La opinión de Sergio Pérez

Yáñez, Bakis, Zapater y la revolución de Cordero

Cordero tiene muy claro el camino. La decisión con Zapater es una perfecta muestra. Como lo son los perfiles de los futbolistas que ha puesto en la diana, con el portero Rubén Yáñez (Málaga) y el delantero Sinan Bakis (Andorra) como ejemplos manifiestos

Juan Carlos Cordero, en el palco de La Romareda.

Juan Carlos Cordero, en el palco de La Romareda. / JAIME GALINDO

Sergio Pérez

Sergio Pérez

A las penúltimas de cambio, cuando el pescado estaba ya todo vendido y mantener focalizada la concentración en un objetivo inexistente se hace casi imposible para un deportista, el Real Zaragoza se dejó ir. En Ibiza jugó un partido insípido, dos derrotas en los tres últimos encuentros, aunque la de la isla fue diferente a la de Oviedo, a pesar de la insistencia del club en que el equipo arrimara el hombro para intentar escalar posiciones en la clasificación y ganar, así, unos cientos miles de euros más para la SAD al final de la Liga.

El pasado, pasado está y el presente de esta temporada poco importa, más allá del homenaje que Alberto Zapater recibirá el viernes en su despedida como jugador del Real Zaragoza toda vez que el club ha decidido no renovar su contrato y prescindir de sus servicios. La decisión con el capitán es un perfecto indicio de por dónde van a ir los designios de Juan Carlos Cordero en el primer proyecto deportivo bajo su total autoría.

No habrá medias tintas. A falta de una jornada, el equipo es decimotercero con 52 puntos y esa es su realidad. Con lo que hay no ha dado para más. Por ello, el director deportivo va a acometer una reconstrucción muy profunda de la plantilla que afectará a todas y cada una de las posiciones, desde la portería hasta la delantera. Habrá futbolistas nuevos en todas las áreas con un propósito: elevar el nivel, contratar más calidad, más oficio, más experiencia, más poso con el objetivo de manejar mejor situaciones de estrés, ganar competitividad y, por lo tanto, posibilidades de ascenso.

Aunque pueda parecer paradójico, Cordero ha llegado al Real Zaragoza en un buen momento. A pesar de que el club va a cumplir su undécima campaña seguida en Segunda, una anomalía histórica sin el más mínimo precedente, la SAD contará con el mayor límite salarial de esta etapa, no está sometida a tensiones accionariales, societariamente atraviesa un momento sólido y deportivamente su cuadro de mando a pie de campo y en los despachos está definido y no sujeto a vaivenes.

Todo ello debe repercutir de manera positiva en la planificación. Cordero tiene muy claro el camino. La decisión con Zapater es una perfecta muestra. Como lo son los perfiles de los futbolistas que ha puesto en la diana: el portero Rubén Yáñez (Málaga) y el delantero Sinan Bakis (Andorra), los dos más firmes objetivos ahora mismo, u otros como Ojeda (Ponferradina) o Febas (Málaga), gente curtida en kilómetros en la categoría. Todo ello unido al deseo de prolongar las cesiones de Bebé, Giuliano y Mollejo, cada una con sus particularidades, algunas económicas y otras deportivas. La Liga 22-23 pronto será historia. Para tratar de entrar en la historia, Cordero está ya manos a la obra con una renovación a fondo del equipo.