Las primeras nubes de la temporada, hasta ese momento repleta de sol, llegaron con la derrota en Ferrol, que no apartó a los zaragocistas del liderato, algo que sí hizo el Leganés el viernes al ganar al Racing de Santander. El Real Zaragoza, que sumó a ese traspié en tierras gallegas, en el peor partido del curso, el empate frente al conjunto cántabro en La Romareda una semana antes, necesita disipar dudas con un triunfo ante el Mirandés, en un partido que retrasó su horario por el calor a las 18.30 horas, que le permita recuperar su privilegiada posición y sobre todo que evite que los nervios aumenten y empiecen a oscurecer más el gran inicio de curso.
Al Zaragoza le han sostenido los números más que las sensaciones en este arranque de campeonato, pero no se puede obviar que el mérito de lograr cinco victorias consecutivas y firmar el mejor comienzo en sus 91 años de historia es más que indiscutible. El Zaragoza, líder desde la jornada 2, firmó victorias cómodas y merecidas ante Villarreal B y Eldense, un buen partido ante el Valladolid y tuvo un ápice de fortuna ante el Tenerife y en Cartagena para inclinar el fiel de la balanza a su favor. Cinco triunfos, un pleno al 15, que no salió de la nada y que se justificaba muy poco en el viento a favor y mucho más en los sólidos argumentos de una plantilla con mejores jugadores y más capacidad que en los últimos años.
Sin embargo, los dos últimos encuentros, ante el Racing y sobre todo en Ferrol, han traído una imagen progresivamente más desdibujada del equipo, que soltó en A Malata un partido muy gris, en particular en la segunda parte, donde se vio claramente superado por su rival. El equipo es menos sólido que al inicio de Liga (lleva tres partidos seguidos encajando) y principalmente produce menos en ataque, algo que quedó en una demostración palmaria en tierras gallegas, donde Escribá hizo hasta cinco cambios en el once que no trajeron una mejoría de la faz zaragocista. Si acaso al revés.
Bajas y cambios
Esa imagen tan discreta exige nuevas vueltas de tuerca en un equipo que añora a Francho, su centrocampista más diferente, y a Nieto, un lateral que se había hecho enorme y al que difícilmente se le volverá a ver este curso por la grave lesión sufrida en Cartagena. Sin esos dos futbolistas y sin Fran Gámez, uno de los fijos y apartado por una leve lesión muscular para esta cita, llega el Zaragoza, que recupera a Lecoeuche, de tímida aparición en Cartagena y que hasta ahora ha estado más tiempo en la enfermería que sobre el césped.
Escribá recupera a Lecoeuche, que salvo sorpresa no será titular para que siga Borge, y hará cambios en la zona de ataque, donde pueden caerse Bermejo y Bakis y entrar Mollejo o Enrich y Maikel Mesa
Será muy difícil que el galo, con solo dos entrenamientos completados tras superar una lesión en el aductor que sufrió el pasado 13 de septiembre, aparezca por el once, aunque solo sea por precaución , ya que Borge tiene los números para seguir en el flanco izquierdo y Marcos Luna será el lateral diestro por la baja de Gámez. En el eje, la lógica invita a pensar en una continuidad de Jair y Francés, pero quizá el primero, más que titular, guarde descanso antes de una semana con tres citas (Andorra el jueves y Alcorcón el próximo domingo) para que Mouriño ocupe su sitio con Lluís López esperando una ocasión de ser titular que no tardará en llegar.
También parecen factibles los retornos de Marc Aguado, en el doble pivote con Toni Moya, y Maikel Mesa en un 4-4-2 más lineal y no en rombo en el que Mollejo tiene papeletas de ser titular por primera vez tras superar un golpe en la cadera. Arriba, Bakis, hasta ahora inédito ante el gol, puede probar el banquillo por primera vez para que sea el propio Mollejo o hasta Sergi Enrich el que acompañe a Iván Azón.
Los tiempos de nubes y dudas, aunque sean en un estado inicial como el zaragocista, siempre llevan aparejados muchas incógnitas en el once, que sale más de carrerilla con los triunfos (Escribá repitió equipo en las tres primeras jornadas). A eso se añade una semana con tres citas y la necesidad de mantener el bastión en La Romareda, donde el Zaragoza lleva casi 10 meses y 12 partidos sin caer, con 26 puntos de 36 ante su gente, que ha convertido cada partido en casa en casi un récord de asistencia y sobre todo en una fiesta cuando se logran los tres puntos, que lo han hecho a menudo.
Un rival peligroso
El Mirandés, líder tras la primera jornada y ahora en descenso, llega a una Romareda que se le da bien con las mismas características que en los últimos tiempos, plagado de cambios en verano, de cesiones y juventud, con talento y con la inconsistencia que ocasiona esa falta de kilómetros en la élite. Es un rival peligroso, que lleva 10 goles, 5 de ellos del colchonero Carlos Martín, que pudo llegar este verano a La Romareda, pero muy frágil atrás. Alessio Lisci tocará el esquema, probablemente quitando a un ariete y situando en la mediapunta a Baeza, o hasta con 3 centrales, en un rival en el que sobresale también Álvaro Sanz, de pasado zaragocista hasta que se fue a La Masia y que jugará por primera vez en el coliseo blanquillo.
Alineaciones probables
Real Zaragoza: Cristian Álvarez; Luna, Francés, Jair, Borge; Germán Valera, Marc Aguado, Toni Moya, Maikel Mesa; Mollejo e Iván Azón.
CD Mirandés: Luis López; Rubén Sanz, Pablo Ramón, Barcia, Alcedo; Chaira, Álvaro Sanz, Tachi, Gabri; Carlos Martín y Baeza.
Árbitro: Galech Apezteguía (Comité navarro).
Estadio: La Romareda.
Hora: 18.30.