La opinión de Sergio Pérez

La temporada 23-24 de Azón y el fichaje de un gran nueve

El Real Zaragoza afronta el verano con la obligación de acertar en su fichaje principal: un nueve de categoría. Para que la suma de los factores, con Iván Azón incluido en la ecuación, dé el mayor resultado ofensivo posible

Iván Azón, sobre el césped tras una acción ofensiva en el partido ante el Tenerife en La Romareda.

Iván Azón, sobre el césped tras una acción ofensiva en el partido ante el Tenerife en La Romareda. / ÁNGEL DE CASTRO

Sergio Pérez

Sergio Pérez

Lo que parecía que iba a ser al final de la temporada 21-22, en la que Iván Azón destapó el tarro de las esencias en la segunda vuelta para terminar el curso con siete goles con solo 19 años, y lo que dejó intuir en la pretemporada de la última campaña, a la que se presentó con un brío similar, finalmente no lo fue. La Liga 22-23 ha sido una tortura para el delantero, fustigado por varias lesiones de distinta condición y origen que le han apartado del ritmo diario de trabajo durante largos periodos entre el otoño y la llegada de la primavera.

Azón ha ido levantándose y cayendo sin solución de continuidad, por lo que sus números finales se han resentido de manera obligatoria: 19 partidos disputados, 13 como titular, poco más de 1.000 minutos de juego y tres goles, al Oviedo en octubre, al Villarreal B en enero y al Racing en La Romareda en abril. Ese viacrucis ha repercutido directamente en el rendimiento del Real Zaragoza, que ha pagado su ausencia con puntos, más todavía con la terrible incomparecencia de Gueye.

Hasta qué escalón podría haber aupado al equipo el matrimonio con Giuliano es algo que siempre pertenecerá al terreno de las hipótesis del campeonato recién acabado. Remediarlo es ya imposible. El reto ahora es otro: construir un ataque de más garantías que invite a pensar en otras aspiraciones. En ello está el Real Zaragoza.

Iván Azón tiene solo 20 años y su proceso de crecimiento y maduración continuará. El canterano seguirá donde está. Mientras tanto, Juan Carlos Cordero sigue enfrascado en la misión de buscarle compañeros. El director deportivo hizo público el deseo del club de guardar sitio a Giuliano por si su regreso fuese posible, tarea complejísima por la cantidad de pretendientes de Primera que le rondan.

El club ha mostrado también un enorme interés por Bakis, del Andorra. En cualquiera de los casos, con Simeone o sin él, con Bakis o sin él, el Real Zaragoza afronta el verano con la obligación de acertar en su fichaje principal: un gran nueve, referencial para todos y de categoría. En esa posición, el equipo necesita un futbolista de peso, que garantice un elevado número de goles, necesita calidad y subir un escalón. Para que la suma de los factores, con Iván Azón incluido en la ecuación, dé el mayor resultado ofensivo posible.