La actualidad del Real Zaragoza

La nefasta medalla de plata de Makhtar Gueye

Los 23 partidos sin marcar del senegalés solo los supera el Toro entre los arietes zaragocistas

Pape Makhtar Gueye se lamenta en un partido del Real Zaragoza en esta temporada.

Pape Makhtar Gueye se lamenta en un partido del Real Zaragoza en esta temporada. / JAIME GALINDO

S. Valero

Alcanzó ya en Ibiza Pape Makhtar Gueye la cifra de 23 partidos con el Real Zaragoza, 22 de ellos de Liga y uno de Copa, con seis presencias en el once, incluida la eliminación a manos del Diocesano, para acumular un total de 667 minutos esta temporada y todavía sin gol como referencia zaragocista. El delantero ya solo le queda la bala en la recámara del choque ante el Tenerife, si Escribá le da minutos, para evitar sellar su temporada en blanco, pero en todo caso su registro de partidos sin marcar solo lo supera en la historia de los delanteros zaragocistas el Toro Fernández, que se fue en la 20-21 hasta 32 partidos, 30 de Liga, y 1.360 minutos antes de acabar su cesión con el Celta.

Con todo, la versión del uruguayo no fue tan pobre como la del senegalés, que cada vez que pisa el césped da menos razones para la gran apuesta zaragocista en el coste de la cesión, que en global, entre la ficha y el pago al Oostende, roza los 800.000 euros. Son cifras que no se corresponden para nada con el rendimiento del futbolista, de nula capacidad cuando salta al césped, como quedó de manifiesto de nuevo en algunas acciones en Can Misses, donde disputó los 22 minutos finales.

Por detrás del Toro y de Gueye en el historial de delanteros sin pólvora en el Zaragoza ya se situarían Rafa Latapia, canterano que alcanzó los 19 partidos entre 1980 y 1986, sin gol, con solo 5 de ellos de titular y 641 minutos, y Haris Vuckic, fichado en el verano de 2020 y que disputó también 19 choques, 17 de Liga y solo siete de inicio, con 617 minutos, algo menos que Gueye y con el mismo resultado ante el marco contrario. Ya con 16 partidos estarían Sabin Merino, de regreso ahora del San Luis y de 909 minutos y 13 partidos sin diana el curso pasado, Tato, que jugó en la 14-15 aunque solo 200 minutos, y Loreto, que en la 94-95 se fue a 457. Y con 15 choques sin gol en dos temporadas (2013-15) está Diego Suárez.

El contrato de cesión

Arribó en verano Gueye como gran apuesta del club, que hasta cambió el perfil de Twitter con el delantero y que no tuvo reparos en presentarlo como la gran apuesta en ataque en una operación avalada, con varios informes, por cierto, por el grupo inversor que es propietario del Zaragoza. La operación se diseñó en varios contratos, con una cesión en el primer año con obligación de compra al final del mismo y en caso de ascenso por tres millones.

Su enrevesado contrato lo solucionará el grupo inversor con su adiós, pese a que estaba contemplado un segundo y hasta un tercer año de cesión

Si no hay ascenso, como no lo va a haber, es el grupo inversor a través de uno de sus clubs, en principio el Inter de Miami, el que se hace cargo del delantero, al que el Oostende ya da por traspasado a todos los efectos. Si el rendimiento de Gueye hubiera sido bueno habría repetido cesión en el club y hasta con un tercer año previsto llegado el caso, siempre con la obligación de compra de por medio. Pero, ahora mismo, el grupo inversor tiene que trabajar en buscar un destino al delantero, ya que ni a la propiedad del club ni todavía menos al Zaragoza ni al propio Gueye les interesa que el ariete siga en La Romareda y continúe perdiendo valor en el mercado.

Gueye lleva camino, como hace dos años el Toro y Vuckic, de acabar la temporada sin marcar, lo que contrasta vivamente con las dos últimas campañas en el Oostende. En la 2020-21 firmó 13 dianas, once de ellas en la Jupiler League y dos en la Copa, mientras que el curso pasado fueron hasta 12, todas ligueras. 25 dianas en dos cursos que contrastan con lo vivido en el Zaragoza, con solo un puñado de minutos potables ante el Villarreal B en octubre, gol anulado y cabezazo al larguero de por medio, para que su nivel haya caído de forma estrepitosa y hasta cómica en los partidos que ha jugado en este tramo final.