"El Alcoraz tiene ganas de revancha, el 3-0 en La Romareda fue el peor derbi del Huesca"

¿Cuántos derbis jugó?

Jugar uno, en La Romareda en 2008, aunque estuve convocado en otro en El Alcoraz.

¿Y cómo son?

Es que la connotación de entonces era diferente porque hacía 50 años que no se jugaba un derbi y se paralizó la provincia entera. Era David contra Goliat y los oscenses sentían mucho orgullo y un gran sentimiento de pertenencia al verse ahí, jugando contra el todopoderoso Zaragoza. Era increíble la sinergia que generaba. Ahora todo se ha normalizado después de 18 derbis en los 15 últimos años. Es el partido más especial del año, pero sin aquellas connotaciones tan especiales.

¿A ello ha contribuido más el declive del Zaragoza o el crecimiento del Huesca?

El Huesca ha crecido con altibajos mientras que el Zaragoza se ha instalado en una situación delicada sin poder salir de Segunda. Se han igualado mucho las fuerzas.

Y a pesar de lo poco que hay en juego, El Alcoraz se llenará.

Es que, aparte del orgullo, el derbi de la primera vuelta fue el peor de todos para el Huesca y la gente tiene muchas ganas de resarcirse y recuperar esa honra. Los dos están en una situación sin claros objetivos, pero la autoestima supone un impacto fuerte.

¿Alguna clave?

El posicionamiento de fuerza en los primeros minutos, cuando existe un contenido emocional que hace que un equipo quiera salir intenso, demostrando que está mejor que el rival y que va a llevar el partido por donde quiere porque domina y controla todo, incluso los detalles, que son los que decidirán el encuentro. Esa sensación de seguridad mejorará la confianza. Los primeros 20 minutos serán clave. En La Romareda, el Zaragoza creció mucho en ese periodo y el Huesca no supo subirse al tren.

¿El Huesca es favorito?

A priori sí, por su fortaleza en casa y porque eso le hará salir con una convicción alta. Pero el Zaragoza no tiene mucho que perder y tratará de aprovechar su momento. No creo que al Huesca le valga el empate porque El Alcoraz necesita una victoria y tiene esas ganas de revancha normales tras el peor derbi en 18 años. 

¿Qué no debe repetir el Huesca que le castigó en La Romareda?

Sobre todo, no afrontar el encuentro con la concentración justa y con la activación necesaria. Necesita la gasolina adecuada y sentirse a gusto desde el principio para tener la sensación de que el partido está donde quiere que esté. Y, a partir de ahí, crecer. El Zaragoza lo hizo en la primera vuelta ante un Huesca que sentía que algo no iba bien y eso hizo que le vinieran la flojera y la zozobra.