La 30ª jornada de Segunda

Oportunidad para la sequía

El Lugo ha encajado 15 goles en 8 partidos en la segunda vuelta, el que más de la categoría, y su defensa puede ser el mejor remedio para un Zaragoza que tiene los peores registros goleadores de su historia

Pape Makhtar Gueye avanza con el balón controlado en el entrenamiento de este sábado.

Pape Makhtar Gueye avanza con el balón controlado en el entrenamiento de este sábado. / ANGEL DE CASTRO

S. Valero

Dicen los fríos números que los 23 tantos marcados por el Real Zaragoza en estas 29 jornadas son el peor registro del club en Segunda y solo superior a los 22 de la 70-71, en Primera y con solo 16 competidores. Es, además, el equipo que más jornadas se ha quedado sin marcar esta campaña y camina con paso más que firme hacia su récord tras el último descenso en 2013, las 18 citas de la 20-21. Las sensaciones ratifican esos números y constatan que al equipo primero de Carcedo y ahora de Escribá le cuesta un mundo marcar. Sin embargo, semejante sequía tiene una oportunidad propicia en el Anxo Carro porque el Lugo ahora mismo tiene la peor defensa de la categoría, ya que ha encajado hasta 15 dianas en las ocho citas iniciales de la segunda vuelta, más que nadie.

Así, con las bajas de Iván Azón, que tanto está acusando el Zaragoza en su potencial goleador, y Mollejo, con el mal rendimiento de Gueye, la crisis de Giuliano ante el marco rival, ya que no marca desde 2022, y la escasa aportación de la segunda línea, subrayada por Escribá, el equipo tiene una ocasión de oro para darse un pequeño baño de optimismo aprovechando la blandura defensiva de un Lugo en el que Whalley se ha cansado de recoger la pelota de las mallas en las últimas citas. Lo ha hecho hasta en 8 ocasiones, con 3 tantos del Levante, otros 3 de la UD Las Palmas y dos del Eibar.

41 goles en total

La única vez que el Lugo dejó la portería a cero en este 2023 fue ante el colista Lugo, en un empate sin goles entre los dos peores equipos de la categoría en el estreno de Joan Carrillo en el banquillo lucense. Albacete, Mirandés y Villarreal B le marcaron dos dianas para superar al cuadro gallego y el Leganés solo le hizo una en una espiral de malos resultados tremenda para un Lugo en el que Carrillo no ha logrado solucionar la falta de gol de un equipo que es de los que menos marcan, solo 20 dianas, y que es el segundo que más encaja de la categoría de plata, con 41 tantos, solo superado por las 46 del Ibiza. 

En esta segunda vuelta los lucenses han encajado más que el conjunto pitiuso, que ha recibido 14, por los 13 del Villarreal B. El Zaragoza, por su parte, lleva 10. Carrillo ha apostado por cambios de nombres atrás, sobre todo en el eje de la zaga, con Alberto como el más indiscutible y con Bruno Pirri o el recién llegado Pantic sin dar el nivel, que tampoco lo enseñan en demasía Loureiro y Andoni López o Zé Ricardo en los carriles, y ha retocado en momentos puntuales el esquema, pero el Lugo, lejos de mejorar sus datos defensivos, los ha empeorado en las últimas semanas. Eso sí, sus tres últimos rivales (Levante, Eibar y Las Palmas) han sido de la zona noble.

El alivio de no ver a Chris Ramos

El partido en La Romareda ante el Lugo tuvo en Chris Ramos al protagonista, con dos goles y siendo una pesadilla para el Zaragoza, pese a que Carcedo cambió el esquema, situando tres centrales y con Francés vigilando al delantero del Lugo, que cerró su etapa en el equipo gallego con siete dianas en este curso a finales de enero cuando el día 29 el Cádiz pagó 1,5 millones fijos (hasta dos por incentivos) por un futbolista que en junio acababa contrato y al que el Lugo no tuvo más remedio que vender. Desde entonces, en las 4 citas sin su mejor jugador, sin el futbolista que hasta ese momento había anotado más de un tercio de los tantos (7 de 19), el equipo lucense solo ha anotado uno más, el que hizo Sebas Moyano en la derrota ante el Levante de la pasada jornada. Chris Ramos ya fue decisivo el curso pasado en un Lugo en el que anotó siete goles, uno de ellos al Zaragoza, y dio cinco asistencias, pero en esta campaña su papel en el equipo era todavía mayor, tanto entrando desde el perfil izquierdo del ataque como jugando en una posición más adelantada. «Su salida nos ha matado. Es un animal físicamente que siempre querría tener en mi equipo», decía el meta Whalley a este diario. Para el Zaragoza perder de vista al atacante gaditano es un alivio porque su nivel cuando se había medido al conjunto zaragocista en las últimas ocasiones fue excelso. Y, además, el Lugo para paliar esa baja ha fichado a Joselu y a Scepovic, ambos con más de medio año en el paro y el primero ya lesionado y el segundo sin el punto de forma aún.

El partido se presenta para el Zaragoza como la ocasión de que Giuliano retome la confianza tras siete citas sin marcar, para que Bermejo, Francho o Vada dejen claro que la segunda línea puede aportar más o para que Puche o Zapater se estrenen este curso, por no hablar de Gueye, y Bebé retome la senda goleadora iniciada ante Andorra y Alavés y que se interrumpió en Málaga y ante el Burgos. El Lugo solo ha sido capaz de dejar su portería a cero en siete partidos de este curso. Su defensa debe ser el mejor remedio para la sequía.