La 41ª jornada de Segunda

Un nuevo Bermejo

El mediapunta madrileño vive la temporada de mayor peso específico desde su irrupción en Segunda B, ya que ha intervenido en nueve goles, lo que le coloca como uno de los mejores futbolistas de segunda línea de la categoría de plata. Ha anotado cuatro tantos y dio una asistencia en las siete últimas citas

Bermejo lanza el penalti de su gol al Cartagena en la última jornada.

Bermejo lanza el penalti de su gol al Cartagena en la última jornada. / ANGEL DE CASTRO

S. Valero

La recta final de esta temporada del Real Zaragoza ha traído una nueva versión, muy mejorada de Sergio Bermejo, que acumula cuatro goles y una asistencia en los últimos siete partidos y que por fin tiene un peso específico en los números acorde a los minutos que disputa y a su capacidad futbolística. El madrileño, con cinco dianas y cuatro asistencias en total, vive su curso más decisivo desde que irrumpió en la categoría de bronce, en el Navalcarnero, en Segunda B y donde en la 18-19 marcó ocho dianas, para después ni en el filial del Celta, donde Escribá le hizo debutar en el primer equipo, ni en dos años en el Zaragoza tener el peso específico que ha tenido en esta Liga, participando en hasta nueve.

La campaña de su renovación, de la mejora económica para situarle en la zona media-alta del ranking salarial del Zaragoza y darle un rol importante a todos los niveles ha sido una montaña rusa para Bermejo, que no arrancó bien a las órdenes de Carcedo y que sufrió dos lesiones consecutivas en el mismo aductor, ante el Granada y el Leganés, la segunda más importante, que lastraron su continuidad. En el fondo, el mediapunta no salía de ese marco en el que se le echaba más de menos cuando no estaba que lo que aportaba de sustancial al estar en el campo, con demasiadas jugadas sin una buena decisión final, muchas acciones de amagar pero no dar.

Es el cuarto jugador de banda derecha, su posición más habitual, con más goles en Segunda y el noveno futbolista que, no siendo delantero, ha aportado más tantos y asistencias

Eso, por fin, ha cambiado. Bermejo golpea fuerte y ahora mismo es el cuarto jugador de banda derecha, su posición más habitual, con más goles en Segunda y el noveno que, no siendo delantero, ha aportado más tantos y asistencias, es decir ha intervenido en más dianas. Le superan Luis Rioja (Alavés), Íñigo Vicente (Racing) y Manu Fuster (Albacete), con 14, Viera (Las Palmas) y Maikel Mesa (Albacete) con 12, Sergio Lozano (Villarreal B), Dani Ojeda (Ponferradina) con 11 y Curro Sánchez (Burgos) con 10. Así, Bermejo está en la nobleza de los jugadores decisivos de la categoría.

En la temporada en la que suma 32 partidos de Liga, por los 37 (un gol y cuatro asistencias) de su primer curso de zaragocista y los 34 de la 21-22 (tres tantos y dos pases), la recta final lo ha destapado como un jugador en el que se puede confiar para que suponga una buena aportación en ataque en el Zaragoza. Al gol que decidió el triunfo ante el Ibiza en la primera vuelta le han sumado tres tantos más, de buenos disparos desde fuera del área con una zurda por fin letal ante el Oviedo, en jugada personal, el Racing, al recoger el rechace de la barrera en su lanzamiento de falta, y el Levante, recorriendo la frontal para ajustar su remate al palo, además del penalti que provocó y marcó contra el Cartagena, en una jugada que definió bien su estado de forma y su confianza en la actualidad. A eso le añadió el pase magnífico de tacón a Fran Gámez que decidió la victoria ante el Granada y que se añadió a sus tres asistencias anteriores.

"Tiene capacidad, calidad y desequilibrio para plantearse que cinco goles y cuatro asistencias son un año malo para él, debe ser ambicioso y exigirse más", dijo Escribá de Sergio tras jugar ante el Cartagena, algo que ha repetido este viernes

"A Sergio se lo he dicho desde que lo conozco, le hice debutar en el Celta y sé muy bien qué jugador es. Cuando un futbolista tiene ese nivel, solo hacer un par de goles al final de temporada es un balance muy pobre. Posee capacidad, calidad y desequilibrio para plantearse que cinco goles y cuatro asistencias son un año malo para él, debe ser ambicioso y exigirse más", aseguró Escribá tras el choque ante el Cartagena, algo que repitió este viernes antes de jugar en Ibiza, dejando claro que esta nueva versión del madrileño solo puede tener continuidad y mejora para el técnico zaragocista.