolistas ofensivos. Mollejo pisó mal tras un bloqueo y se dobló el tobillo teniendo que ser sustituido por Puche. Pero este no fue el último quebradero de cabeza de la enfermería aragonesa antes del descanso ya que Bermejo también sufrió un percance, aunque consiguió aguantar a duras penas hasta el 45 para que Escribá no gastase la segunda ventana en la primera mitad.
Giuliano Simeone inicia una carrera defendido por Diego Alende, del Andorra. LALIGA
El paso por vestuarios dejó una segunda parte un poco más fría que se animó en los últimos instantes. Bebé debutaba con la camiseta blanquilla entrando por el lesionado Bermejo y el Zaragoza intentaba sin éxito dar un paso adelante para dificultar la salida de balón del Andorra. El partido se enredó en un centrocampismo monótono con los locales frenando las intentonas aragonesas de darle más velocidad al juego a través del ataque posicional con un Marc Aguado muy protagonista. Sin que nada pasase sobre el césped del Principado, Sarabia realizó cuatro cambios en menos de 10 minutos buscando un nuevo aire a su equipo mientras que Escribá se protegía dando entrada a Alarcón por Vada y tirando a la banda a Francho para ayudar a Gámez.
El partido solamente se agitó en los minutos finales. El Andorra dio un paso adelante por la derecha con Valera y Alti haciendo trabajar a Bebé y Nieto, aunque sin crear grandes ocasiones de peligro sin ser disparos lejanos bien controlados por Cristian. El Zaragoza esperaba replegado la suya al contragolpe en un fallo local en la circulación o en un buen despeje. No fue hasta el 93 cuando se le presentó la oportunidad de correr. Una pérdida del Andorra en la zona de elaboración provocó que Giuliano saliese a toda velocidad en conducción mientras oteaba con la mirada la zancada de Bebé antes de ponerle un suave balón con el exterior para que el luso fusilase a Vidal y desatase el éxtasis en la grada de animación zaragocista. El gol del debutante luso permite al Real Zaragoza respirar aliviado, celebrar un triunfo merecido y no tener que estar pendiente de lo que suceda esta tarde en el duelo entre la Ponferradina y el Racing.