La 28ª jornada de Segunda

Peligro en río revuelto. La previa del Málaga-Real Zaragoza

El Real Zaragoza se impone escapar del descenso en su visita a un Málaga con el agua al cuello al que solo le vale la victoria

Gueye y Bebé, sonrientes antes de salir con destino a Málaga.

Gueye y Bebé, sonrientes antes de salir con destino a Málaga. / ANGEL DE CASTRO

Jorge Oto

Jorge Oto

Zaragoza

Aún escocido por la goleada sufrida en la última jornada ante el Alavés, el Real Zaragoza visita la Costa del Sol con el objetivo de pescar en río revuelto y, de paso, poner tierra de por medio respecto a un descenso que pasaría a estar a siete puntos en caso de lograr el triunfo este lunes (21.00 horas) en La Rosaleda. En cambio, una derrota en Málaga metería a los aragoneses en un problema serio. 

Porque, más allá de los cuatro puntos que le separarían del abismo, la caída en tierras andaluzas daría vida a un rival hundido que acumula ya media docena de partidos sin ganar y que afronta la cita con el cuchillo entre los dientes y la sensación de estar ante, posiblemente, la última oportunidad para mantener las constantes vitales. La Rosaleda, que presentará una gran entrada, se resiste a darse por vencida, por lo que arropará a los suyos, al menos, al principio. Eso sí, el paso del tiempo y, sobre todo, un gol del Zaragoza, desataría una tormenta que sería agua bendita para el cuadro dirigido por Fran Escribá.

Pau Sans, que podría debutar como titular en el primer equipo, en la estación Delicias este domingo.

Pau Sans, que podría debutar como titular en el primer equipo, en la estación Delicias este domingo. / ANGEL DE CASTRO

Así que el partido se las trae. Para el Zaragoza es peligroso, pero para el Málaga, a ocho puntos de la permanencia, es dramático. El escenario se asemeja en parte al que envolvió el duelo en El Molinón ante un Sporting que recibía a los blanquillos inmerso en una profunda crisis que acababa de llevarse por delante a Abelardo y que tenía de uñas a la afición. Entonces, la escuadra de Escribá se impuso resistir los primeros minutos, controlar el choque y jugar con los nervios y la angustia de los locales. Pero todo se fue al garete en apenas seis minutos, los que tardó en encajar un gol y Alarcón en ser expulsado por una entrada por detrás tan innecesaria como determinante. Porque ahí se acabó el Zaragoza y el partido. El calvario fue plácido para un Sporting al que el rival se lo dio todo hecho. Ese, precisamente, es el peligro del encuentro de este lunes. Si el conjunto aragonés es capaz de imponer el tipo de partido que precisa, el reloj jugará a su favor. Si reincide en imperdonables errores infantiles, volverá a jugar con fuego.

El eterno problema

La enjundia de la cita obliga a extremar precauciones atrás y a espabilar arriba, la eterna asignatura pendiente de un Zaragoza mermado por sus evidentes problemas ofensivos. Y eso que Bebé, el último en llegar, cuenta sus partidos jugados por goles. Pero Giuliano, su máximo artillero con seis dianas, acumula dos meses sin ver puerta, lo que, unido a la escasa aportación de la segunda línea, la lesión de Azón y el fiasco de Gueye, acentúan el martirio. 

Por eso, Escribá medita la entrada en el once de Pau Sans, un juvenil de 18 años que ejerce de factor sorpresa. El chico, autor de 16 tantos con el División de Honor, tiene muchas cosas, pero, sobre todo, tiene gol. Mucho gol. Lo que no tiene es vergüenza ni es de los que se amedranta ante un estadio lleno o un ambiente hostil. Por eso, su irrupción en la alineación es una posibilidad real. Si el técnico opta por guardar la baza para la segunda mitad, Puche repetiría junto a Giuliano en una delantera que volverá a culminar el habitual 4-4-2.

Francho, con problemas estomacales, está para jugar, aunque quizá Escribá opte por minimizar riesgos dando entrada a Alarcón junto a Zapater en una medular en la que Bebé es seguro y donde Bermejo apunta a volver a ocupar la parte derecha. Atrás, Lluís López podría dejar a Francés en el banquillo.

El Málaga no cuenta con el delantero Chavarría y el defensa Esteban Burgos, ambos por lesión, y el centrocampista Luis Muñoz, por sanción. Es duda Escassi, recién recuperado de un esguince en la rodilla izquierda y el exzaragocista Delmás apunta a titular en el lateral derecho. 

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