La opinión de Sergio Pérez

Bebé, ese punto egoísta y la fórmula mágica del gol

Bebé dispara a puerta en la acción que supuso el 1-0 para el Real Zaragoza.

Bebé dispara a puerta en la acción que supuso el 1-0 para el Real Zaragoza. / ÁNGEL DE CASTRO

Sergio Pérez

Sergio Pérez

Transcurría el minuto 37 del partido contra Las Palmas y Bebé recogió el balón en los alrededores del centro del campo, pegado a la línea de cal al lado de la grada de la tribuna de preferencia. Fiel a su naturaleza, el extremo encaró a su rival e inició una acción vertical acelerando la jugada. El primer regate fue fantástico y Loiodice, su primer obstáculo, quedó atrás. En una primera parte entretenida, salpicada por la desafortunada lesión de Giuliano Simeone que le retiró del césped en el minuto 15 después de meter la pierna otras 15 veces, Bebé acababa de crear una interesante ventaja para el Real Zaragoza.

Rapidísimo, de potente zancada, pronto llegó a la zona de tres cuartos con la defensa de Las Palmas descolocada. Iván Azón le tiró un desmarque para intentar acabar la jugada con un disparo de zurda, pero el caboverdiano prefirió no darle el balón y forzó otro requiebro hacia la derecha para buscar su propio chut. La acción terminó en nada ante el tímido lamento del nueve.

Bebé es un extremo izquierdo cuyo ADN es eminentemente ofensivo, por eso ha descuidado tantas veces las ayudas defensivas. Aviva siempre el fútbol, su velocidad es endiablada, solo conoce la línea recta y persigue el desborde de manera reiterada para crearse un espacio que le permita ensayar el disparo, su principal arma por su magnífica potencia. Produce numerosas acciones positivas de rango menor en un partido e incomoda mucho a los defensas porque los reta de manera reiterada, con el estrés que eso produce. Al Real Zaragoza su llegada en enero le sentó fenomenal.

Estamos ante un jugador que, más veces de las que debería para el interés colectivo y para el suyo propio, peca de cierto egoísmo, como en esa acción del minuto 37. Pero tiene una calidad por encima de la categoría, dos cañones en sus dos piernas y conoce la fórmula que conduce hacia el gol. Eso es oro puro. Con un tanto suyo, un disparo seco de zurda tras servicio de Bermejo y resbalón de Lemos, el Real Zaragoza le arrancó un punto a Las Palmas, que bien pudieron ser tres, y alargó su racha de partidos sin perder.

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