La actualidad del Real Zaragoza

Bebé y Alarcón, cara y cruz

La impactante irrupción de Bebé contrasta con la escasez y pérdida de protagonismo de Alarcón, el otro fichaje en enero del Zaragoza

Alarcón, a la izquierda, se une al abrazo a Bebé tras marcar en Andorra.

Alarcón, a la izquierda, se une al abrazo a Bebé tras marcar en Andorra. / REAL ZARAGOZA

Jorge Oto

Jorge Oto

Zaragoza

Uno se ha metido en el bolsillo a un zaragocismo que sigue aguardando, ya con cierto recelo, al otro. Uno, Bebé, ha irrumpido con un sonoro estruendo en un equipo aragonés en el que ya ejerce como líder. El otro, Alarcón, tan solo se ha dejado notar, de momento, para mal. Ambos, los dos únicos fichajes realizados por el Real Zaragoza en el mercado invernal, están ofreciendo un rendimiento muy distinto. El luso, autor de los dos últimos goles del equipo, es ya intocable. El chileno, suplente en las dos últimas jornadas, está aún lejos de marcar diferencias y de ser una referencia. Solo uno ha ofrecido, de momento, ese rendimiento inmediato que pregonó el club. Cara y cruz.

Apenas 132 minutos lleva jugados Bebé con el león en el pecho. Llegó el último día de mercado y debutó cinco días después en Andorra, donde salió al descanso en sustitución del lesionado Bermejo. Desde la parte izquierda del ataque zaragocista, su sitio natural, aportó frescura, energía, piernas y la experiencia acumulada por un futbolista ávido de protagonismo que cayó de pie. En la última jugada del choque, Bebé ganaba la posición al defensa rival para aprovechar el gran servicio de Giuliano y marcar el tanto de la victoria blanquilla en el Principado. El inicio soñado.

El pasado sábado, el portugués debutó ya como titular ante su nueva afición, que disfrutó de la calidad de un jugador que ya engancha. Un cambio de juego ejecutado con compás, una arrancada poderosa, un disparo marca de la casa y galones de mando para confirmar al Bebé jefazo.

Pero lo mejor estaba por venir. Hacía mucho tiempo que La Romareda no presenciaba un gol como el que significó el 1-3 ante el Alavés. Bebé recogió el balón en la izquierda, condujo en diagonal y soltó un misil tierra-aire de larga distancia que se coló por la escuadra izquierda de Sivera ante el asombro generalizado. Un tanto de otra dimensión. De hecho, era el primero que lograba el Zaragoza desde fuera del área en toda la temporada. Elocuente. 

Dos goles en 132 minutos, es decir, uno cada 66, convierten a Bebé en el jugador zaragocista más eficaz de cara a puerta de toda la plantilla. Su promedio anotador ya es el mejor de todos y eso que acaba de llegar. Solo Giuliano (6) y Vada (3) han celebrado más goles que él en un equipo con serios problemas ofensivos. 

Aunque, más allá de su instinto y de esa efectividad ya probada, Bebé destaca también por lo que transmite. Elogiado por sus compañeros y el cuerpo técnico, el portugués, cedido por el Rayo Vallecano hasta final de temporada, no ha necesitado periodo de adaptación alguno. «Es una oportunidad para volver a jugar, tener minutos y ser importante. Y Zaragoza es un buen sitio para hacerlo. Tengo muchas ganas de demostrar mi valor. Sé que puedo dar mucho y este es el club perfecto», advirtió el extremo en su presentación en una diáfana declaración de intenciones. De momento, cuenta sus partidos por goles siguiendo los pasos de Vada y Oliveira, los dos últimos que marcaron en sus dos primeros encuentros como zaragocistas.

Total discreción

En cambio, Tomás Alarcón sigue envuelto en discreción. El chileno, cedido por el Cádiz, llegó para marcar diferencias en la medular pero, media docena de jornadas después, sigue sin aportar lo que se esperaba. De hecho, ha perdido una titularidad de la que gozó en los tres primeros partidos de 2023. Alarcón, fichado incluso antes de la apertura del mercado de enero, debutó en casa contra el Mirandés (0-0) para formar el doble pivote junto a Francho y suplir a Zapater, con problemas físicos tras el parón navideño. Pero ni en el estreno ni en el siguiente partido en Villarreal ante el filial del equipo castellonense (2-3) estuvo entre los destacados. Esa fue la primera y única vez, por ahora, que jugó un partido completo con el Zaragoza.

Porque lo peor vino una semana después. El equipo llegaba pletórico a El Molinón, donde le esperaba un Sporting deprimido que acababa de despedir a Abelardo. Pero todo se vino abajo cuando el mediocentro se iba a la calle a los siete minutos tras una entrada por detrás a Queipo que le costó la expulsión y que sería determinante en la derrota final.

Desde entonces, Alarcón no ha vuelto a aparecer en la foto. Sancionado frente a la Ponferradina (0-0), el chileno volvía a estar disponible en Andorra, pero Escribá decidió dar continuidad a la pareja formada por Zapater, ya recuperado, y Francho. El chileno accedió al terreno de juego mediada la segunda mitad, a tiempo para celebrar el gol de la victoria de Bebé.

Su vuelta al once parecía más cerca, pero Escribá tampoco lo incluyó en la alineación inicial el pasado sábado frente al Alavés y optó por dar continuidad a los aragoneses. De nuevo, el chileno aparecería en el ecuador del segundo tiempo en sustitución de Zapater, pero, nervioso e impreciso, tampoco estuvo acertado.

En total, el chileno ha contado hasta ahora con 228 minutos en los que apenas ha tenido esa presencia ofensiva prometida en su presentación y su aportación ha sido más bien escasa en corte y confección. Ha perdido el sitio, pero quizá lo recupere en Málaga para afrontar una nueva reválida.

Suscríbete para seguir leyendo

Tracking Pixel Contents